No hay mejor modo de apelar solemnemente al Creador para que libere Su avalancha de bendiciones que dirigirnos a Él mediante cantos de alabanza y adoración, tal y como hizo el coro de La SCOAN el pasado domingo. La atmósfera se animó por las manos alzadas con que los congregantes respaldaban al coro, mientras sus almas eran elevadas por los virtuosos sonidos instrumentales. Los testimonios que se sucedieron a continuación aportaron inspiración a este escenario, al avivar la fe de muchos que se habían sentido al borde de la desesperanza.
El mensaje del Profeta T.B. Joshua ayudó a comprender a muchos Cristianos los oportunos principios que unen a la Cristiandad: «La Iglesia Viva es una, no importa el nombre que tengas. Jesús es la esperanza de gloria», declaró. Después añadió que Jesús es la Cabeza de todas las iglesias vivas del mundo. Para que los Cristianos puedan tener acceso a los recursos Celestiales tales como bendiciones, liberación y sanidad, deben usar sus manos y boca apropiadamente, ambas de acuerdo con la voluntad de Dios y Sus intenciones para sus vidas.
En un esfuerzo por enaltecer la preciosa fe de la congregación y de los espectadores de todo el mundo, el Profeta T.B. Joshua dio respuesta a una pregunta que le formulan con frecuencia: ¿Cómo puedo saber si soy un verdadero Cristiano? La respuesta es sencilla según el hombre de Dios, ya que esto no se mide por la cantidad de situaciones difíciles o tentaciones que nos encontramos, sino por la fuerza resultante que estas situaciones producen: «Si eres un verdadero Cristiano, tu situación fortalece tu deseo y tu determinación por Dios. Si no eres un verdadero Cristiano, las situaciones no pueden fortalecer tu deseo por Dios». Simplificó su explicación comparando este principio espiritual con la sed natural, con las siguiente palabras: «Cuando tienes sed, sientes un fuerte deseo por agua. Del mismo modo, nuestra situación nos provoca un deseo por Dios».
El hombre de Dios también habló acerca del fundamento de las relaciones, añadiendo que las relaciones son de Dios. Advirtió a los Cristianos de que no deben destruir sus relaciones sin dejar posibilidad de reparación porque la persona a la que ves muy mala hoy puede ser tu salvador mañana: «Si destruyes tus relaciones sin dejar lugar a la reparación, esa persona podría ser tu salvador mañana». Instó a las partes de una relación, incluidos los esposos que se hayan divorciado, a seguir orando y deseándose cosas buenas aun cuando ya no estén juntos porque el mañana es un misterio.
De acuerdo con el plan maestro del Todopoderoso para Su creación, como Cristianos no debemos tener problemas con nuestros acusadores. En su lugar, debemos dejarle nuestros asuntos al Señor, entregarnos a la oración y comprometer nuestros corazones con el verdadero amor y el verdadero perdón. El Profeta T.B. Joshua citó este pilar de fe vibrante y activa, a menudo rechazado, y ahondó en la importancia de un espíritu perdonador para poder alinearnos con el mañana que Dios nos tiene reservado: «Una cosa de la que muchos de nosotros carecemos es del espíritu de perdón; puede que lo tengas, pero no genuinamente. Si tuvieras ese espíritu de perdón genuinamente, olvidarías. Tú perdonas, pero fracasas al olvidar».
En la conclusión, el hombre de Dios animó a los Cristianos a hacer de la Palabra de Dios una parte integral de sí mismos, en lugar de limitarse a memorizarla: «Necesitas meditar en la Palabra de Dios. No debes sólo memorizarla; debe volverse una parte integral de tu ser».
TESTIMONIOS
EL ESPÍRITU DE LUJURIA SE SOMETE AL PODER SUPERIOR EN EL NOMBRE DE JESÚS
El espíritu de lujuria había estrangulado su vida con un puño de hierro y no soltaba por mucho que se debatiera para intentar soltarse. La triste realidad comenzó cuando tuvo que vivir con su tía a causa de la muerte de sus padres. apenas tenía diez años entonces y la niñera de su tío descubrió su ingenuidad, arrebatándole su inocencia al abusar sexualmente de él. Una vez hubo probado la fruta prohibida, Chinedu quedó reducido a una herramienta en manos de la niñera, ya que siguió abusando de él para satisfacer su anormal apetito sexual.
