FORTALEZA EN LA DEBILIDAD

!Fortaleza en la debilidad! Job no se desesperó ante su situación porque aunque parecía una desgracia, sin embargo no lo era. Como Cristianos, nuestra situación puede parecer, puede parecer dolorosa, sin embargo no lo es, porque no es para muerte sino para la gloria de Dios. La situación a la que te enfrentas puede ser para salvar tu vida o para prevenirte de ciertas desgracias. Puede ser un accidente o una implicación – por ejemplo, el caso de un hombre inocente que fue sorprendido en compañía de sus amigos ladrones y finalmente fue ejecutado. Si un dolor en la cabeza le hubiera retenido en casa aquel fatídico día, poco habría sabido que dicho dolor era para preservarle de ser implicado.

FORTALEZA EN LA DEBILIDAD

Permíteme que te cuente una breve historia de mi vida. Cuando era pequeño, solía chuparme el dedo. Mis padres hicieron todo lo posible para que dejara de chuparme el dedo, sin éxito, porque esto ya se había convertido en mi segunda naturaleza. Esto me retenía. Mi pulgar era mi único amigo, nadie más lo era. Por eso estaba aislado por mis compañeros. Fue este aislamiento lo que me convirtió en lo que soy hoy. Esto significa que el aislamiento también puede preservarlo a uno. El apóstol Pablo dijo: «Me gozo en las debilidades por amor a Cristo». ¿Por qué debería alguien contentarse con la debilidad por amor a Cristo? Esto es porque Su fortaleza se manifiesta en nuestra debilidad.

Un buen ejemplo de ello es el encuentro de David con Goliat. La debilidad de David puso de manifiesto la fortaleza de Dios. La debilidad de David fue lo que demostró la fortaleza de Dios. Si David se hubiera enfrentado a Goliat fuerza contra fuerza, arma contra arma, estatura contra estatura, la gloria de Dios no se habría manifestado en la derrota de Goliat. En nuestra debilidad se manifiesta la fortaleza de Dios. Cuando somos débiles, es entonces cuando la fuerza de la mano que nos protege se manifestaría en nuestra victoria.