Nunca dudes de la bondad de Dios – David, Juan el Bautista y Pedro, junto con muchos otros héroes Bíblicos, lucharon con diversas dudas sobre Dios y Su capacidad o deseo de ayudar. A Dios no Le importa la duda, siempre que busques respuestas de Él en medio de dicha duda. La duda puede convertirse en pecado si te aleja de Dios hacia el escepticismo, el cinismo, y luego hacia la dureza de corazón.
A medida que te acerques a Dios, encontrarás la fuerza para confiar en Él y tu fe se hará aún más fuerte. Cuanto más cerca estés de Dios, más recibirás recursos Celestiales y más tu fe se fortalecerá. Una de las tácticas de satanás es hacerte dudar de la bondad de Dios. Él intenta que olvides todo lo que Dios te ha dado y te enfoques en lo que no tienes. Si pasas mucho tiempo pensando en lo que no tienes, puedes caer en dudas malsanas.
Dios nos ha dado a todos suficientes pruebas para creer en Él. La duda viene cuando no te detienes lo suficiente para observar toda la evidencia. De vez en cuando, deberías sacar un tiempo para reflexionar sobre el historial de Dios en tu vida. A medida que recuerdes el historial de Dios, crecerás en la confianza de que Él también obrará en tu situación actual.