La atmósfera estaba desbordante de gozo y de gloria, y la congregación se unió al coro en cánticos y danzas para alabar y adorar. Oriundos de distintos países, agitando sus banderas, irradiaban la misma confianza en la capacidad de Dios para darle la vuelta a sus situaciones. Su fe resultaba perfectamente visible por el modo en que se comportaron a lo largo de todo el servicio.

El Profeta T.B. Joshua acababa de llegar de su viaje a Tierra Santa, y guió a la congregación en una excursión virtual por Israel y las notables experiencias que allí había tenido. Durante unos diez minutos, la congregación estuvo viendo imágenes de su estancia a través de Emmanuel TV  y de cómo fue recibido por los alcaldes de Jerusalén, Tiberíades y el Valle del Jordán, así como por otros importantes dignatarios.

Hablando de cómo su misión de alcanzar un mundo atribulado le había precedido hasta Israel, dijo: «Servimos a Dios con nuestras vidas, pero creemos servirle con la Biblia; pareces olvidar que tu vida predica mejor que tu boca. Tu vida puede predicar un mejor sermón que tu boca».

El profeta explicó cómo en sus treinta años de ministerio, él decidió seguir el camino del amor y animó a todos los presentes a seguir su ejemplo y no destruir ninguna relación sin dejar posibilidad de reparación: «Hoy, destruyes tus relaciones sin dejar posibilidad de reparación debido a la situación. La persona a la que ves muy mala hoy, puede ser tu salvador mañana. Yo nunca destruiré una relación sin dejar posibilidad de reparación porque conozco el mañana».

Tras estas palabras, el hombre de Dios se sintió inspirado por el Espíritu para ministrar oración y profecía entre los allí reunidos, que utilizaron su fe para poner una demanda a la unción de Dios que sana, salva y libera. Sus demandas se vieron ampliamente suplidas cuando el hombre de Dios informó que la unción estaba en la casa y que esa unción era el poder de Dios. Los paralíticos caminaron, los enfermos fueron sanados, y aquellos con diversos problemas médicos fueron liberados de la esclavitud del dolor y la incomodidad que había asediado su cuerpo durante años, en el nombre de Jesucristo.

Después, durante la Oración Masiva, el profeta envió la Palabra de Dios a las cuatro esquinas del planeta para ordenar a las fuerzas del anticristo que salieran de las vidas de aquellos bajo la influencia de la unción. A continuación, reproducimos unos cuantos testimonios de lo que el poder de Dios hizo aquel día, tal y como ha venido haciendo y tal y como seguirá haciendo.

 

TESTIMONIOS

RIGIDEZ CERVICAL SE DOBLEGA ANTE EL NOMBRE DE JESÚS

Durante diez años, Adegoke Adeboye había vivido con un tremendo dolor a causa de una espondilitis cervical que le había dejado el cuello rígido. No podía volver la cabeza sin sentir el escozor del dolor, lo cual le imposibilitaba hacer las tareas más sencillas. Los analgésicos no le aliviaban lo suficiente.

 

Este oriundo del estado de Oyo, Nigeria, tuvo que resignarse a vivir dependiendo de la ayuda de los demás, además de a llevar permanentemente un collarín. Su estado, cada vez más incapacitante, le obligó a buscar la intervención divina en la Arena de la Libertad, y el domingo pasado estaba entre la multitud de personas que Dios sanó de diversos padecimientos y enfermedades a través del Profeta T.B. Joshua. Con un intenso dolor en aquel momento, el señor Adeboye llamó al hombre de Dios a grandes voces pidiéndole que impusiera su mano ungida en él. El hombre de Dios se estaba moviendo entre la congregación, derribando una montaña de problemas, y se detuvo junto a él al verlo llorar. Al dar un toque en su cabeza, ordenó a la rigidez del cuello que obedeciera al poder que hay en el todopoderoso nombre de Jesús. Inmediatamente los dolores desaparecieron y Adegoke, loco de alegría, comenzó a dar las gracias a Jesús por haber puesto un final tan glorioso a un episodio tan doloroso y triste de su vida. Por primera vez desde hacía diez años, pudo girar su cuello a placer. «Enfoquémonos en Dios y creamos en Jesucristo», fue su consejo.

 

 

MENSTRUACIÓN RESTAURADA TRAS UN TOQUE DEL CIELO

 

Como una planta que ha perdido sus flores, llevaba muchos años viviendo sin menstruación. Después de soportar durante tiempo esta aberración, Tina Mukuna acudió a La SCOAN el domingo pasado desde Burundi, y estaba en el auditorio cuando el hombre de Dios comenzó a imponer las manos a la congregación. La fuerza del poder de Dios se sentía intensamente, ya que muchos a los que el profeta no llegó a tocar, sanaron igualmente. Tina estaba entre los que recibieron un toque del hombre de Dios y fue localizada por el poder desbordante del Trono de Gracia.

 

 

 

 

Según relató, nada más recibir el toque, sintió una especie de extraño rugido en el estómago. Como descubriría más adelante, el flujo menstrual que satanás había obstruido había quedado liberado por el Espíritu Santo. Fue a uno de los aseos para comprobarlo, y se encontró con que menstruaba abundantemente por primera vez desde hacía años. Fue un momento en el que experimentó un gran alivio, al tiempo que alababa el nombre de Dios y la congregación estallaba en aplausos por aquella maravillosa sanidad dirigida desde el Cielo.

 

 

 

¡LA PEQUEÑA MIRACLE RECIBE UN GRAN MILAGRO!

