COMUNIÓN CON EL ESPÍRITU SANTO

Texto de referencia: 2 Corintios 13:14; Juan 14:26

Hay algo Divino y transformador en la comunión con el Espíritu Santo.

2 Corintios 13:14 habla de la «comunión del Espíritu Santo». Esto significa que el Espíritu Santo es primero una Persona, y luego Divino. No es simplemente una fuerza o una influencia, sino una Persona con la que puedes caminar, hablar y relacionarte.

Como nos enseñó el Profeta T.B. Joshua, conocer datos sobre Jesús no cambia nuestra relación con Él. Hay una diferencia entre saber cosas sobre una persona y conocer a una persona.

Jesús dice en Juan 14:26 que el Espíritu Santo nos enseñará, nos recordará y nos guiará. Pero, ¿cómo puede guiar a alguien que no tiene comunión con Él? ¿Cómo puede enseñar a alguien que nunca escucha? La relación con el Espíritu Santo requiere cercanía, atención y rendición.

Como observó el Profeta T.B. Joshua: «El Espíritu Santo es el más sensible de todos los seres. No Le damos el lugar que Le corresponde, sabiendo lo importante que es para nosotros y para Dios».

Muchos Cristianos quieren poder, pero no comunión. Quieren avances, pero no relación. Sin embargo, como nos exhorto el Profeta T.B. Joshua, si queremos hacer grandes cosas para Dios, debemos tener una gran relación con Él.

Así como no puedes conocer a alguien con quien nunca hablas, tampoco puedes crecer en tu relación con el Espíritu Santo sin una comunión constante. La comunión es lo que hace que tu espíritu se vuelva sensible, que tu corazón se vuelva receptivo y que tu vida comience a reflejar a Cristo.

El Espíritu Santo comienza a corregirte, consolarte, fortalecerte y moldearte a imagen de Jesús. Comienza a guiar tus decisiones, influir en tu forma de pensar y empoderar tus acciones.

El Profeta T.B. Joshua dijo: «Cuando el Espíritu Santo toma morada dentro de una persona, lo hace con el objetivo de ayudarla a desarrollar un carácter Santo».

El Espíritu Santo no está lejos. Él está presente para recibir tu atención, tu entrega y tu comunión.

No te apresures a pasar el día sin Él. No ores sólo cuando necesites algo. Construye la relación. Habla con Él. Invítalo. Escúchalo. Ríndete a Él. Ten comunión con el Espíritu Santo, y tu relación con Él se hará más profunda, más fuerte y más dulce.

Oración:

Oración: «Espíritu Santo, Te abro mi corazón. Enséñame a tener comunión contigo cada día. Ayúdame a escucharte, seguirte y rendirme a ti. Fortalece mi relación contigo hasta que mi vida se convierta en un reflejo de tu presencia. Quédate conmigo, guíame y moldea mi vida, en el nombre de Jesús. ¡Amén!».