Tan contagiosa fue la alegría que llenaba el auditorio de La SCOAN que se extendió a los espectadores de todo el mundo. El del domingo pasado fue un Servicio muy especial, ya que el Profeta T.B. Joshua empezó celebrando con los niños el Día Del Niño. Honrando las palabras de Jesús en Mateo 19:41, dijo    «Les saludamos, niños, y estamos convencidos de que son los líderes del mañana. Les saludamos». Continuó el hombre de Dios animando

a la congregación y a los espectadores de todo el mundo a no permitir que la ansiedad por el presente y por el futuro los domine, ya que «son las herramientas que satanás utiliza para atraparnos, torturarnos y capturarnos». El Profeta T.B. Joshua instó a todo el mundo a trabajar en el estado de sus corazones: «Tienes que trabajar en tu corazón, porque si no se encuentra en su mejor estado, estás malgastando tu tiempo ya que tu corazón es un punto de contacto».  Concluyó reiterando el amor que Dios siente por Sus hijos y animando a los hijos de Dios a dejar sus cargas a Él, que Dios se ocupará de ellas.

 

TESTIMONIOS

 

EL CRUGIDO HA DESAPARECIDO

        El señor Vincent Ogwal

Vincent Ogwal, nacido en Uganda, no tenía ni idea de que la espondilosis cervical que padecía hacía ya doce años y que se veía acompañada de un intenso dolor e incomodidad, tenía un origen demoníaco. Su profesión de docente se veía muy afectada por la enfermedad y le hacía incapaz de realizar sus actividades diarias normales. Por otro lado, todos los esfuerzos que había hecho por hallar una solución médica resultaron inútiles, así que no le quedó más opción que llevar un triste collarín y tomar la medicación que le habían recomendado los doctores. «La medicación no  funcionaba, y le dije a mi familia que lo mío no tenía solución».

Vincent veía Emmanuel TV y contemplaba cómo muchas personas en un estado similar al suyo recibían sanidad y, transcurrido un tiempo, algo en el corazón le dijo que debía tomar la decisión y acudir también él a La SCOAN. Cuando el Profeta T.B. Joshua oró por él, el espíritu maligno que había detrás de su aflicción se manifestó y comenzó a confesar los actos perversos y las intenciones que albergaba hacia el cuerpo que ocupaba. «Soy Lucifer. Quiero matarlo», dijo con voz airada mientras se retorcía en el suelo. Vincent declaró que «cuando el hombre de Dios se me acercó, vi una fuerza frente a mí que me zarandeaba. No me daba cuenta de que era yo. No era yo mismo». El Profeta T. B. Joshua utilizó el nombre de Jesucristo para enfrentarse al recalcitrante demonio, y el poder en ese nombre resultó evidente. «Cuando el hombre de Dios me tocó, sentí mucho poder y, a partir de aquel momento, no sabría decir qué pasó», declaró.

Prestando testimonio sobre cómo Dios sanó los huesos de su cuello, Vincent dijo «¡el crujido ha desaparecido!». Tras demostrar su completa sanidad girando la cabeza hacia todos lados sin experimentar dolor, aconsejó a todos que confíen en Dios, que es el único que pude «sanarnos físicamente y salvarnos espiritualmente».

 

ESPÍRITU DE MUJER EXPULSADO

Ruth Naomi, nacida en Ghana, refirió que siempre había echado tremendamente de menos la atención de una madre, ya que su madre biológica la había abandonado a la edad de dos años. Más adelante, su vida transcurrió en las calles. Conoció a una mujer que le ofreció una bebida que más tarde supo que estaba envenenada y que la hizo desmayarse y, cuando se despertó, se encontró con que estaba desnuda y que esa mujer se había aprovechado de ella.

   La señorita Ruth Naomi

Le pidió explicaciones de por qué lo había hecho, y la mujer le respondió que los hombres eran una desilusión y que mejor no tener nada que ver con ellos. A partir de aquel momento, un espíritu de mujer se adueñó de su persona y comenzó a tener relaciones con otras mujeres. También cayó en la bebida y no quiso saber nada de llevar una buena vida. Precisamente por su estilo de vida se sumió en la depresión y la ira, y su menstruación cesó.

En su testimonio confesó que el poder demoníaco que llevaba dentro era tan fuerte que cualquier mujer que se acercaba a ella, ya estuvieran casadas o solteras, se plegaba a sus requerimientos sin ofrecer resistencia alguna. Ruth contó que solía soñar con que una mujer la visitaba y se acostaba con ella, y que después, ese sueño provocaba estallidos de ira en ella por la cosa más nimia, y un deseo de pelear con cualquiera que se le cruzara en el camino.

