LA PALABRA DE DIOS EN TU CORAZÓN

La Palabra de Dios en nuestro corazón – El Cristianismo de hoy parece ser de la sabiduría humana. Parece que no hay diferencia entre Cristianismo y religión. Sin embargo, la Biblia nos da a entender que el Cristianismo no es una religión sino una relación. Jesús vino a restaurar la relación y la comunión entre Dios y el hombre.

El Cristianismo reside en el corazón. Se trata de la Palabra de Dios en nuestro corazón, pero hoy el Cristianismo se ha convertido en la Palabra de Dios sólo en nuestra boca. La gente simplemente declara: «Soy cristiano», pero la pregunta es: «¿Lo eres de corazón?». El hecho de que lleves una Biblia y una gran cruz no significa necesariamente que seas Cristiano. ¿Eres Cristiano de corazón? No basta con profesar el Cristianismo, sino que hay que correr bien la carrera cumpliendo esa profesión.

La Biblia dice en Mateo 15:8, «Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí». Cualquiera puede decir: «Jesús es el Señor», pero no todos pueden confesar que Jesús es el Señor con todo su corazón. Es por eso que satanás sigue desalojando y desplazando a muchos, porque no están allí donde Dios quiere que estén. Tu corazón debe estar allí donde Dios quiere que esté.

En 1 Crónicas 28:9, la Biblia dice que el Señor escudriña el corazón y conoce los pensamientos del hombre. Como Cristianos enfrentaremos desafíos; cuando vengan, debemos considerarlos puros. Hoy, muchos ven sus pruebas como momentos de dolor porque sólo profesan el Cristianismo con la boca pero no con el corazón. Si eres verdaderamente Cristiano, tus desafíos son para fortalecer tu deseo y determinación por Dios. Tus desafíos son para mejorarte, no para perjudicarte. Nadie puede decir que Jesús es el Señor sin la Palabra de Dios en su corazón. Tú necesitas la Palabra de Dios en tu corazón para contactar a Jesús.

En esta temporada asegúrate de trabajar en tu vida espiritual. Asegúrate de que tu corazón está en lo mejor de sí para Dios, porque el Espíritu del Padre se expresa a través de nuestro corazón. Tu corazón no puede estar en lo mejor de sí para Dios si no eres espiritual. De ahora en adelante, deja que la Palabra de Dios sea el fundamento de todo lo que hagas, porque Cristo y Su Palabra son uno. Pide a Jesucristo que venga y haga Su morada en ti. Amén.

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