«Hoy, muchos han cambiado ignorantemente el curso de los acontecimientos en sus vidas sin descubrir qué dice Dios al respecto. ¿Por qué? Porque les asusta el dolor y el sufrimiento que podrían atravesar en el transcurso de sus pruebas. Dios a veces usa la decepción para lograr Su propósito en nuestras vidas. Considera el caso de Pedro en la orilla del mar tras del infructuoso esfuerzo de toda la noche. Imagina la decepción que debió dibujarse en su rostro cuando recogió su red vacía junto a la orilla. Ignoraba que el hecho de no pescar esa noche estaba destinado a preservarle para llevarlo a un nuevo nivel en su vida. Si hubiera pescado antes, se habría ido a casa temprano, perdiendo así un encuentro con el Salvador que cambiaría el curso de su vida para siempre (Lucas 5: 1-11).

»En cuanto a mi experiencia personal, muchas de las cosas por las que pasé finalmente se convirtieron en condiciones necesarias para la gracia de Dios que hallo hoy en mi vida. ¿Qué área mencionar? ¿Mis circunstancias de nacimiento, linaje, educación o escasas finanzas? Todo esto era motivo suficiente para hacer que cualquiera buscara atajos e intentara cambiar el curso de los acontecimientos. Si yo hubiera permitido que mi situación dictara mi dirección, me hubiera sentido tentado a buscar un atajo y así cambiar el plan Divino de Dios en mi vida. Aquello que ves en mi vida hoy; ciertamente había una mano invisible dirigiendo los asuntos de mi vida, entonces y ahora».

– Prophet T.B. Joshua