Fue en La SCOAN donde su existencia experimentó un giro radical, ya que una palabra profética sobre las luchas que había mantenido en el pasado se vio seguida de una liberación en la que el espíritu demoníaco que había destrozado su vida fue expulsado.

Hoy se ha puesto ante la congregación para testificar que ha recuperado la menstruación y con ella la felicidad y la paz. Liberada ya de ese espíritu de mujer, Ruth explicó que el afecto que sentía por las mujeres ha desaparecido.

 

DE LA ABOMINACIÓN A LA RECONCILIACIÓN

«¡Cariño, estoy en casa!» Un hombre llega a casa y llama a su esposa, pero descubre que no está. Oye sonar el teléfono de ella que se encuentra sobre la mesa y contesta, pero quien llama cuelga de inmediato al oír su voz. Hay un dicho que dice la curiosidad mató al gato, y su curiosidad le condujo a buscar en Internet algún programa que le permitiera piratear el móvil de su esposa y monitorizar sus llamadas. Lo que no se imaginaba Alex era que esto iba a conducirle a la ira, el resentimiento y la separación en su matrimonio al descubrir que Mary, su preciosa esposa, estaba engañándolo y poniendo en peligro la unión de su matrimonio.

            El señor y la señora Alex

A Alex le resultaba enormemente difícil perdonar la infidelidad de Mary, y le exigió que se marchara de casa. Desde 2016 estaban separados. Mary sabía que la batalla que libraba en su vida era espiritual, ya que un espíritu de lujuria le había empujado a destruir su hogar, y tenía que lograr arrancarlo de raíz, algo que solo podía lograrse con la intervención de Dios en su vida y en su matrimonio.

           El señor y la señora Alex

Afortunadamente ambos acudieron a La SCOAN juntos y el Profeta T.B. Joshua localizó su caso diciendo que había una pareja que estaba teniendo enfrentamientos muy acalorados en su relación. El hombre de Dios aseguró a Alex que, a pesar de la abominación, debía perdonar a su esposa. Una vez liberados, él reconoció que la ira que había sentido por la debilidad de su esposa se había disipado de inmediato. El espíritu de perdón acudió y el amor por su esposa quedó restaurado. Mary también confirmó la profecía y testificó que, una vez fue liberada, se sintió libre de las cadenas de satanás.

Los esposos se abrazaron y dieron las gracias a Dios por el amor y la restauración de la felicidad en su matrimonio.

Alex aconsejó al pueblo de Dios que no permita que sus emociones les lleven por mal camino, sino que dejen que Dios los guíe por el camino correcto y que permitan que sea Él quien los guíe por la senda correcta.

 

UNA RECONCILIACIÓN QUE PARECÍA IMPOSIBLE PARA EL HOMBRE

A simple vista podía parecer la escena de una trepidante película de espías. Pero no se trataba de cine. Y tampoco era una farsa, sino el encuentro en la vida real de unos esposos que se habían separado acaloradamente y cuya relación rota no daba muestras de recuperación.

Mirando a todos lados antes de sacar su celular, Ijeoma marcó el número de su madre y, en voz baja le pidió que se llevara de inmediato al aeropuerto a sus hijos, todos con los pasaportes preparados. El hombre al que había conocido y con el que se había casado, el hombre que la había llevado de Nigeria a Alemania, el hombre que era el padre de sus tres preciosos hijos… se había transformado en su peor enemigo. Tan hondo era el abismo que los separaba que incluso su vuelta a Nigeria se veía empañada por la amenaza de que el padre secuestrara a los niños. Dispuesta a escapar en cualquier momento de vuelta a Alemania, donde el proceso de divorcio ya se hallaba bastante adelantado, hizo falta una palabra del Cielo para reconciliar lo aparentemente irreconciliable.

      El señor David Okeke y su familia
        El señor y la señora David Okeke

David Okeke, ciudadano alemán de origen nigeriano, vivía en una preciosa casa con su esposa y sus tres hijos. Visto desde fuera parecía un hogar feliz, pero bajo la superficie palpitaba un complicado cóctel de caos conyugal cargado de violencia, acusaciones por ambas partes e intervenciones habituales de la policía. Antes de viajar a Europa, David experimentó una desilusión conyugal que acabó conduciendo a la ruptura de su matrimonio en Alemania, a pesar de que ya tenía un hijo. El señor Okeke volvió después a Nigeria para casarse con una mujer nacida en el mismo estado que él, y ya casado se la llevó de vuelta a Alemania. Los problemas llegaron pronto: por un lado, David se negaba a cambiar el apellido alemán que había adquirido en su matrimonio anterior, y por otro, el tratamiento preferencial que dispensaba al hijo habido en su anterior matrimonio con una alemana venía también a complicar su ya deteriorada relación. Sin embargo, fue la creciente regularidadcon la que David acababa golpeando a su esposa en el curso de sus acaloradas confrontaciones la gota que colmó el vaso.

