¡AMA A DIOS POR ENCIMA DE TODO!
¿Amas a Dios por encima de todo? Entre los personajes Bíblicos, Job destacó como alguien que conocía el propósito de la vida. Las vicisitudes de la vida no afectaron su relación con Dios. Cuando las cosas le iban bien, veía a Jesús como Señor y Salvador. Su prosperidad no apartó su mente, tiempo o lealtad de su Creador – el Dador de la bendición. Cuando las cosas se pusieron difíciles para él, Jesús siguió siendo su Señor. Nunca se desesperó. De la misma manera que veía sus buenos tiempos como una razón para creer en Dios, también veía sus tiempos difíciles como una razón para creer en Dios, porque sabía que el propósito de la vida estaba más allá de la alegría y el dolor que recibimos.
Si basamos nuestra relación con Dios en la prosperidad, no tendremos nada en lo que apoyar nuestra creencia cuando la prosperidad nos es arrebatada. Cuando basamos nuestra relación sólo en la alegría de vivir, satanás la usará como cebo para tentarnos. El cebo es aquello que atrae a uno a recibir daño o perjuicio. La carnada es comida puesta en un anzuelo o trampa para atrapar un pez o animal. Es la cosa que mas aprecias lo que satanás usa como carnada para tentarte – esas cosas que mas amamos.
Satanás usa nuestra debilidad para tentarnos; es decir, cualquier cosa que mas amamos se convierte en nuestro punto de debilidad. Por ejemplo, si tienes un auto que aprecias mucho, si algo le pasa a ese auto es probable que te desesperes y te quejes: «¿Por qué a mí todo esto?» Eso puede afectar tu relación con Dios. En el momento en que satanás sabe que tentarte con algo que amas te separaría del amor de Dios, el continuara tentándote con esas cosas que amas. Por eso el apóstol Pablo dijo: «Ten todo esto como si no lo tuvieras». Es decir, si tienes dinero, no debes permitir que te controle o dictamine tu dirección, sino dejar que sea el Dador del dinero quien lo haga. ¡Ama a Dios por encima de todo!