Un día, el joven se colapsó después de haber tenido una jornada maratoniana de sexo con la niñera la noche anterior. la niñera, que era quince años mayor que él, le ofreció una pócima de malta y leche para reanimarlo. Este abuso continuó hasta que la tía de Chinedu se enteró de lo que estaba ocurriendo y despidió fulminantemente a la niñera, pero eso no puso fin a la inmoralidad de Chinedu. Contrataron a una niñera nueva, y él continuó desde el mismo punto en que lo había dejado con la anterior. De alguna manera, se encontró haciendo las mismas cosas con la nueva, pero no duró mucho porque su tía volvió a descubrirlo. Las consecuencias fueron muy serias: Chinedu fue devuelto a su pueblo.
Una vez allí, su problema empeoró. Su batalla contra el espíritu de lujuria alcanzó cumbres preocupantes. El deseo de tener relaciones sexuales se había vuelto persistente en su cabeza. Según sus palabras, era para él como la comida: no podía pasar sin ella. Un día, enfrentado al dilema de cómo sacia su deseo carnal, un espíritu le habló a su mente, diciendo «¿por qué no pruebas con una gallina?». Como un robot controlado a distancia por aquel espíritu diabólico, Chinedu se levantó, cerró la puerta de su casa y comenzó a perseguir a una gallina a la que terminó atrapando y con la que tuvo sexo. Ese salvaje deseo orquestado por el espíritu diabólico también lo empujó a dormir con una cabra.
La severidad de la posesión que aquel espíritu diabólico y maligno desencadenó multitud de reacciones carnales, y llegó a un punto en el que no podía controlar su deseo de mantener relaciones dentro de su propia familia. En lo que podría describirse como incesto inducido, llegó a acostarse con su sobrina. El Espíritu continuaba utilizándolo a su antojo, ya que había aprisionado su capacidad de razonar, desatando su naturaleza carnal de modo que no pudiera controlar su pensamiento ni sus actos. A medida que fue pasando el tiempo, su caso degeneró, y acabó desarrollando el deseo de mezclarse con mujeres casadas, en particular las de más edad. Para describir cómo aquel espíritu le utilizaba, explicó a Emmanuel TV , «Cuando me llegaba el deseo, no descansaba hasta haber hecho el amor».
Un día en particular, abordó a una mujer loca que iba por una carretera. Hizo cuanto pudo por convencerla, pero ella no sucumbió, ni siquiera cuando le ofreció dinero. Fue en aquel momento, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, cuando supo que algo espiritual iba muy mal en él. Fue su necesidad de liberación lo que lo llevó hasta La SCOAN hace ahora dos semanas. El hombre de Dios lo localizó y expuso sin tapujos su problema: «Hay un hermano aquí. A menudo te encuentras con animales. Es afecto por los animales… tienes relaciones con animales. Estás en disposición de decirnos con qué animales has tenido encuentros durante este tiempo».
Chinedu recibió su liberación cuando el Profeta T.B. Joshua oró por él en la Línea de Oración. Desde aquel domingo, el espíritu de lujuria le ha abandonado y, dando gracias a Dios durante su testimonio del pasado domingo, reveló cómo su negocio, una vez próspero, había quedado destrozado por aquel mismo espíritu de lujuria, del que ya no estaba preso tras su encuentro con el hombre de Dios: «Después de que el hombre de Dios orara por mí, comencé a sentirme muy ligero y a no tener ya aquella sensación». Chinedu dejó el siguiente consejo: «Sea lo que sea lo que estés atravesando, confía en el Señor».
Después de liberarlo, el Profeta T.B. Joshua y los socios de Emmanuel TV le entregaron la cantidad de cien mil nairas para ayudarle a establecerse en su nueva vida en Cristo.
ESPERANZA RENACIDA: DE UNA CÁRCEL EN BOTSWANA A UNA NUEVA VIDA EN CRISTO
La muerte de su padre había abierto un nuevo capítulo en la historia de su vida. Contemplaba el futuro con optimismo y confiaba en que sus hermanos le ayudarían a lograr sus sueños, pero terminaron por mantenerlo a distancia, negándose a ofrecerle ayuda ninguna. Pero Johnson no iba a rendirse. Decidió reclamar la parte de la herencia de su padre que le correspondía; un pedazo de tierra, y la vendió por ochocientas mil nairas, un dinero que utilizó para mudarse a Sudáfrica. Y aunque logró llegar a este país, fue abandonado allí sin documentos de identidad aun habiendo pagado por ellos. Pronto se dio cuenta de que había sido estafado por un cártel que operaba desde Nigeria y que tenía cómplices en Sudáfrica.
