El Servicio Dominical pasado será recordado por testimonios de cómo Dios puede cambiar la vida de las personas, de cómo la unción está presente en la Oración Masiva, de cómo el sermón puede conmovernos y de milagros increíbles. El Profeta T.B. Joshua nos dirigió un maravilloso mensaje titulado «EL AMOR DE DIOS NUNCA FALLA», que abrió con una cita de Romanos 8:35 «¿Quién nos separará del amor de Cristo?». En este mensaje reveló que lo que atribula a todas las personas del mundo es la preocupación.

«La trampa que satanás nos tiende a los Cristianos en este momento es la preocupación. La preocupación por el presente, la preocupación por el futuro, la preocupación por el fracaso, la preocupación por la familia, por las responsabilidades laborales, por nuestra apariencia. Cada vez que te miras en el espejo, tienes algo de lo cual preocuparte. Preocupación, preocupación, preocupación. La lista de preocupaciones no tiene fin».

Analizando el efecto negativo que tiene en la vida de los Cristianos en la actualidad, continuó: «La preocupación interfiere con el Espíritu de Dios en nuestra vida. A pesar de todas estas preocupaciones, el amor de Dios por nosotros permanece inalterable. Incluso los grandes héroes de nuestra fe experimentaron su propia carga de fracaso. Abraham, Moisés, Elías, Juan, Pedro, Pablo –todos supieron qué es cometer errores graves, pero Dios utilizó incluso sus errores para llevarlos al lugar en el que Él quería que estuvieran».

El Profeta T.B. Joshua  animó a la congregación a no dejarse acorralar por las dificultades y las luchas de la vida. «Hoy, todos deseamos avanzar. Hoy, todos deseamos lograr el éxito, cuando la desilusión a veces sirve para prepararnos para el éxito. El fracaso a veces sirve para prepararnos para el futuro que deseamos. Dios usó su fracaso para llevarlos al lugar en el que Él quería que estuvieran –el lugar de honor».

En sus palabras finales de exhortación, el Profeta T.B. Joshua animó a la congregación y a los espectadores de Emmanuel TV de todo el mundo: «Lo que nosotros vemos como fracaso no lo es en absoluto desde la perspectiva de la eternidad».

Después del sermón, el Profeta T.B. Joshua  fue moviéndose entre la congregación mientras el intenso poder de Dios fluía a través de él para aportar sanidad y liberación a todos aquellos afligidos y encadenados. El servicio concluyó con una poderosa Oración Masiva acompañada de certeras profecías. La lluvia del Espíritu Santo descendió sobre el auditorio y algunas personas fueron tocadas por la mano sanadora de Jesús.

 

TESTIMONIOS

 

PODEROSA ORACIÓN OPERA FIBROMAS MULTIPLES

 

«Que la cámara busque alrededor. ¡Hay una mujer en un charco de sangre!» Estas fueron las palabras proféticas pronunciadas por el Profeta T.B. Joshua y que condujeron al equipo de La SCOAN al lugar en el que se encontraba Lehlohonolo Matany quien, efectivamente, se encontraba sobre un charco de sangre. Era la sangre de los fibromas que habían atormentado su carrera y su matrimonio durante muchos años, obligándola a ausentarse del trabajo por el dolor y las sucesivas hospitalizaciones. Se pasaba los días entre médicos y medicación, e incluso había tenido que recibir varias transfusiones de sangre.

Una noche, su esposo soñó que veía al Profeta T.B. Joshua orando por ella, y a la mañana siguiente hicieron lo necesario para organizar el viaje a La SCOAN. El sueño se hizo realidad cuando, durante la Oración Masiva, los fibromas estallaron en su cuerpo. La señora Matany recordó que «Cuando el hombre de Dios estaba orando, sentí dolor en el abdomen y comencé a sangrar. Salí disparada al baño sin decirle nada a nadie, y mientras estaba esperando para entrar, oí al hombre de Dios que decía “hay una mujer en un charco de sangre”. En ese momento, los fibromas salieron de mi cuerpo y el equipo de La SCOAN me encontró».

El hombre de Dios continuó con la profecía diciendo que los fibromas seguirían saliendo de su cuerpo hasta el martes, y así fue como sucedió: siguieron saliendo de su organismo hasta el martes, el día en que el último fue expulsado.

