
Isaías 40:31 dice, «pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán».
En nuestro camino por la vida, a menudo nos encontramos con desafíos y obstáculos que pueden resultar abrumadores. Es en esos momentos cuando recordamos la importancia de buscar una fuerza que va más allá de nuestra propia capacidad. Esa fuerza, conocida como capacidad Divina, es el poder que nos viene de Dios. En tiempos de lucha e incertidumbre, recurrir a Dios nos permite encontrar tranquilidad y renovar nuestras fuerzas.
La capacidad Divina nos permite lograr lo que de otro modo sería imposible. La Biblia nos da muchos ejemplos de hombres y mujeres de fe que, al confiar en Dios, superaron grandes desafíos y lograron grandes cosas. A través de la fe, descubrieron que el poder de Dios se perfecciona en su debilidad. A pesar de ser un joven Pastor, David pudo derrotar al gigante Goliat porque confió en el poder de Dios y no en el suyo propio. Otro ejemplo poderoso se encuentra en la vida del Apóstol Pablo. En 2 Corintios 12:9, entendemos que la fortaleza de Dios se perfecciona en nuestra debilidad. Cuando reconocemos nuestras limitaciones y confiamos en la capacidad Divina de Dios, se nos da el poder para lograr grandes cosas.
La Biblia nos recuerda que esperar en el Señor no es un acto pasivo, sino uno de esperanza, paciencia y confianza. Al poner nuestra fe en Dios, tenemos la seguridad de que se nos dará fortaleza Divina para ayudarnos a superar nuestros desafíos. Con la presencia de Dios tenemos el poder para resistir las dificultades, correr sin cansarnos y caminar sin desmayar.
En última instancia, este mensaje es un llamado a la paciencia y la fe. Independientemente de los obstáculos que enfrentemos, contamos con la fortaleza ilimitada y el apoyo inquebrantable de Dios. Al elegir esperar en el Señor, nos abrimos a la renovación y la resiliencia necesarias para seguir adelante, confiando en que Dios siempre estará ahí para levantarnos y guiarnos.
Oración: «Señor Jesús, te pedimos que continúes guiándonos y fortaleciéndonos en momentos de dificultad e incertidumbre. Ayúdanos a esperar en Ti con paciencia y fe, sabiendo que renovarás nuestras fuerzas y nos permitirás superar nuestros desafíos, ¡en el nombre de Jesús! ¡Amén!»