 

Después de multitud de intervenciones de la policía, Ijeoma decidió abandonar su matrimonio de una vez, huir de su casa, refugiarse en un hogar de acogida para madres e hijos e interponer definitivamente una demanda de divorcio ante los tribunales alemanes. A pesar de que ambos se habían sometido a unas intensas sesiones de orientación en las que su pastor local ejercía de consejero, la pareja parecía haber llegado a un punto de no retorno en su matrimonio. Sin embargo, un sueño en el que Ijeoma se veía a sí misma recibiendo oración del Profeta T.B. Joshua, sumado a la insistencia de su esposo en que buscaran a Dios los dos juntos en La SCOAN antes de culminar su divorcio, condujo a que la familia acabase desplazándose toda junta a Lagos, Nigeria. Aun así, dado que Ijeoma no se fiaba de su esposo, accedió con la condición de que su pastor los acompañase.

La semana pasada, en la Sinagoga Iglesia de Todas las Naciones, una palabra profética del Profeta T.B. Joshua en la que señaló con exactitud la ropa que vestía David, describió con toda precisión la situación conyugal en que se hallaban. Y hoy, la pareja se ha abrazado pidiéndose perdón el uno al otro por la contribución que cada uno de ellos ha tenido en el conflicto conyugal. David accedió a abandonar su apellido y volver al original, y a mostrar el mismo amor por todos sus hijos, y dijo que el espíritu de ira que le había empujado a abusar físicamente de su esposa había desaparecido por completo. Por su parte, Ijeoma declaró que había accedido a retirar la demanda de divorcio y a volver a vivir con su esposo, después de más de seis meses viviendo separados. «Las leyes de los tribunales no pueden darnos un hogar feliz. Busca la opinión de Dios en tus problemas conyugales», ha sido el consejo de David, que se mostraba feliz. El pastor que acompañaba a la familia ha rematado el testimonio reconociendo la unción superior que vio manos a la obra en La SCOAN, y añadió que aun conociendo la complicación del caso de aquella pareja, estaba convencido de que quedaría resuelto en cuanto entrasen en la Arena de la Libertad.

 

«¡GRACIAS, JESÚS! ¡SOMOS SANOS!»

¡Crac! Ese fue el comienzo de la dolorosa historia de Rachel Ogong, una ugandesa que vive en el Reino Unido. Ocurrió en un abrir y cerrar de ojos: su buena salud quedó transformada en un recuerdo del pasado y perdió la capacidad de caminar.

Sorprendida por aquel dolor tan insoportable, Rachel fue al médico y le prescribieron analgésicos, con la promesa de que en cuarenta y ocho horas estaría bien de nuevo. La realidad se mostró bien distinta. Entonces le dieron unas muletas, un corsé lumbar y una manta que generaba calor, sin la cual no podría ni siquiera dormir por el dolor tan intenso que soportaba.

              La señora Rachel Ogong

Rachel ya no podía ocuparse de sus tareas básicas cotidianas: ni ir al baño o ducharse le era posible, de modo que le sugirieron que se hiciera una resonancia magnética. El diagnóstico fue el prolapso de un disco intervertebral y una estenosis del canal, y a su médico no le quedó más remedio que recomendarle una intervención quirúrgica.

Incapaz de seguir soportando aquel dolor, Rachel decidió buscar el rostro de Dios en La SCOAN y pedir Su sanidad divina. Tenía fe en que iba a ser sanada en nombre de Jesús.

Rachel llegó a La SCOAN acompañada por su esposo después de un viaje estresante, en el que cada vez que cambiaba de avión tenían que trasladarla en silla de ruedas. Durante el Servicio Dominical, el Profeta T.B. Joshua oró por ella e inmediatamente recibió un toque del Cielo que le hizo empezar a gritar, ya que la operación espiritual se estaba llevando a cabo. Segundos después, los gritos fueron de gozo: «¡Gracias, Jesús! ¡Somos sanos!». Su vida había quedado transformada de la enfermedad a la buena salud, y echó a andar sin ayuda de ninguna clase para gloria de Dios.

