El hombre de Dios, el Profeta T.B. Joshua, emitió un mensaje dirigido a los espectadores de todo el mundo titulado DEJA QUE DIOS TE LIBERE. El mensaje se centró en las relaciones y en la necesidad de permitirLe a Dios que dirija nuestros actos. También animó a los espectadores a no dar por terminadas las relaciones a causa de desacuerdos o peleas, ya que tales escenarios crean tensión y ahogan el espíritu del perdón: «Como Cristianos, no abandonamos nuestras relaciones por causa de un desacuerdo o una pelea. El origen de todas las relaciones está en Dios. El hombre que es tu enemigo hoy, mañana puede ser tu salvador».

Según el hombre de Dios, los Cristianos no debemos llevar con nosotros las ofensas recibidas a las nuevas relaciones que establecemos después de haber acabado con la anterior.  Él dijo que de la misma manera en que dejamos una relación previa será la manera en la que dejaremos la nueva relación si guardamos ofensas: «Tanto si estás en lo cierto como si estás equivocado, no tienes derecho a arrastrar ese conflicto y establecer otra relación». El Profeta T.B. Joshua recordó a la congregación y a los espectadores de todo el mundo que nadie logra el éxito solo, y por lo tanto es necesario poner a un lado las ofensas, perdonar y olvidar, con el fin de avanzar hacia el futuro brillante que nos aguarda. Añadió que Jesús conocía perfectamente ese principio, y que esa era la razón por la que tenía discípulos: «No puedes lograr el éxito solo. Necesitas a los demás. Jesús lo sabía, y por eso tenía a sus discípulos».

Además, lamentó el triste hecho de que muchas personas han perdido la oportunidad de que Dios acudiera a visitarlos al darse por ofendidos y abandonar el lugar que Dios tenía dispuesto para que ellos lograran el éxito. De esta manera, los instó a darse cuenta de que el demonio siempre estará intentando ofenderlos cada vez que están en el lugar que Dios quiere que estén: «Si estás en un lugar donde Dios quiere que estés, el demonio intentará ofenderte para que abandones ese lugar».

Para concluir, el Profeta T.B. Joshua aconsejó a todos los Cristianos del mundo que esperen por Dios en cualquier circunstancia, en lugar de tomar decisiones precipitadas, instigadas por sus facultades humanas: «No importa la crisis, No se rindan, esperen pacientemente que Dios los libere».

 TESTIMONIOS

CÁNCER DE MAMA BORRADO POR EL ESPÍRITU DE DIOS

La joven Uzoamaka había sido diagnosticada de cáncer de mama a una temprana edad, pero había sido capaz de mantener viva la esperanza inspirándose en los mensajes del Profeta T.B. Joshua retransmitidos por Emmanuel TV.

Su peregrinaje de un hospital a otra era interminable, pero cuantas más medicinas tomaba, cuantos más tratamientos recibía, peor se encontraba. A pesar de la enorme cantidad de dinero que se había gastado en esa búsqueda de una solución médica, no parecía haber cura para su mal.

El hecho en sí de pensar que el cáncer es una enfermedad incurable era otra carga que acarreaba sobre los hombros. Había noches interminables en las que su madre, destrozada, lloraba sin consuelo lamentándose por la terrible suerte que estaba corriendo su hija.

En enero de 2016, Uzoamaka visitó La SCOAN y oró con el Profeta T.B. Joshua en la Línea de Oración. Había estado viendo Emmanuel TV con anterioridad, y creía que la sanación de manos de Dios era posible. El hombre de Dios oró por ella y la liberó, con lo que Uzoamaka durmió plácidamente por primera vez desde hacía meses.

En cuestión de días, el pecho que albergaba el tumor canceroso sanó, y la boca por la que manaba sangre y pus se cerró.

Cuando volvió al hospital en el que la habían diagnosticado, no le encontraron nada en absoluto. Incluso los médicos expresaron la sorpresa que era verla sanada. Y es que la historia de la señorita Uzoamaka es uno de los muchos ejemplos del ilimitado poder de Dios; solo Él puede lograr lo imposible.

De nuevo en La SCOAN para dar las gracias a Dios, acompañada por su madre, la joven dijo: «Aconsejo a los espectadores que se aferren a Dios y que crean en su Profeta. Así todo les irá bien».

LA DEPRESIÓN PIERDE SU PODER MALIGNO EN EL NOMBRE DE JESÚS

Edna Myindo, de origen ugandés pero residente en Reino Unido con su familia, comenzó a tener problemas de visión desde una temprana edad. Inexplicablemente lo veía todo borroso. Los médicos la examinaron y determinaron que necesitaba gafas, ya que su visión defectuosa le afectaba sobremanera; incluso estaba teniendo un impacto negativo en su rendimiento escolar, antes impecable. Sus compañeros de clase la acosaban por ello, y eso también tuvo un gran peso psicológico para ella, hasta el punto de que comenzó a pensar que no había sitio para ella en este mundo.

En su opinión, cualquier otra persona era mejor que ella, y dado el rechazo con que la trataban sus compañeros, no tenía a nadie con quien poder compartir sus problemas, de modo que comenzó a autocompadecerse. Lloraba con frecuencia, y se había resignado a su destino fatal. Como modo de escapar a todas sus preocupaciones, empezó a barajar la posibilidad de suicidarse, y esa tendencia suicida se materializó en intento de lesionarse a sí misma cortándose la muñeca con una cuchilla, o tomando una sobredosis de medicamentos que la dejó inconsciente. Incluso llegó a decir que se iba a quitar la vida tirándose a las vías del tren.

Edna tenía pesadillas en la que unas fuerzas invisibles la empujaban a abandonar las cosas de Dios y a unirse a las del mundo, y aunque a ella le gustaban las cosas de Dios, no podía explicar por qué le resultaba tan difícil servirlo en Espíritu y en verdad. Acabó haciéndose adicta a Internet y al alcohol, y se gastaba el dinero comprando cosas que no quería en realidad, todo ello intentando encontrar la felicidad.

Pasó por varias iglesias intentando encontrar una solución, pero ocurrió algo que le cambió la vida. Hace dos domingos Edna visitó La SCOAN acompañada por su madre. En el momento en que se empezaba a ministrar el Agua de la Mañana en nombre de Jesús, los espíritus del mal que la atormentaban manifestaron y reconocieron sus intentos por destruirla. En ese mismo momento fue liberada, y todo comenzó de nuevo para la joven que antes era solo un objeto en manos de las fuerzas del mal.

Agradeciendo a Dios su intervención, Edna y su madre expresaron toda la alegría que sentían por lo que Él ha hecho en su vida y aconsejaron a quienes las escuchasen que hagan de la Palabra de Dios el pilar de su vida.