 

Khubai Miracle, sudafricana, de tan solo trece años de edad, arrastraba la tragedia de no poder andar, ya que había desarrollado un problema músculo-esquelético debido a una paliza que le propinaron en el colegio. La niña explicaba que, de no ser por los cuidados de su madre, se orinaría y defecaría encima, porque era incapaz de moverse. No podía asistir a clase, y sufría dolores constantes. Su madre la había llevado a distintos hospitales en diferentes países, pero al final llegó a la conclusión de que la única solución para su caso era Dios Todopoderoso, y decidió llevarla a La SCOAN.

 

 

 

Se presentó en un automóvil clamando la compasión de Dios, y Miracle acabó haciendo honor a su nombre. ¡Fue un verdadero milagro que ha conmovido al mundo que, tras una oración del Profeta T.B. Joshua, la niña se levantara y comenzase a caminar! Dijo haber sentido que la cadena que retenía sus piernas se rompía al escuchar la oración del hombre de Dios: «Ahora puedo hacerlo todo sin ayuda», declaró Miracle con una amplia sonrisa mientras demostraba su sanación. Y aconsejó al mundo que creyera siempre que Dios está a su lado y que puede cambiarles la vida: «Debemos tener fe siempre en Dios y creer en Él».

 

 

 

 

EL CORAZÓN DE UN JUEZ ESTÁ EN MANOS DE DIOS

 

El Pastor Misheck Ngalande y otro ministro fueron acusados de asalto sexual por dos mujeres, con lo que el escándalo que despertó el asunto se desató cuando fueron detenidos por la policía. Después de ser interrogados, la defensa de ambos no apeló a la policía, de modo que el siguiente paso fue llevar el caso ante el juez, y los dos permanecieron en la celda tres días, sin posibilidad de fianza. Pero en mitad de su sufrimiento, el consuelo les llegó de manos de una mujer que les llevó el Agua de La Mañana, ya que volvía de La SCOAN.

 

 

 

La noticia de su detención se había extendido como un reguero de pólvora en Zambia, su lugar de origen, e incluso en otros países como Malawi y Tanzania. Los medios de esos países se habían volcado en el caso. La mujer que acababa de llegar de La SCOAN decidió compartir con ellos el Agua de La Mañana y les aseguró que serían liberados si se la ministraban en oración. Aquella noche, tras ministrársela, el Pastor Ngalande soñó con que el Profeta T.B. Joshua se le aparecía y, encontrándolos encadenados, ordenaba que las cadenas quedasen abiertas en el todopoderoso nombre de Jesús, y así ambos quedaban libres en aquel sueño. Su compañero también tuvo un sueño en el que veía que el juez que iba a ocuparse de su caso iba a ser una mujer. Según él, si el juez era un hombre, el resultado sería desfavorable para ellos, pero si era una mujer, fallaría en su favor. El Pastor Ngalande insistía en que Dios ya había asegurado su liberación, independientemente de cuál fuera el sexo del juez.

Cuando fueron llevados ante el tribunal, resultó que el juez era una mujer, y además, de la Corte Suprema. Aquel día fueron puestos en libertad bajo fianza y hubieron de depositar la cantidad de tres mil kwachas zambianas. Cuando quedó depositada, la misma mujer que les había regalado el Agua de La Mañana les dijo que llevaran siempre consigo las ungidas Calcomanías de Buenos Días un consejo que ambos de tomaron muy en serio y durante el tiempo que duró el juicio, las llevaron en el bolsillo. Cuando empezó el proceso, las denunciantes no parecían ponerse de acuerdo, un signo de que el Dios del Profeta T.B. Joshua estaba en acción, añadiendo confusión a quienes acusaban a los hermanos.

Se levantó la sesión estando la confusión en su punto álgido, y las partes quedaron emplazadas tras un periodo de dos meses. Muchos de los presentes concluyeron que el caso era sospechoso al ver la confusión que había entre las demandantes. Cuando llegó el día de la sentencia, ambos fueron absueltos de todos los cargos. Según el Pastor Ngalande, fue el Agua de La Mañana junto con el uso de las ungidas Calcomanías lo que les valió la victoria. El domingo pasado compartió su testimonio acompañado por su esposa, y dejó muy claro que, de no ser por el Agua de La Mañana y las Calcomanías de Buenos Días, habrían sido condenados a dieciocho años de prisión. «Cuando el Agua de La Mañana nos llega, podemos decir que nuestros problemas llegan también  a su fin».

 

MÚLTIPLES FIBROMAS DESAPARECEN

 

Una mujer sonreía de oreja a oreja mientras compartía su testimonio de cómo el poder sanador de Dios la había alcanzado durante un Servicio.  Olubunmi Odeh describía cómo el dolor en el abdomen llevaba años sin dejarla vivir. La razón era una serie de fibromas que había desarrollado en el vientre. Había acudido a La SCOAN con su marido, convencida de que iba a poder pedirle su bendición a Dios orando con fe. Cuando el hombre de Dios pasó a su lado y le rozó la cabeza, fue como si un cable eléctrico le hubiera caído en el pelo y el Espíritu Santo comenzó a deshacer su problema. Un instante después del encuentro, tenía que salir a toda prisa al baño y allí vio que varios fibromas habían comenzado a salir de su cuerpo. El equipo de cámaras de La SCOAN la siguió, y pudo captar el momento en que varios fibromas salían de su cuerpo cubiertos de sangre y fluidos.

 

 

Cuando todo terminó, una inconfundible sonrisa de liberación brillaba en su rostro. ¡Olubunmi se tocaba el vientre, libre de dolor! De vuelta en la iglesia, la señora Odeh compartió con los presentes helecho de que su vientre, antes duro y doloroso, ahora estuviera blando y libre de dolor. Se lo tocaba una y otra vez para mostrar que no había dolor, y animó a los presentes a creer que ellos también podían poner una demanda en la unción a través de la fe y recibirían un toque del poder de Dios al igual que ella.