
Textos de referencia: Juan 8:1-11, Romanos 8:1, 1 Juan 2:1-2
Muchos creyentes hoy en día se revuelcan en la culpa de sus pecados y diferentes voces les repiten constantemente que no pueden ser perdonados. Esta voz condenatoria les miente constantemente diciéndoles que sus pecados son demasiado graves y que ya no pueden contar con la misericordia y la gracia de Dios.
Verdaderamente, el diablo está tratando de confundir a los creyentes tergiversando la verdad sobre el amor y la misericordia de Dios. El enemigo se esfuerza por presentar la misericordia y el amor de Dios como limitados, mientras que Lamentaciones 3:22-23 nos dice: «Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad».
Como hijo de Dios, ¿qué es lo que has hecho que crees que no puede ser perdonado? Recuerda lo que dice la Biblia en Romanos 5:8, «Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros». La verdad es que el amor de Dios es para todo el mundo. Él es para todos los pecadores. Sin duda, el regalo de Dios, de Su hijo Jesucristo, es para todos nosotros.
Por tanto, deja de escuchar la voz del enemigo, porque él es el ladrón de la esperanza. Juan 10:10 nos dice que «El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia». La voz de satanás te repite constantemente que Dios se avergüenza de ti porque has fallado demasiadas veces. Sin embargo, la voz de Dios te dice, «No me avergüenzo de ser llamado tu Dios».
No tengas ninguna duda sobre este hecho eterno: eres amado como hijo de Dios. Dios te creó con un propósito. Tienes la esperanza de pasar la eternidad en el Cielo.
El Profeta T.B. Joshua dijo: «Lo que consideramos un fracaso no lo es en absoluto desde una perspectiva de la eternidad».
Pueblo de Dios, Jesucristo es consciente de la fragilidad de nuestra carne y de nuestras muchas debilidades. Por tanto, no tenemos excusa para no arrepentirnos. Jesús te invita a acercarte con valentía, con todas tus debilidades, al Trono de la Gracia.
El Cielo no es para las personas que fueron perfectas en la tierra. Es para aquellos que han sido perdonados y redimidos a través de la Sangre de Jesucristo. Es a través de nuestra unión con Cristo que recibimos el don de la justicia, la santidad y la redención.
¿En qué has fallado para pensar que nunca podrás ser perdonado? ¡Deja de perder el tiempo lamentándote por tus fracasos del pasado!
El Profeta T.B. Joshua nos enseñó que las cosas rotas son útiles en las manos de Dios. Nuestro Dios es amor y Su amor permanece constante, inmutable. Él está listo para aceptarte ahora como Suyo.
¡Emmanuel!
Oración: «Oh, Espíritu Santo, ven y perfecciónate en mi debilidad y hazme completo de nuevo, en el nombre de Jesucristo. Amén».