
DESCUBRE TU VERDADERO VALOR; Hebreos 13:8 dice que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. La Biblia también dice que Jesucristo es la Palabra por la que Dios nos habla. Esto significa que todo lo que Dios dice – todo lo que está arraigado en la Palabra de Dios es permanente, estable, incontestable e intocable. Cuando observes tu vida, verás que diariamente tomas decisiones capaces de cambiar tu vida. La pregunta es, ¿estás tomando la decisión correcta? A menos que las decisiones que estemos tomando estén arraigadas en la Palabra de Dios, no resistirán la prueba del tiempo. Por tanto, decidir poner tu confianza en Cristo Jesús es la decisión más importante que puedes tomar en la vida. Cuando Le recibes, obtendrás Su idea, conocerás la opinión de ti mismo y de los demás, trabajarás con Su proyecto y te verás como Dios te ve. Verás tu verdadero valor.
Si no puedes ver tu verdadero valor, no podrás cumplir el propósito para el que Dios te creó. Considera el caso de José, a él se le mostró una imagen de su futuro a una tierna edad. Esta imagen está dentro de cada uno, está plantada por el Espíritu Santo y debe ser regada antes de que pueda producir su cosecha. Por tanto, tenemos un papel que desempeñar, porque un hombre no puede descubrir nuevos océanos si no pierde de vista la orilla. Cuando creas en tus sueños, te convertirás en un hombre de visión.
Para un hombre de visión, no importa lo que pase, siempre hay un futuro. Por eso, cuando José se encontró en el pozo seco, se dijo a sí mismo: «Aquí no es donde pertenezco; conozco mi verdadero valor». Si eres un hombre de visión, no importa el obstáculo que haya en tu camino, nunca podrás ser detenido.
Finalmente, si quieres descubrir tu verdadero valor, debes ver todo lo que estás haciendo como una asignación de Dios. Cuando hagas esto, no le decepcionarás porque serás consciente de que volverás a Él y darás cuenta de tus acciones. Por lo tanto, aprovecha la vida haciendo las cosas que Dios quiere que hagas, porque la vida es demasiado corta para perder el tiempo en cosas que no tienen un valor duradero.