El Servicio Dominical del 18 de febrero del 2018 se basó en la lectura del Libro de los Salmos 66:10-12, y el Profeta T.B. Joshua habló a la congregación y a los espectadores de todo el mundo sobre que Dios nos refina mediante la aflicción, y que el pecado se esconde con facilidad en nuestra vida si no hay el calor de las pruebas, la aflicción y la tentación, al igual que las impurezas se esconden en el oro a menos que este pase por el horno. Poniendo como ejemplo el caso de Ruth y José, el profeta refirió que Dios obra con frecuencia a través de las circunstancias de la vida, pero que debemos pedirle al Señor que nos ayude a sacar el máximo partido de nuestras dificultades.
Continuó con su explicación diciendo que Dios obra mediante nuestra aflicción y mediante los desafíos a los que nos enfrentamos, pero que necesitamos un mayor entendimiento del corazón de Dios para entender que Él es muy consciente de lo que estamos pasando. A continuación, guió a la congregación y a los espectadores de todo el mundo en una intensa oración que decía: «Señor, dame un mayor entendimiento de tu corazón porque Jesús es el Señor sobre mi vida».

Poco antes, la evangelista Evelyn Joshua había compartido un mensaje que nos animaba a confiar en Dios. «Acudimos a Cristo pidiéndole ayuda y sanidad, pero no debemos olvidar qué Él es el Mesías prometido, que posee la misericordia y la gracia. Permitamos que los débiles cobren fuerza, que quienes están vacíos sean colmados, los hambrientos saciados, los desnudos vestidos y los culpables perdonados. Porque nuestro Señor es el Dios Absoluto».
El Señor Absoluto volvió a mostrarse durante los testimonios, y en ellos quedó demostrada la fidelidad de Dios.
TESTIMONIOS
UN FALSO PODER SE INCLINA ANTE LA VERDAD DE JESÚS
Anayo Martins Umumakwe, antes era conocido como Su Majestad mística y doctor profesor, supo a muy temprana edad que estaba destinado a ser sumo sacerdote y fue introducido en lo que acabaría siendo su propio santuario, en el que debía consultar a los ídolos para dar respuesta a cualquier problema que se le presentara.
Después de esta presentación, volvió al colegio a continuar con sus estudios. Anayo era un estudiante brillante por naturaleza y su padre quería que estudiase Derecho, pero al haber sido presentado como sumo sacerdote, sintió una inclinación natural a intentar tratar enfermedades. La gente comenzó a consultarle para que tratase diferentes enfermedades y de este modo pasó a ser médico tradicional a ojos de la comunidad, con lo que el sueño de su padre de que llegara a estudiar derecho fue apagándose día a día hasta que se secó por completo. Cuando estaba ya en secundaria, su padre lo ayudó a alistarse en la academia de policía pero, incluso durante su formación, otros reclutas acudían a él con distintas enfermedades con lo cual él pensó que aquello era su verdadera vocación y comenzó a tratar a la gente sin saber en realidad qué guiaba su método de tratamiento. Sin embargo, a pesar del poder místico que decía poseer, se estaba enfrentando a una honda crisis económica en su casa. Por añadidura, el odio parecía perseguirlo donde fuera, ya que cada vez que alguien enfermaba o moría, él era acusado de ser el provocador de la desgracia. Incluso llegó a ser acusado de las muertes de su madre y dos de sus hermanos, que fallecieron apenas cumplieron cuarenta años.