Sonriendo de gozo y con la salud recuperada, la señora Matany testificó que el sangrado ha cesado y ahora se encuentra libre de fibromas –¡todo gracias a Cristo!

 

¡UN MÉDICO QUE VIVÍA CON DOLOR SE ENCUENTRA CON LA CURA!

 

Sentado en La SCOAN con unos parches eléctricos adheridos a la pierna, un médico nigeriano residente en Gabón esperaba sufriendo que ocurriera su milagro. Un dolor de ciática incapacitante, junto con el desplazamiento de varios discos intervertebrales de la espalda lo habían dejado sumido en una atroz agonía. Había viajado por todo el mundo intentando encontrar una solución médica, pero todos los profesionales de la medicina con los que consultó se mostraron incapaces de solucionar su problema, y le dijeron que tendría que acostumbrarse a convivir con el dolor.

Le prescribieron numerosos aparatos para controlar el dolor, como por ejemplo el que llevaba instalado en la pierna, y su vida y su carrera habían quedado paralizadas, ya que toda su atención estaba centrada en aliviar su dolor.

«Había perdido toda esperanza, estaba sin vida, convencido de que iba a morir», declaró el doctor Uchendu Alexander. Pero cuando el Profeta T.B. Joshua oró por él, el deslumbrante poder de Dios atravesó su organismo, rejuveneciéndolo y restaurándolo de dentro afuera.

Caminando, corriendo y moviéndose sin dolor, el doctor Alexander exclamó: «¡Dios está aquí»  Ya sin dolor, dejó el siguiente consejo:«No huyas de Dios, porque Él es la única esperanza para quienes la han perdido toda. ¡Gracias, Jesús!»

 

«¡PUEDO VOLVER A TENER A MIS NIÑOS EN BRAZOS!»

 

«Fui hospitalizada siete veces». Janine Draai, nacida en Suáfrica, padecía un dolor debilitante a causa de una protrusión de disco intervertebral y estenosis en la espina dorsal, lo que le provocaba rigidez cervical y la obligaba a usar un collarín y a tomar medicación de manera constante, aunque ni siquiera así encontraba alivio al dolor. Los médicos le habían dicho que necesitaba someterse a una intervención quirúrgica para limitar mayores daños y deterioro. Incapaz de cuidar de sus hijos, ni siquiera de levantarlos y sostenerlos en sus brazos,  la joven madre permanecía frustrada y deprimida.

 

 

Durante una de sus estancias en el hospital, tuvo un sueño en el que vio al Profeta T.B. Joshua ante ella, diciéndole que se levantara y que se vistiera. Cuando se despertó, decidió acudir a La SCOAN de inmediato.

Esperaba que un toque de Dios la sanase, pero se llevó una gran sorpresa cuando el Profeta T.B. Joshua la vio en ese estado y le dio una profecía: «Necesitas perdonar al padre de tus hijos…». Janine confirmó que la Palabra de Dios era cierta en su vida, y cuando recibió oración en el poder del Espíritu Santo, el espíritu maligno que estaba afectando a su vida se manifestó y fue liberada de su tormento en el nombre de Jesús.

¡Desde aquel encuentro celestial, todo el dolor y la rigidez asociada con su condición anterior desaparecieron y fue liberada de su tormento en el nombre de Jesucristo!

Demostrando su recién hallada libertad en cuerpo y espíritu, reveló que había contactado con el padre de sus hijos, que lo había perdonado y que también le había pedido perdón, tal y como Dios le había dicho que hiciera en Su mensaje profético. Janine, que explicó que «no podía ser quien era a causa de aquel problema», ahora se encuentra gozosa con su nuevo ser en Jesucristo.

Aconsejó a todos que «tengan fe en Dios, porque solo Él podrá ofrecerles la solución».

 

 ¡ESTE ES EL AIRE QUE RESPIRO!

 

Todo empezó con un intenso dolor en el pecho y una dificultad para respirar que iba en aumento. Alfonsus Oloh, nigeriano residente en Sudáfrica, pensó que se trataría de una mera inflamación o de una simple infección y fue al médico. El diagnóstico resultó desolador: tenía una enfermedad pulmonar. Le prescribieron el uso de un respirador y una gran cantidad de fuerte medicación. Sin embargo, su agonía no cedió, sino que se intensificó. «La medicación que estaba tomando parecía multiplicar el problema», recordaba.

