La gloria del cielo se derramaba sin trabas sobre el auditorio mientras el coro hacía lo que sabe hacer como nadie: mantener a la congregación en pie con sus canciones de alabanza y adoración. Su mensaje preparaba el terreno para la reflexión serena, el arrepentimiento y el perdón, y creaba la plataforma perfecta para que el mensaje del Evangelista Daniel calase hondo en el corazón de los hijos de Dios.
UN CORAZÓN QUE PERDONA ES UN CORAZÓN QUE HA SIDO BENDECIDO, fue el título de su mensaje, centrado en la necesidad que tenemos los cristianos de perdonar a aquellos que nos ofenden para lograr deshacerse de los obstáculos que interfieren con las bendiciones de Dios. En sus palabras, «La razón por la que perdonar es tan importante es porque una relación no la sostienen personas perfectas. No existe la persona perfecta en este planeta». Nadie está libre de cometer errores y por lo tanto nadie debe despreciar a otro ser humano por los errores que cometa. Y los cristianos por encima de todos debemos ser cautos a la hora de responder ante una persona que ha cometido un error, ya que precisamente nuestra respuesta puede acabar siendo un error en sí misma: «Nuestra respuesta ante una persona que ha cometido un error puede ser a su vez otro error si no tenemos cuidado».
Citando las escrituras, ofreció ejemplos en los que ver que amar y orar por aquellos que nos han hecho daño nos aleja de los sentimientos destructivos que ensombrecen nuestro rostro ante Dios: «Si amamos a nuestros enemigos y oramos por aquellos que nos odian, esa disposición nos liberará de sentimientos tan destructivos como la ira, la amargura, el deseo de venganza y muchos otros».
Para concluir, nos animó a todos a emular a Cristo, que fue capaz de orar por aquellos que lo crucificaron, y a reflexionar sobre que, cuando nos mostramos incapaces de perdonar, es porque no hemos comprendido o recibido el perdón de Dios.
TESTIMONIOS
UN MARIDO ESPIRITUAL SUCUMBE ANTE EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Criado en una familia que no era muy religiosa, la señora Douglas descubrió al hacerse mayor, que había en ella un poder extraño que controlaba su vida. Quizás el gusto de su padre por las prácticas tradicionales pesaba negativamente en su vida espiritual, y aunque su madre intentaba servir a Dios, la devoción no era tan sólida como cabría esperar. De joven, la señora Douglas era conocida por su afición a causar problemas: menospreciaba a los demás y siempre estaba dispuesta para la pelea. No mostraba la mas mínima consideración por los mayores y estaba convencida de que el mundo giraba a su alrededor. El hecho de que su padre fuera el propietario del edificio en el que vivían agudizaba el problema, porque para ella ser la hija del dueño le otorgaba un estatus superior al de sus inquilinos.
Ese poder que controlaba su vida pronto se manifestó, estando de visita en casa de su hermana mayor. Mientas dormía, un marido espiritual yació con ella, y cuando se despertó, descubrió que en efecto su ropa interior estaba bajada, y cuanto más intentaba asimilar esa extraña realidad, más crecía su confusión. Gradualmente el espíritu de la ira fue vertiendo su ponzoña en su alma y llegó a causar tantos problemas que la familia comenzó a desconfiar de su temperamento. Gritaba a todo el mundo, fuera cual fuese su edad o su estatus. No tenía miedo de nada.
Fue precisamente su temperamento el que terminó por aislarla de su familia. Su hermana mayor la llevó a distintos sitios en busca de una solución, pero todo acababa siendo una pérdida de tiempo y energía, que no hizo sino empeorar la ira, la grosería y el espíritu dominante de su hermana pequeña. Cuando se casó, su esposo comenzó a experimentar sus insoportables actitudes: no obedecía sus instrucciones; al contrario: era ella quien le daba las órdenes, haciéndole sentir la esposa de la casa. En una ocasión concreta, llegó a maniatarlo y a arrancarle la ropa, dejándolo casi desnudo por no satisfacer sus deseos. También abandonó sus estudios universitarios en dos ocasiones, debido a su ira y a su falta de paciencia.
