
Hay personas que se quejan de que no pueden mantener su sanidad, bendiciones, progreso financiero y liberación. Si hubieras estado manteniendo la bendición que has recibido de Dios desde el principio, no te estarías quejando hoy. El Profeta T.B. Joshua dijo: «Si no has visto lo suficiente y recibes de repente, perderás esa bendición porque no conocerás el valor de esa bendición. Dios te permite ver lo suficiente porque no quiere que pierdas lo que vas a recibir».
En Hebreos 12:8-18, está escrito que Dios entrena a todos Sus hijos. Dios nos entrena para dos cosas principalmente: para que recibamos y para que mantengamos lo que recibimos. Cualquiera puede ser bendecido pero no todos pueden mantener sus bendiciones. El mantenimiento no se trata de mantener las bendiciones sino de preservar nuestra relación con el Dador; Dios.
Las bendiciones no pueden mantener tu vida pero la Fuente de tus bendiciones si puede, ¡y ese es Dios! Recuerda, el mantener es más importante que el recibir. Como Cristianos, necesitamos más a Dios en las bendiciones que en la pobreza, porque las bendiciones de Dios siempre atraen desafíos poco comunes; persecución, odio, envidia y celos de las personas a tal punto que es sólo Dios quien puede acompañarnos hasta el final. Más bendiciones significan más enemigos. Por tanto, vela y ora más para mantener tus bendiciones.
ORACIÓN: «¡Oh Espíritu Santo, ayúdame a mantener mi relación contigo, en el nombre de Jesús! ¡Amén!».