Incapaz de respirar libremente y por sus propios medios, decidió buscar la ayuda del Dador del aliento –Jesucristo. Alfonsus acudió a La SCOAN para encontrarse con su Creador y, cuando el Profeta T.B. Joshua oró por él, ¡algo sobrenatural ocurrió! «El punto por el que oró el Profeta T.B. Joshua era exactamente el punto en que yo sentía el dolor», exclamó. «¡Sentí un frío intenso en el pecho!» ¡Al fin! ¡Libertad al fin! Desde aquel encuentro, Alfonsus ha podido respirar con libertad con la única ayuda de su Creador.

Su consejo para los demás es que «experimenten a Dios» y, al hacerlo, «encontrarán una solución definitiva».

 

¡LA SOLEDAD LA CONDUJO A UNA ADICCIÓN DE SESENTA AÑOS!

 

Una adicción a fumar y a beber que duraba ya más de sesenta años había pasado factura a Yolanda Alleyne, una mujer de ochenta y dos años de edad.

La sensación de no tener nada en qué entretenerse la empujaba a comprar cajetillas y cartones enteros de cigarrillos, y a fumárselos en tan solo unos días hasta el punto de que, incluso tras sufrir un infarto de miocardio, su compulsión se volvió más intensa, a pesar de que los médicos le advirtieron que tenía que parar. Ni siquiera el tratamiento que le pautaron para que dejase aquella adicción de otro mundo funcionó.

Un día, mientras buscaba películas en Internet, Emmanuel TV apareció inesperadamente en su pantalla. En un principio dudó, pero luego comenzó a ver atentamente lo que tenía ante los ojos y descubrió que se trataba exactamente de una persona con su mismo problema: la adicción a fumar y a beber, ¡y estaba siendo liberada! A partir de aquel momento, comprendió que ella también podía ser libre y decidió que tenía que visitar La SCOAN. El Profeta T.B. Joshua oró por ella y profetizó que padecía soledad y que se sentía engañada. Inmediatamente confirmó la profecía y fue liberada.

Desde que recibió la profecía, no ha vuelto a tocar el alcohol ni el tabaco –algo que le parecía imposible antes de visitar La SCOAN. Sonriendo feliz durante su testimonio, confirmó que la soledad de tener un único hijo que siempre estaba lejos había sido lo que la había empujado aún más a ese mundo de adicción, pero desde su liberación, en lugar de soledad siente la presencia del Señor y en lugar de necesidad de fumar o beber, siente un organismo limpio y saludable.

A modo de consejo para todos los demás, y en particular a quienes tengan hijos, Yolanda les dijo que «coloquen siempre a Jesús en primer lugar en todo cuanto hagan, y que vigilen de cerca a sus hijos para evitar que puedan caer en una vida de adicción».

 

LIBERIANO Y NIGERIANOS DEPORTADOS REVELAN LOS HORRENDOS DETALLES DE UN «VIAJE POR EL INFIERNO»

 

Un río de deportados de Libia ha venido llegando a La SCOAN buscando el rostro de Dios, ayuda y un nuevo comienzo. Algunos de ellos, que figuraban en los grupos de esta semana, han prestado un testimonio atroz.

La primera en hablar fue Cynhtia, que narró su terrible experiencia en busca de una vida mejor. Ella buscaba un vida mejor, pero lo que encontró fue que la vendieron como prostituta, obligándola a acostarse con cerca de veinte hombres al día. Las mujeres que manejaban el burdel la pegaban y la maltrataban, e incluso llegaron a dispararla en una pierna. La bala le entró por la pierna y salió por el pie, dejándola inmovilizada durante cuatro meses. Arrojada en una celda primero, más tarde fue deportada a Nigeria.

Cynthia aconsejó a todos que «no crean lo que se ve en Internet sobre el viaje a Libia y Europa», ya que resultó ser un «viaje del horror», que nadie debería emprender.

Mary, otra de las deportadas, no tenía padres y la convencieron para que viajase a Europa vía Libia en busca de una vida mejor para ayudar a su familia. Salió de Nigeria y viajó a través del desierto, donde vio muchas personas expirando sobre la arena, algunos de ellos incluso «enterrados vivos». Describió su experiencia en el desierto como «pasar con fuego por el infierno». Cuando llegó a Libia, fue obligada a ejercer como prostituta por la persona que organizó su viaje. El hombre le sacó a la fuerza una fotografía desnuda y la amenazó con subirla a Internet si no se avenía a trabajar en la prostitución. Tenía que acostarse con unos diez hombres al día. En muchas ocasiones, estando en el burdel, la pegaban con botellas rotas. Durante una redada policial que se llevó a cabo en el establecimiento, Mary fue llevada a prisión sin comida, ni agua, ni luz, y más tarde deportada a Nigeria.