Su carácter era, definitivamente, iracundo. Incluso en el colegio de sus hijos se peleaba con otros padres a la menor provocación, lo mismo que cuando iba conduciendo: bajaba la ventanilla y se despachaba a gusto con cualquiera. El marido espiritual que la poseía la había desposeído del sentido del decoro y la vergüenza, y la manejaba a su antojo. En otra ocasión, mientras se llevaban a cabo los preparativos para el funeral de su padre, llegó a atacar a su hermana mayor con una botella rota porque decía que su plan era mejor que los demás. Incluso sus hijos la evitaban porque siempre era brusca con ellos. Preferían la compañía de su padre.
Un día, tras discutir con las peluqueras por dejarla sin peinar para irse a orar con el Profeta T.B. Joshua en la televisión de la tienda, a través de Emmanuel TV, la señora Douglas volvió a su casa y se encontró con que también allí estaba sintonizada la cadena. Su marido le pidió que viera la emisión y que orara junto al hombre de Dios, y aunque ella lo hacía cuando él estaba en casa, en cuanto salía cambiaba de canal. Pero al poco comenzó a darse cuenta de que, siempre que veía la cadena, sentía una especie de paz interior y se mostraba más relajada con su marido. Fue él quien la animó a conocer La SCOAN, y se llevó una gran alegría cuando accedió a ir con él a la Arena de la Libertad.
La señora Douglas cayó en la red del Espíritu Santo hace dos domingos, mientras los evangelistas ministraban el Agua de la Mañana, lo que obligó al marido espiritual a confesar todas las maldades que había cometido con ella. Con aquella liberación, el amor y la paz volvió a su familia.
Acudió a compartir su testimonio acompañada por su esposo y sus hijos, y atestiguó que su vida había mejorado. Lamentaba todo lo que había hecho bajo la influencia demoníaca de aquel espíritu, y confesó que el amor y la paz que ahora disfruta son indescriptibles: «El espíritu de la ira es real, pero no huyáis de Dios por ello», fueron sus palabras de consejo.
LA RECOMPENSA DE SEGUIR EL CONSEJO DEL PROFETA
Chimaroke Nnaji es ingeniero de profesión, y lo que llamó su atención del Profeta T.B. Joshua fueron sus profecías sobre la agricultura. El hombre de Dios había profetizado que el petróleo perdería valor en el mundo y que la agricultura bien podría ser la salida a la crisis. Su esposa oyó la profecía y lo animó a seguir el consejo, y él, aunque en un principio se mostró reacio, que otro amigo suyo mencionase esa misma profecía durante otra estancia en La SCOAN lo convenció de que era un mensaje de Dios. Sin más pérdida de tiempo puso en marcha una piscifactoría en su casa, y en cuestión de tres meses, empezó a recoger su fruto.
El señor y la señora Nnaji registraron su granja y siguieron vendiendo y procesando sus productos bajo su propia marca. A medida que el negocio crecía, fueron adquiriendo nuevos terrenos para construir nuevas piscifactorías y se embarcaron en otras formas de agricultura. También probaron suerte con una plantación de palmeras, y a día de hoy, los clientes hacen fila para importar sus productos. Según relató el señor Nnaji, han hablado con muchas agencias sobre el procesado y la exportación de su producción.
Con la intención de dar las gracias a Dios, acompañado por su esposa y sus hijos, que ya trabajan en la empresa familiar, estuvo en La SCOAN, y dejó un consejo: «Dios no falla cuando seguimos Su palabra».
