
EL VERDADERO ÉXITO REQUIERE TIEMPO Y PREPARACIÓN – ¿Te has estado preocupando por tu futuro, preguntándote si eres demasiado joven para ser usado por Dios o demasiado viejo para tener éxito? Recuerda a Samuel, un niño pequeño que, desde su infancia, se convirtió en el portavoz de Dios. ¿Y qué hay de Moisés, a quien Dios utilizó para rescatar a los israelitas de la esclavitud? Sus historias nos enseñan que nadie es demasiado viejo ni demasiado joven para triunfar en la vida, del mismo modo que nadie es demasiado bueno ni demasiado malo para acogerse a la gracia de Dios. La cuestión es si estás preparado para lo que Dios quiere que seas. Hoy en día, muchos parecen desear sus asignaciones, pero casi nunca están preparados para ellos. Muchos parecen desear saber lo que deben hacer para recibir de Dios pero no están preparados para hacerlo.
Como hijo de Dios, debes recordar que la vida no es diversión y juegos; es una guerra donde tan sólo los de mente firme y espiritual son victoriosos. El verdadero éxito requiere tiempo y preparación. Si podemos trabajar duro para asegurarnos de que nuestro negocio, matrimonio y otras empresas tengan éxito, ¿no deberíamos prepararnos también para seguir a Cristo de todo corazón cada día? Si excluimos a Dios de los planes que hacemos hoy, pecamos de arrogancia y autosuficiencia; sin duda, no estamos preparados para el mañana. Como Cristianos, debemos reconocer que Él es Dios y nosotros no, que Él es el Padre y nosotros no somos más que sus hijos, que Él es el Pastor y nosotros somos ovejas descarriadas. Cuando reconozcamos quiénes somos ante Dios, veremos la necesidad de tener siempre en cuenta Su voluntad en todo lo que hagamos, en todo lo que digamos y en todos los planes que diseñemos.
Oración: «Señor Jesús, dame la gracia de estar preparado para Ti cada día, ¡en el nombre de Jesús! Amén».