Aconsejó a todos que sean conscientes de que Nigeria es un país muy bendecido, y que deben valorarlo y construir su vida con lo que Dios les ha dado.

Washington, nacido en Liberia, fue engañado por un amigo para ir a Alemania vía Libia. Cuando llegó a Libia, fue raptado y encarcelado. Más tarde, un amigo pagó su fianza y pasó tres días en el desierto sin comida ni agua. Estando allí, cuatro de las personas que lo acompañaban fueron detenidas de nuevo y reenviadas a prisión. Cuando por fin consiguió llegar a la costa de Libia para cruzar el Mediterráneo en una lancha neumática, volvió a ser detenido y de nuevo lo encerraron. Fue incluido en la lista de deportados, pero no había vuelos a Liberia, ya que era el único liberiano que languidecía en aquella celda. Su solicitud fue denegada en varias ocasiones, hasta que oyó decir a algunos nigerianos que el Profeta T.B. Joshua ofrecía ayuda en Nigeria a quienes habían pasado por una situación tan terrible como en la que se hallaban ellos. Entonces cambió su versión y dijo ser nigeriano con la esperanza de salir de Libia y recibir ayuda del hombre de Dios.

Aconsejó a quienes lo escuchasen que «nunca intenten llegar a Europa tomando la vía ilegal que atraviesa el desierto de Libia», y que lo hagan en avión, utilizando la vía legal. Cuando llegó a La SCOAN, el Profeta T.B. Joshua y los socios de Emmanuel TV  lo ayudaron económicamente, pudo comenzar a comer con regularidad y le ofrecieron asistencia médica para sus heridas y enfermedades.

Akeem, otro deportado, compartió la horrenda experiencia de ser secuestrado y capturado en el desierto. Le dijeron que se pusiera en contacto con su familia y les pidiera dinero si quería que lo pusieran en libertad, pero cuando llamó a su madre, ella no creyó lo que le decía. Los secuestradores hicieron entonces una videoconferencia con su madre mostrando a Akeem recibiendo una brutal paliza, colgado como un animal dispuesto para el sacrificio. Entonces su madre vendió rápidamente la tierra que tenía para enviar el dinero que pedían los secuestradores. Akeem recibió terribles palizas y luego fue encarcelado. Tiempo después fue liberado y encontró un trabajo, pero apenas llevaba siete días en él cuando su jefe, en lugar de pagarle, sacó un arma y le disparó. Akeem huyó con un hueso roto en el brazo y más tarde fue detenido y deportado.

Dejó para todos el consejo de que «no se dejen engañar. Que la publicidad que se hace sobre el viaje es falsa y que solo buscan dinero».

Tras escuchar el relato de la sórdida experiencia de estas personas, el Profeta T.B. Joshua entregó a cada uno de los cuatro deportados la cantidad de doscientas mil nairas para ayudarlos a restablecerse. Con la cara surcada por las lágrimas, agradecieron aquel regalo que iba a cambiarles la vida de manos de los socios de Emmanuel TV y prometieron aprender de sus errores. Por otro lado, a Washington le aseguraron que el ministerio se ocuparía de sus documentos de viaje y financiaría su vuelta a Liberia.

 

«TOQUÉ LA PANTALLA Y MI MENSTRUACIÓN VOLVIÓ »

 

En la flor de la vida, Judith Eze se dio cuenta de que su menstruación había cesado. Inútilmente esperó varios meses a que volviera, pero su esperanza resultó vana, y decidió seguir el consejo de su madre y visitar a varios espiritualistas en busca de una solución. Uno de esos espiritualistas ejecutó un ritual y le hizo dormir en un altar junto con otras chicas. A partir de aquella noche, comenzó a orinarse en la cama, y siguió haciéndolo en repetidas ocasiones.

Judith no sabía qué hacer, de modo que confió en su hermano, y fue él quien le dijo que el único modo de salir de aquella situación era a través de Jesucristo. Le aconsejó que instalara Emmanuel TV en casa para poder orar con el Profeta T.B. Joshua.