FIN DEL CAMINO PARA EL ESPÍRITU PERVERSO DE UNA PITÓN
Nivard Malcolm había empezado a tener sensaciones extrañas a raíz de haberse tomado una poción preparada por un celebrante de vudú con la promesa de que le limpiaría de todas las impurezas. Desde ese día, no había vuelto a ser él mismo. Sabía que algo le pasaba, ya que sentía una presencia extraña dentro de él, y todo cuanto había hecho por deshacerse de ello había resultado inútil. Nivard, originario de las Islas Vírgenes, comenzó a tener pesadillas en las que veía serpientes, en concreto pitones. Poco a poco su solvencia económica fue encontrándose con dificultades, no lograba casarse y el insomnio no le dejaba descansar.
Estando sometido a todos esos apuros, un amigo le habló del Profeta T.B. Joshua. Nivard buscó información sobre él en Internet, y se convenció de que Dios estaba presente en La SCOAN. Aunque tardó un tiempo en ahorrar el dinero necesario para el desplazamiento, por fin logró viajar a Nigeria desde Estados Unidos, que es donde reside.
Cuando se estaba celebrando el Servicio Dominical de hace dos semanas, la bendición le alcanzó y la pitón que llevaba dentro se manifestó: «Yo lo controlo. Su cuerpo me pertenece. Iba a ser un gran músico… pero no se casa. No encuentra mujer. Su amo es quien me puso aquí dentro».
El Espíritu Santo se apresuró a echarla del cuerpo del desventurado joven.
Nivard Malcom se personó en La SCOAN para compartir su testimonio este pasado domingo, lleno de felicidad por su recuperada libertad y la nueva paz de que disfruta. Según nos contó, ahora puede reflexionar con claridad y duerme sin pesadillas que lo acosen. Recomendó a los presentes que desistieran de dejarse aconsejar por sanadores y sacerdotes que solo consiguen destrozarle la vida a la gente, y animó a aquellos que necesitan solución para algún problema que busquen el rostro de Dios en cualquier iglesia viva donde puedan ser liberados.
SANADO DE UNA ERECCIÓN PERMANENTE Y BENDECIDA CON UN HIJO DESUPÉS DE AÑOS DE ESTERILIDAD
El señor y la señora Udu se habían casado, pero no lograban disfrutar de la paz que se supone debe acompañar a un matrimonio cristiano. Aparte de la esterilidad que les impedía tener hijos, el señor Udu sufría el acoso de un marido espiritual que andaba siempre tras su esposa y que a él lo sumía en violentas batallas durante el sueño. Como a la postre el espíritu no logró doblegar al señor Udu, decidió dejarle algo para que lo recordara siempre: priapismo, o lo que es lo mismo, una erección constante imposible de reducir. Durante días este nativo del estado de Delta, en Nigeria, sufrió intensos dolores por la constante inflamación de las venas. Cuando por fin se dio cuenta de que la situación se le escapaba de las manos, acudió a La SCOAN, donde el hombre de Dios oró por él en la Línea de Oración, y fue liberado gracias al poder del Espíritu Santo. También se le hizo entrega del Agua de la Mañana.
Una vez liberado del marido espiritual, el siguiente desafío era tener un hijo, para lo cual el señor Udu y su esposa oraron y se ministraron el Agua de la Mañana. Tras su unión como marido y mujer y para mayor gloria de Dios, la señora Udu quedó embarazada.
Todo transcurrió bien en el embarazo hasta que, llegado el séptimo mes, descubrieron que el bebé venía de nalgas. Pero la señora Udu estaba convencida de que el bebé que llevaba en su seno era un hijo de Dios, y no quiso que se le hiciera nada. Ella continuó orando y ministrándose el Agua de la Mañana. Unos días después, el feto volvió a su posición normal.
