HAZ EL BIEN PARA CAMBIAR EL MAL QUE VES

No tenemos que mirar demasiado lejos para encontrar cosas que no nos gustan en nuestra sociedad. Si echamos un vistazo a nuestro entorno inmediato, veremos cosas aterradoras: opresión económica, opresión política, opresión financiera, injusticia y apropiación indebida por todas partes. En lugar de criticar a nuestra atribulada sociedad, deberíamos hacer lo bueno para cambiar el mal que vemos. El Libro de 1 Pedro 2:15 nos dice que Dios quiere que hagamos el bien para acallar la palabrería ignorante de los necios. Ante todo esto, seamos conocidos como personas que están a favor del bien y no sólo en contra del mal. En lugar de estar en contra de la pobreza y usar palabras insensibles, deberíamos hacer una contribución tangible a la sociedad.

Cuando veamos algo que hay que mejorar, cambiar o ajustar en nuestra sociedad, debemos asumir nuestra responsabilidad. La Biblia dice que no debemos devolver el mal por mal, sino hacer siempre el bien para cambiar el mal que vemos. Esto exige una autoexamen, que es una de las claves que Jesús nos ha dado. Si ves algo malo en lo que estás haciendo, el resultado de tu autoexamen será el autorreproche y el celo por corregirlo. El primer paso hacia la corrección es que no eches la culpa a otra persona. La pregunta que tienes que hacerte ahora es: «¿Soy culpable de lo siguiente: criticar a los demás indebidamente, utilizar palabras insensibles, negarme a admitir mis errores, menospreciar las opiniones de los demás?». Recuerda que estas cosas sólo pueden arruinar las relaciones y obstaculizar la sanidad de heridas del pasado. El Señor Jesucristo quiere que hagamos el bien para cambiar el mal que vemos; quiere que pasemos de las palabras a los hechos, que pasemos de quejarnos de los problemas a resolverlos. Examínate hoy y recuerda hacer el bien para cambiar el mal que ves.

ORACIÓN: «Oh Espíritu Santo, dame el amor suficiente para pasar por alto los errores de los demás, en nombre de Jesucristo. ¡Amén!».

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