 

MI TORMENTO SECRETO QUEDÓ EXPUESTO Y LIQUIDADO

    El señor y la señora Patrick Bushima
El señor y la señora Patrick Bushima

Patrick Bushima, de cuarenta y cinco años de edad, de Uganda, confirmó la profecía que recibió del Profeta T.B. Joshua en la que se decía que había sido poseído por un espíritu de hombre que le había hecho sentirse atraído sexualmente por hombres y mujeres. Patrick confesó que teniendo solo siete años, fue víctima de abusos sexuales por parte de un varón miembro de su familia. Fue en aquel momento cuando un espíritu de hombre entró en él y le provocó esa atracción hacia los hombres que lo rodeaban. El impulso de lograr que un hombre entrase en una conversación seductora con él y que acabasen acostándose se desataba siempre de la misma manera: con una fuerte picazón que experimentaba en sus partes íntimas. Patrick relató que, cada vez que esta picazón comenzaba, se dirigía a cualquier hombre que anduviera cerca y lo convencía para que se acostasen. Atormentado por este espíritu, solía buscar hombres en Internet y concertaba encuentros sexuales con ellos, una lucha secreta que llevaba atormentándolo treinta y ocho años, veinte de los cuales los había pasado fingiendo a diario con su     esposa, incapaz de confesarle la verdad.

Patrick explicó que su situación había puesto en tela de juicio el amor que sentía por su esposa, en el sentido de que la atracción que sentían el uno por el otro en las primeras etapas de su matrimonio había languidecido. Cada vez que le sobrevenía la picazón, corría al baño para rascarse sus partes íntimas durante al menos diez minutos. Luego volvía a la cama, pero se sentía demasiado débil para acercarse a su esposa, y lo que ocurría a continuación era que un hombre se le acercaba en sueños y se acostaba con él.

Un mes antes, en un giro inesperado del destino, unos ladrones robaron el teléfono de su esposa, lo que la obligó a usar el de él. Tremenda fue la sorpresa que se llevó al leer los intercambios de mensajes de texto que su esposo mantenía con otros hombres. Cuando le pidió explicaciones sobre por qué tenía esas relaciones con otros hombres, Patrick se vio obligado a admitir la verdad.  Muy disgustada, su esposa lo condenó al dormitorio de invitados y comenzó a hablar de divorcio, pero el esposo le rogó que le concediera la oportunidad de acudir juntos a La SCOAN para buscar la intervención divina en la oscuridad en la que se debatía. Para preparar la visita, Patrick siguió viendo Emmanuel TV y se sintió particularmente animado cuando vio cómo un pastor era liberado de un espíritu de hombre.

De visita ya en La SCOAN y atendiendo al Servicio Dominical, Patrick recibió la Palabra de Dios que reescribió su historia. La profecía sobre el espíritu de hombre que vivía con él lo colocó en disposición de ser liberado. Sonriendo con alegría testificó que, después de la profecía y su liberación, el afecto que antes sentía por los hombres se disipó y que la picazón en sus partes privadas desapareció. Testificando sobre la bondad de lo que Dios ha hecho en su vida, pidió perdón a su esposa y aconsejó a los espectadores de todo el mundo que busquen el rostro de Dios si se encuentran enfrentando un tormento similar al suyo.

Tras el servicio, el hombre de Dios habló personalmente cn la pareja y les reveló la opinión de Dios que decía que su unión era de Dios y que, ahora que el espíritu del mal que atormentaba su unión había sido expulsado, su pareja volvería a ser fuerte.

 

ENFERMERA ALZADA DEL LECHO DE LA ENFERMEDAD

Mary Marcus se había visto incapacitada para caminar debido a un grave problema de espondilosis lumbar. Como enfermera que trabajaba en un hospital estatal de renombre y, a pesar de la asistencia de muchos médicos, no hallaba solución al dolor y la agonía que la acompañaban a diario. Su espina dorsal debilitada únicamente le permitía permanecer sentada, siempre en la misma posición, durante todo el día, y por lo tanto necesitaba ayuda constante para acometer todas sus tareas. Salomé, su hija de treinta años de edad, cuya vida social y privada se había visto muy afectada por el problema de su madre, era su único apoyo y consuelo. Ni siquiera con la gran cantidad de fármacos que tomaba y un soporte lumbar que los doctores le habían recomendado lograba poder caminar. Tras agotar la vía médica, buscó la ayuda de especialistas en herboristería, otra vía que también se mostró ineficaz.

La señora Mary Marcus y                         su hija

Le hablaron de Emmanuel TV y comenzó a ver sus emisiones, y así fue cómo creció su fe. Con el cuerpo transido de dolor, la llevaron hasta la puerta de La SCOAN en un vehículo. Compadeciéndose de ella, el hombre de Dios, Profeta T.B. Joshua oró por Mary y de ese modo su agonía se transformó en cosa del pasado. Desde entonces ha estado caminando y viviendo en libertad en Cristo Jesús.

Ha aconsejado a todos que tengan fe en Dios y crean que Jesucristo sigue siendo el Sanador.

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