NADA PASA SIN UN MOTIVO – Menciona a cualquier gran personaje Bíblico y verás cuánto dolor tuvo que soportar para llegar a un nuevo nivel en la vida. El principio de la vida es que para todo hay un propósito. Es decir, nada ocurre sin un motivo. A menos que comprendas este principio, estarás destinado a desesperarte o a murmurar cuando las cosas parezcan ir en contra de tus expectativas.

Si Ana se hubiera impacientado por no poder tener un hijo como esperaba, habría buscado otros atajos para lograr su deseo y la historia habría cambiado. Hoy, muchos han cambiado la historia de sus vidas por su incapacidad de ver más allá de su situación inmediata.

Aquellos que ven más allá de su situación inmediata no se desesperan ante la decepción aparente. ¿Has recibido una carta de despido? Recuerda que muchos hombres de éxito de hoy en día tuvieron una vez la misma experiencia y por ello pasaron a un nivel superior en la vida. Tu situación, ¿es la tardanza en casarte o el retraso en tener un hijo? ¿Es la incapacidad de conseguir un trabajo a pesar de tus esfuerzos y cualificaciones? ¿Es la pobreza a pesar de tus esfuerzos y buena voluntad? Como Cristiano, piensa bien y verás el propósito de Dios en tu situación. Es decir, detrás de tu situación están las promesas de Dios para tu vida.