Aparte de su estatus de brujo, añadió a su currículum prácticas fraudulentas: decía que tenía el poder de crear dinero lavando papel. Esta práctica lo colocó en el punto de mira y su casa fue asaltada en varias ocasiones. Por esta razón se trasladó a Enugu, dónde después de instalar su santuario móvil, comenzó a tomar drogas y a traficar con ellas. Su esposa, que había padecido la vergüenza de que la policía practicase numerosos registros en su domicilio, además de las palizas que recibieron tanto ella como sus cuatro hijos, amenazó con abandonar el matrimonio si no dejaba las drogas. Anayo se tomó en serio su advertencia y volvió a centrarse en quehacer de brujo. Durante algunas de sus prácticas llevaba a clientes a un río bajo pretexto de presentar sus problemas a una sirena, cuya voz él mismo fingía. A veces incluso arrojaba comida a los peces y en cuanto salían a la superficie para alimentarse y hacían el lógico ruido, anunciaba a sus clientes que la sirena había salido a la superficie para ocuparse de sus problemas.
Siguió administrando al modo tradicional distintas cocciones y hierbas para diferentes enfermedades, y prescribió algunas medicinas a personas que decían tener otros padecimientos. Su hijo menor relató que había llegado incluso a prescribir vitamina C a un paciente que se quejaba de artritis, actuando como si fuera un médico de carrera.
Un día, uno de sus hijos le hablo de Emmanuel TV y lo convenció para que instalase el canal en casa para que así pudieran ver las obras que Dios, mediante el Profeta T.B. Joshua, realizaba en La SCOAN. Anayo recordaba haberse quedado estupefacto al ver cómo Dios utilizaba al profeta para liberar a un brujo que era muy conocido, y ya que lo había perdido todo y solo había aportado vergüenza a su familia, Anayo comprendió que necesitaba desesperadamente que Dios lo liberarse de sus ataduras.
Una vez hubo relatado su versión de la historia, sus dos hijos menores contaron como temían sacar buenas notas en el colegio ya que con frecuencia los acusaban de utilizar los poderes malignos de su padre para obtener buenas calificaciones. El hijo mayor estudia medicina, el segundo está actualmente en Canadá siguiendo un curso de enfermería y los dos menores figuran entre los cinco mejores alumnos de su clase. Ellos dos fueron los que intervinieron en directo en el Servicio y confirmaron su capacidad natural para el estudio, algo que nada tenía que ver con los poderes fingidos de su padre, sino únicamente con la inteligencia que Dios les ha dado.
Anayo Martins Umumakwe reconoció que, cuando visitó La SCOAN y el hombre de Dios Profeta T.B. Joshua pronunció palabras proféticas que lo pusieron en el punto de mira, no quiso mostrarse. Pero, de pronto, sus piernas comenzaron a temblar y, al intentar controlar la izquierda, fue la derecha la que dio un paso hacia delante e involuntariamente se encontró ante todos dispuesto a confirmar la profecía. Gracias al profeta T.B. Joshua la compulsión de fumar beber y todos los demás malos hábitos que acompañaban a sus actividades de brujo lo han abandonado por completo. Sus hijos, que vieron la liberación a través de Emmanuel TV, se lanzaron entusiasmados a destruir todos los santuarios y no dejaron uno solo en pie, ni siquiera a modo de recordatorio histórico.
Anayo dijo, dirigiéndose a los espectadores de todo el mundo, que «Los demonios no otorgan nada permanente y que los brujos son profesionales del engaño. Dios es la respuesta a todas las dificultades de la vida».
TRAFICANTE INTERNACIONAL DE DROGAS LIBERADO
Gerónimo se había lanzado la vida delictiva siendo muy joven: con tan solo diecisiete años comenzó a vender cocaína, un comercio que le abrió la puerta al crimen organizado. Además de traficar con ellas, Gerónimo se hizo adicto a las drogas, y todo el dinero que obtenía con este ilícito comercio se consumía alimentando su hábito en un mundo de prostitución y fiestas promiscuas. La garra del mal se cerraba más en su vida, mientras él buscaba de manera constante el modo de ocultar las drogas: llegó incluso a meterlas en un imán que fijó a los bajos de su vehículo. Era tan fuerte en él la adicción que estando en prisión en Tailandia, lo intentaba todo con tal de tener una dosis diaria.

Diez años después, Gerónimo acabó hastiado del círculo vicioso del delito y la adicción, pero no sabía a quién pedir ayuda. Había intentado en innumerables ocasiones dejar de consumir y había llegado a la conclusión de que era esclavo de su adicción. Estaba a punto de renunciar a la esperanza de cambiar de vida cuando un día, buscando por Internet, se tropezó con Emmanuel TV, y el primer vídeo que vio fue el testimonio de un traficante de drogas que había sido liberado. Intrigado por lo que vio, decidió viajar a Nigeria y conocer La SCOAN. Una vez allí, cuál no sería su sorpresa al oír que las palabras proféticas del hombre de Dios hablaban de él: «Eres adicto a las drogas. Es una adicción irrefrenable. Has consumido y has traficado con ellas. Si no se hace algo, pasarás el resto de tu vida en la cárcel. Eres libre».

El espíritu que se ocultaba tras la adicción abandonó de inmediato a Gerónimo y con él se fueron la compulsión de fumar, beber y consumir drogas.
Sonriendo y feliz por haber recuperado su vida, se dirigió a la congregación y a los espectadores de todo el mundo diciendo que «de las drogas no sale nada bueno. Solo Jesucristo ha podido devolverme mi vida».
UNA PROFECÍA DETIENE EL FLUJO DE SANGRE
Grace Asunda llevaba un año soportando el intenso flujo de sangre provocado por varios fibromas que se habían llevado por delante la alegría de su matrimonio, generando problemas muy serios que a punto habían estado de provocar el divorcio. Grace había buscado ayuda médica pero no había conseguido nada, y al igual que la mujer bíblica con el flujo de sangre, buscó sanidad divina y espiritual convencida de que solo Jesucristo podría sanarla.

