El orden superior de Cristo – Hoy en día, ya no somos conscientes de nuestro pecado. Por eso acudimos a Jesús con nuestras peticiones y quejas sin tener en cuenta Su pureza. Jesús sabe quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes seremos. En otras palabras, Jesús conoce nuestro pasado, presente y futuro. Pedro era consciente de su pecado. Por eso Le pidió a Jesús que Se alejara de él, sabiendo que la pureza de Jesús podría no tolerar su naturaleza pecaminosa. Muchos de nosotros no vendríamos hoy a la iglesia si no hubiéramos sido sensibilizados por las vicisitudes de la vida, los altibajos de la vida. Es decir, has agotado todas las ventajas que creías tener en el mundo y ahora estás tan cansado y harto del mundo que por eso estás dispuesto a abrazar el orden superior de Cristo. Recuerda, en el nuevo orden de Cristo hay paz, no como la que da el mundo; hay bendición, no como el mundo la da; hay liberación, no como el mundo la da; y hay sanidad, no como el mundo la da (Juan 14:27).

La vida es demasiado corta para perder el tiempo en cosas que no tienen ningún significado o valor duradero. Si sabemos que nuestro tiempo es limitado, es decir, todo el mundo tiene un principio y un final, debemos aprovechar la vida al máximo. Al poner nuestra confianza en Cristo, sabiendo que sólo Él puede dar un valor duradero a nuestras vidas, cuando miramos hacia un nuevo día podemos decir con el salmista: «Mi esperanza está en Ti». Sólo Dios puede liberarnos de una vida de actividades sin sentido.