Quedó reducido a ser un inmigrante ilegal, ya que carecía de documentos que lo empoderaran para vivir en el país, de modo que la única opción que le quedó fue vivir en sus calles. Durante cinco años llevó una vida de privaciones en las calles de Sudáfrica. Dormía tirado en el suelo y mendigaba para comer. El tiempo a veces no era favorable, pero él seguía desafiando a los elementos. Ni siquiera los pequeños trabajos manuales que le fueron surgiendo duraron, ya que se sentía de continuo perseguido por los sentimientos de inadecuación e inseguridad, generados por estar viviendo en un país que no era el suyo y sin documentos legales. Otro nigeriano al que le dolía ver el nivel de sufrimiento que estaba experimentando, prometió llevarlo cerca de Botswana y cruzarle la frontera de manera ilegal.
El viaje hasta allí a través de espesos bosques y montañas resultó tedioso y arriesgado, ya que tenían que avanzar con rapidez para no ser descubiertos y quizás tiroteados por los soldados que patrullaban las fronteras. También cabía la posibilidad de que se encontrasen con animales salvajes que los habrían devorado. En Botswana, Johnson comenzó a trabajar en una empresa de venta de autos, donde conoció a una mujer de aquel país que le prometió ayudarle a lograr sus documentos a condición de que se casara con ella. Poco a poco comenzó a ganar dinero con las comisiones que cobraba por vender, y sus ganancias fueron paulatinamente amentando hasta alcanzar un buen nivel.
Los problemas llegaron cuando ella le pidió dinero para montar un negocio de importación y él no pudo proporcionárselo. Su «esposa» creía que las grandes sumas de dinero que le había visto contar en varias ocasiones eran suyas, cuando en realidad pertenecían a los propietarios de los vehículos, que eran sus jefes. Pero que no se lo prestara la ofendió, de modo que puso en conocimiento de las autoridades su estatus de inmigrante sin papeles. La policía se personó en el negocio haciéndose pasar por clientes que querían comprar un vehículo, pero con la única intención de detenerlo. Pasó por varias comisarías de policía y acabó siendo trasladado a una prisión junto con otros inmigrantes de procedencia nigeriana. Fue tras una sesión de oración en la cárcel cuando Jesucristo intervino y abrió el camino para que fueran devueltos a Nigeria.
En cuestión de días, Johnson y sus compatriotas nigerianos pudieron volver a su país, pero Jonson era consciente de que aún necesitaba ayuda espiritual y material para empezar una nueva vida, de modo que acudió a La SCOAN hace dos domingos en busca de redención. El hombre de Dios, guiado por el Espíritu Santo, le localizó y reveló todo lo que había tenido que pasar: «Tenemos un hermano aquí que acaba de volver de prisión. Fuiste arrestado en un país extranjero y deportado. Fue una experiencia angustiosa. Fue tu esposa quien te denunció. No sé lo que puedes haber hecho. Has hecho algo malo, pero Jesús todavía te ama…», dijo el hombre de Dios. Al escuchar la profecía, Johnson salió al frente de la congregación porque supo que era para él.
Johnson recibió la liberación el penúltimo domingo y, desde entonces, ha mantenido alta la moral, deseando llegar a las puertas abiertas y el progreso que le esperan en los próximos días. Testificó el domingo pasado, acompañado por otros cuatro nigerianos que estuvieron en prisión con él, y explicó lo que Dios ha hecho en su vida mediante el hombre de Dios, el Profeta T.B. Joshua, desde cuando estaba en la cárcel de Botswana hasta cuando fue liberado había dos semanas ya en la Arena de la Libertad. «No viajen al extranjero sin tener los documentos necesarios o una forma de ganarse la vida», aconsejó a todos.
Después de escuchar su angustiosa experiencia, el Profeta T.B. Joshua y los socios de Emmanuel TV aportaron la suma de doscientas cincuenta mil nairas para que los deportados puedan iniciar una nueva vida.
«EL PODER DE DIOS A TRAVÉS DE SU PROFETA ME RESTAURÓ Y ME LEVANTÓ»
Desde 2012, Carolina Ozuma venía teniendo dificultades para caminar a resultas de un accidente doméstico. Tiempo después y como consecuencia de ese accidente, le diagnosticaron espondilosis lumbar y degeneración de una rodilla. En un principio no sentía mucho dolor, pero hacia finales de 2016, los dolores se dispararon y su estado comenzó a ser tan penoso como si llevara pinchos clavados en la carne. La vida le era muy amarga. Apenas podía hacer nada. Ni siquiera las tareas domésticas más habituales, y dependía de sus hijos para casi todo. Cuando ya no pudo soportar más los dolores, consultó con un yerbatero que le dijo que los dolores se los estaba provocando un problema sanguíneo.