Le hablaron de Emmanuel TV y decidió visitar la iglesia. Durante la oración masiva, el Profeta T.B. Joshua profetizó sobre una mujer con un problema de flujo de sangre y, como si hubiera sido golpeada por un rayo, su corazón se convenció de que se refería a ella. Salió para confirmar la profecía y tras el mensaje, recibió la liberación el nombre de Jesús. Desde entonces, el flujo de sangre ha cesado.
Yonathan Asunda, el esposo de Grace, explicó que durante el tiempo que había durado el problema, la búsqueda de soluciones los había conducido a varios lugares, hasta que descubrieron Emmanuel TV . Desde ese momento, su esposa y él sintieron la necesidad de vivir su fe de manera constante y persistente, y la conclusión lógica fue que decidieron visitar La SCOAN.
Dijo unas palabras sencillas a la congregación: «Si tienes algún problema no huyas de Dios. Corre hacia Él».
«AHORA VOY A TOPE EN ESPÍRITU SANTO, NO EN DROGAS O ALCOHOL»
Hannah entró en la habitación sin preocupación alguna. No sabía que se había preparado una trampa, y que ella era el objetivo. La bebida comenzó a correr. Las copas se alzaron y pronto todos estuvieron intoxicados. Cuando la razón flaqueaba y la realidad se vio sustituida por la que las drogas creaban en la mente de todos, el demonio golpeó del modo más atroz: está joven de Malaui fue “violada” por dos estudiantes mayores, ambas chicas. A la mañana siguiente, se despertó con un sudor frío. El afecto por los hombres había desaparecido, quedando reemplazado por una extraña necesidad.

Hannah Mgemezulu era joven, pero el demonio que llevaba dentro no tiene edad. Cuando tenía trece años, comenzó a experimentar una «fuerza anormal» en el brazo. Habló de ello con su padre, pastor en Malawi, y él le aseguro que si oraba, quedaría liberada. Sin embargo, no había oración que surtiera el efecto deseado, con lo que su corazón se endureció y dio paso al nacimiento de la rebelión.
Introducida en el alcohol por sus compañeras de clase, Jana se volvió adicta a su consumo con tan solo quince años: «no volví a estar sobria desde entonces» Esta joven malauí bebía hasta tal punto que sus amigas tenían que llevarla a casa. «Bebía más que todos los hombres que conozco». Pero el alcohol no le bastaba. Entonces conoció la marihuana y rápidamente se volvió adicta a su consumo.
Expulsada de dos colegios y conocida ya por su comportamiento imprevisible, su madre dejo de darle dinero para sus gastos. La joven decidió entonces prostituirse, y comenzó a acostarse con hombres solo con el fin de ganar el dinero que necesitaba para mantener sus adicciones. Las drogas llegaron a provocarle episodios de epilepsia, pero aun así siguió consumiendo.
Violada por dos estudiantes compañeras suyas que, con la excusa del alcohol, la convencieron de que pasara la noche en su habitación, esta joven comenzó a sentir la necesidad de acostarse con otras mujeres. Sin embargo, la timidez le impedía acercarse a ellas, de modo que recurrió a la masturbación y la pornografía para intentar satisfacerse. Pero cuanto más intentaba satisfacer su lujuria, esta empeoraba.

Después fue violada por dos hombres en su universidad, y un odio ciego hacia ellos arraigó en su pecho, lo que la empujo todavía más por el camino de la masturbación. Su padre falleció poco después, y el único consuelo que Hannah encontró se hallaba en bares y clubes. La fantasía la empujaba a pensar que estaba en la cresta de la ola cuando en realidad estaba sepultada bajo todo el agua del océano.
Emmanuel TV estaba siempre sintonizada en su casa pero ella no le prestaba atención, convencida de que las oraciones de sus padres no habían hecho nada bueno por ella en la vida. ¿Dónde quedaba Dios en todo aquello? Pero llegó un momento en el que comprendió que solo Dios podía liberarla, y que el único hombre que podía liberarla en el nombre de Jesús era el Profeta T.B. Joshua. Consciente de que estaba a punto de divorciarse de la botella para siempre, bebió casi hasta el punto de perder la conciencia el día anterior a que su familia visitará La SCOAN en Lagos, Nigeria. Sabía que iba a ser la última vez que probase el alcohol.
El profeta T.B. Joshua oró por ella y profetizó sobre la extraña necesidad que había arruinado su vida. Hannah cayó al suelo bajo el poder del Espíritu Santo, y toda presencia demoníaca fue al fin enviada de vuelta al infierno. Desde aquel día, la necesidad de fumar, beber y la atracción por otras mujeres han desaparecido, le dijo a la congregación. «Quiero aconsejar a los padres que nunca dejen de orar por sus hijos, como mi madre nunca ha dejado de hacer», concluyó entre lágrimas aferrada a su madre en un abrazo enternecedor.