El domingo pasado, estaba viendo el Servicio Dominical en La SCOAN mientras el Profeta T.B. Joshua oraba y decía «Has sido señalado para recibir la atención de Jesús». En aquel mismo instante, sintió que algo salía de ella. En el momento en que el hombre de Dios profetizaba a otra mujer que se hallaba en la congregación, tocó la pantalla de Emmanuel TV y cayó de inmediato al suelo bajo la influencia del Espíritu Santo. ¡Cierto es que la distancia no es barrera para la obra de Dios! Quedó conectada por fe y en el día de hoy ha testificado que ya no moja la cama, y no solo eso, sino que la menstruación que había cesado ha comenzado a fluir de nuevo para gloria de Dios.

Judith aconsejó a todos los espectadores que sean conscientes de que «no hay sustituto para el poder y la presencia de Jesucristo».

 

«EL AGUA DE LA MAÑANA ME SALVÓ LA PIERNA DESPUÉS DE UN ACCIDENTE DE AUTOMÓVIL»

 

La señora Oby y su hija Chineye habían salido felices de su casa en España para dirigirse a una celebración, pero su alegría se vio truncada cuando un auto apareció de repente y se llevó por delante a la niña, que del golpe se vio elevada por los aires más de un metro antes de volver a caer al suelo. A resultas del golpe, a Chineye se le fracturó una pierna. Una ambulancia la llevó rápidamente al hospital, y allí quisieron someterla a una intervención de emergencia.

Su madre le ministró Agua de La Mañana por todo el cuerpo en el nombre de Jesús y le colocó una Calcomanía de la Unción. En palabras de Chineye, «sintió una fuerza entrar en ella y cuando la trasladaban en silla de ruedas al quirófano, la pierna comenzó a vibrar». Poco después, los médicos volvieron y dijeron que no era necesaria la operación. Que bastaba con una escayola. No mucho después, ni siquiera la escayola fue necesaria y se la quitaron, quedando al descubierto una pierna sana y en perfecto estado.

Chineye testificó que se encuentra bien, se siente fuerte y está sana para gloria de Dios, y solo una pequeña cicatriz es la marca que le permite recordar su historia. Es bien cierto que, cuando el poder de Dios está presente, ¡sanar es como respirar!

 

«¡DIOS BORRÓ LA ENURESIS QUE ME AVERGONZABA!»

 

Helen Awuri Okora había soportado la pesada carga de la vergüenza porque llevaba once años mojando la cama. Un marido espiritual con el que se encontró durmiendo fue la causa de su incontinencia. No solo ocurría por las noches, sino también durante el día, lo que le impedía socializar con familia y amigos.

En una ocasión en que fue necesario visitar a la familia de su esposo y quedarse a dormir, tanto ella como él tuvieron que extremar las precauciones y vigilar constantemente para asegurarse de que no se durmiera y mojase la cama. Pero por desgracia, lo inevitable ocurrió y el esposo de Helen tuvo que cubrirla diciendo que había sido el periodo lo que había manchado las sábanas. Rápidamente las quitaron para lavarlas, con la consiguiente sorpresa de la familia de él. Esta incontinencia junto con la infertilidad que también se instaló en su pareja y la presión exterior porque la dejara y se buscara otra esposa comenzó a pesar sobre su vida conyugal.

Frustrada hasta el punto de plantearse renunciar a su matrimonio, decidió visitar La SCOAN en busca de una solución. Durante la Oración Masiva del Profeta T.B. Joshua, recibió un mensaje profético del hombre de Dios y la liberación siguió. Desde entonces declaró que no ha vuelto a experimentar ataques espirituales y el problema de la incontinencia ha quedado olvidado en el pasado.

 

Matias Okora, el esposo de Helen, ha glorificado a Dios por su liberación y ha relatado que, ni siquiera durante el tiempo en que su familia le presionaba para que se divorciase de ella, dejó de confiar en que un día Dios los visitaría. Refirió que, desde la liberación, su esposa ha dejado de mojar la cama y su matrimonio es ahora más fuerte que nunca.

 

Estos testimonios sobre cómo ha cambiado la vida de estas personas, junto con los testimonios inmediatos durante el Servicio Dominical de La SCOAN celebrado el 15 de julio de 2018, demostraron de manera concluyente que ¡EL AMOR DE DIOS NUNCA FALLA!