Cuando llegó el momento del parto, el demonio intentó hacerse notar. Siguiendo el consejo de su madre, la señora Udu acudió a un médico de medicina tradicional que dijo que una cuerda retenía al bebé dentro de su vientre y que el parto iba a ser muy difícil, pero ella no se dejó amilanar por semejante declaración, y siguió convencida de que su hijo era producto de la oración y de la fe en Dios, nacería de modo normal. Y volvió a ministrarse el Agua de la Mañana. En cuestión de minutos, el parto llegó a su momento crítico y fue trasladada a una maternidad, donde dio a luz a una niña a la que bautizaron con el nombre de Divine.
En su testimonio, marido y mujer expresaron su inmensa gratitud hacia Dios por haberle dado la vuelta a sus vidas.
REUNIÓN DIVINA UNA VEZ QUE EL ESPÍRITU SANTO SE HIZO CARGO DEL CASO
Por haber aplicado un castigo físico a sus hijos tras una pelea, la señora Ani y su marido perdieron la custodia de los niños y los servicios sociales del Reino Unido se hicieron cargo de ellos de acuerdo con la Ley de Protección de la Infancia que rige en aquel país. El caso fue llevado a los tribunales, pero el proceso se demoró dos años, un tiempo que para los padres fue tremendamente duro, al estar separados de sus hijos. El señor Ani echaba de menos el afecto de sus cuatro hijos y los momentos que pasaba con ellos antes de aquel desafortunado incidente. Desesperado, acudió a La SCOAN desde el Reino Unido para ver al Profeta T.B. Joshua, que oró por él y le dio Agua de la Mañana para él y sus hijos.
De vuelta ya, llevó el Agua de la Mañana a sus hijos a los Servicios Sociales. Aquella misma noche soñó con que el hombre de Dios aparecía en la sala del tribunal y ordenaba que se recusara al juez que presidía el caso. Unos días después de haber tenido ese sueño, el juez fue efectivamente sustituido por otro quien, después de revisar el caso, se apiadó de los Ani y ordenó que incluso fueran compensados económicamente, además de devolverles la custodia de sus hijos. En la actualidad, viven todos juntos dos años después de estos hechos.
Dando gracias a Dios en compañía de sus cuatro hijos, la pareja declaró que «no hay nadie como Dios».
LOADO SEA EL SEÑOR POR RESTAURAR UN MATRIMONIO
Tiempo atrás, el señor y la señora Ifeanyi habían estado en La SCOAN, ya que el señor Ifeanyi había recibido una profecía de manos del Profeta T.B. Joshua acerca del mal estado de su matrimonio. El hombre de Dios le pidió que volviera con su esposa, quien por su parte había dejado bien claro que solo el profeta T.B. Joshua podía arreglar los problemas que tenía con su marido. El hombre de Dios había aconsejado a la pareja que, bajo la guía del Espíritu Santo, dejasen a un lado sus diferencias y abrazaran la paz como marido y mujer. La pareja siguió su consejo y, desde entonces, la paz y el afecto recuperado han hecho de su hogar un lugar maravilloso.
La pareja se personó en La SCOAN este domingo para dar testimonio de la felicidad, la paz y las bendiciones que han seguido a su reconciliación. Marido y mujer se declararon llenos de gratitud hacia Dios por haber arreglado su matrimonio, y animaron a todas las parejas a ser tolerantes el uno con el otro y a buscar la intervención de Dios cuando el desafío al que se enfrenten exceda la capacidad humana. La señora Ifeanyi, que hablaba como una evangelista, aconsejó a quienes tuviesen problemas maritales que se acercasen a Dios. Los animó a no rendirse y a abrazarse a la oración, y a no tener en cuenta las ofensas. Según ella, no hay problema marital que el poder de la liberación no pueda solucionar.
La pareja dio también las gracias a Dios porque utilizase al Profeta T.B. Joshua como herramienta para su reconciliación, y porque él les hubiera ayudado a redescubrir el amor que se escapaba de su matrimonio. Se marcharon dejando las siguientes palabras de consejo: «Para que un matrimonio funcione no hay fórmulas mágicas. Solo hay que pedirle a Dios que nos conceda la gracia para seguir adelante».