Otro practicante de medicina herborista llegó a hacerle una sangría en un intento de amortiguar un poco su padecimiento, pero por desgracia solo consiguió que su padecimiento creciera en intensidad y frecuencia. Otro yerbatero le dijo que debía drenarle la pierna, ya que era un agua perniciosa la responsable de su situación, pero todo resultó ser un cuento chino y sus dolores siguieron aumentando. Fue en la Universidad Usman Dan Fodio de Sokoto, de Nigeria, donde por fin le diagnosticaron la espondilosis lumbar y la degeneración ósea de la rodilla, y le fue indicado el uso de un corsé.
Aunque el corsé lumbar le ofreció un alivio temporal, cada vez que se lo quitaba volvían los dolores. Cansada de tanto padecimiento diario, Carolina acudió a La SCOAN dos semanas atrás, convencida de que Dios le daría sanidad. Aquel día estaba en el auditorio de la iglesia cuando el Profeta T.B. Joshua ministraba oración a la congregación, y dispuesta a que la mano sanadora del hombre de Dios no pasara de largo, comenzó a gritar nada más verlo: «¡Hombre de Dios, ayúdeme! ¡Ayúdeme, hombre de Dios!» El profeta se acercó a ella y le dio dos toques en la pierna. Con eso bastó. «En cuanto el Profeta T.B. Joshua oró por mí, el dolor desapareció y pude volver a caminar», declaró a Emmanuel TV.
La señora Ozuma testificó el domingo pasado, llena de gozo. Delante de la congregación, se quitó el corsé que había llegado a formar parte de su persona y declaró que ya no lo necesitaba, ya que su sanidad es total y permanente. También reveló que el Profeta T.B. Joshua había liberado a su hijo, que reside en Italia, y que él ha recibido el permiso de residencia en este país europeo.
«DIOS DESAFIÓ EL VEREDICTO MÉDICO E HIZO DESAPARECER MI ESPONDILOSIS LUMBAR Y CERVICAL»
La carrera de Sekem Pierre en el ejército se había visto amenazada por dos problemas de salud que lo debilitaban, dificultándole el caminar y el desempeño de sus deberes oficiales. Los médicos le habían diagnosticado espondilosis lumbar y cervical, para la que según ellos no había remedio, a menos que recurriera a la cirugía. Toda una bomba. Y ni siquiera la cirugía le garantizaba un éxito al cien por cien. Más bien se basaba en las probabilidades. Este oficial del ejército camerunés estaba con frecuencia de mal humor debido al precio que su problema de salud le había pagar ya que, desde el cuello a la cintura, el dolor campaba a sus anchas.
Según sus propias palabras, incluso había «perdido su autoridad» como esposo. Estando sumido en la lucha contra el dolor en un hospital militar de Douala fue cuando conoció Emmanuel TV. Su padecimiento había agotado la mayor parte de su energía y sus recursos desde 2010, pero Sekem no perdió tiempo en acudir a La SCOAN.
Durante el Servicio Especial de Sanidad que se había organizado para celebrar el cumpleaños del Profeta T.B. Joshua en 2016, el señor Pierre visitó La SCOAN y se encontraba entre los creyentes que aguardaban en la Línea de Oración para recibir un toque ungido del hombre de Dios. Su sanidad fue instantánea en cuanto el hombre de Dios le tocó. Según él, la experiencia fue milagrosa en su totalidad porque los dolores que habían aplastado su gozo desaparecieron en cuestión de segundos tras su encuentro con el Profeta T.B. Joshua, en el nombre de Jesús. Desde aquel día hasta la fecha presente, no ha vuelto a tener que quejarse. Su sanidad es absoluta y ha recuperado su «autoridad» en casa. De hecho, tiene un bebé que lo demuestra.
Pero la unción que provocó su sanidad total no terminó ahí, sino que sirvió para pavimentar el camino a la gloria en su vida y en su carrera. En el mismo año 2016, fue ascendido al rango de teniente en el Ejército de Camerún, un ascenso que fue una sorpresa para muchos, especialmente para aquellos que antes lo veían acabado. Desde su encuentro con el hombre de Dios, ha vuelto a poder practicar deporte. Un enamorado del fútbol, ha podido volver a calzarse las botas. Estuvo en La SCOAN el domingo pasado para testificar sobre su sanidad y su ascenso, acompañado por su esposa y su cuñada, y tras expresar su gratitud hacia Dios por haberlo ayudado a levantarse de nuevo, le dijo a la congregación que la vida sin Cristo es miserable. «Esta enfermedad me ha ayudado a darme cuenta de que, con Dios, todas las cosas son posibles.»