El Profeta T.B. Joshua conectó con los corazones de quienes estaban presentes en la congregación y con los espectadores de todo el mundo para llevarlos a la presencia de Dios con tres poderosos puntos de oración:
«Asegúrate de no albergar temor en el corazón. Asegúrate de que tu corazón no te condena. Asegúrate de que tu corazón está en perfecta armonía con Su Palabra viva. Sé consciente de que eres bienvenido».
Con una oración ungida para terminar con toda razón de amargura y falta de perdón en la vida de las personas, el hombre de Dios hizo énfasis en la decisión de perdonar, siguiendo el ejemplo de Jesús:
«No siempre es fácil perdonar el dolor del pasado, pero nosotros, como los discípulos de Cristo, debemos seguir Su ejemplo. Si Cristo pudo perdonar a aquellos que lo asesinaron, sin duda nosotros podremos encontrar el modo de perdonar a quienes nos han hecho daño».
Utilizando el libro de 1 Corintios 2:1-5, el Profeta T.B. Joshua explicó que hoy nuestra fe reside en la sabiduría humana, y no en el ministerio de los apóstoles –el ministerio de Jesucristo, el espíritu del hombre es la fuente de la fe. El profeta también recordó a quienes lo escuchaban que «los justos deben vivir por la fe. La fe ha hecho nacer todos los grandes logros del hombre. Alimentarse de la Palabra de Dios es alimentarse de la sabiduría de Dios, de la capacidad de Dios, de la vida misma de Dios».
El impacto de la meditación en la Palabra de Dios también quedó enfatizado durante el mensaje, cuando el profeta explicó que «controlar nuestra meditación mientras leemos la Biblia nos proporciona la capacidad de controlar nuestra conducta y nuestro discurso. Plegar nuestros corazones a la Palabra hace que la Palabra se haga realidad. Cuando la Palabra se hace realidad para nosotros, nuestra mente gira siempre en torno a Dios, gira siempre en torno a la Palabra. Por la mañana, nuestro espíritu acude inconscientemente a Dios para pedirle guía y sabiduría para ese día».
No solo se vieron iluminados por la poderosa Palabra de Dios los presentes y quienes permanecían conectados, sino que también fueron bendecidos por una variedad de testimonios que acabaron con la sombra de duda sobre la capacidad de Dios en nuestras vidas.
TESTIMONIOS
ALCOHOLISMO DISPERSADO
Según relató Taiwo Ambali, empezó a fumar y a beber a los trece años. Consumía alcohol hasta emborracharse. Todo ello cargó de vergüenza y desgracia a sus padres, que siempre eran cuestionados por los vecinos a causa de los actos delictivos de su hija. Dado que no se concentraba en los estudios, tuvo que dejar la escuela. Su madre invirtió todos sus esfuerzos para intentar rescatarla de la vida destructiva que estaba llevando, pero falleció sin haber logrado ver a su hija libre.
Más adelante se casó con el Jefe Ambali, líder tradicional, que desconocía las malas costumbres que poseía. Intentando ocultarse, cada vez que salía dispuesta a beber, frecuentaba bares en las zonas del centro, pero tratándose de la esposa de un líder de la comunidad, la gente la reconocía con facilidad. Sin embargo, ella siempre tenía preparada una explicación que justificase su mala conducta.
Consciente del punto al que había llegado su consumo de alcohol, intentó ayunar durante días para deshacerse del problema, pero en lugar de ceder, la necesidad de beber y fumar creció en ella. Su esposo no tardó en conocer sus destructivas adicciones, pero se encontró en una situación desesperada, ya que él era el objetivo de los episodios de ira violenta durante los cuales llegaba incluso a arrancarle la ropa.
Un día, estaba viendo pornografía en la televisión cuando se encontró con Emmanuel TV. El Profeta T.B. Joshua estaba orando por los espectadores, y ella alargó un brazo para tocar la pantalla y cayó delante de ella. Cuando volvió a levantarse, estaba convencida de que necesitaba visitar La SCOAN en persona para limpiar por fin el lío terrible en el que estaba metida.
La señora Ambali siguió lo que Dios tuvo a bien poner en su corazón, y acudió a La SCOAN con su esposo para recibir liberación aquel mismo día.
Hoy, los esposos tienen una historia maravillosa para compartir sobre el poder transformador de Dios, que ha podido dejar de beber para estar sobria, de ser débil a ser fuerte, de estar perdida a hallada.
Viendo lo que Dios ha hecho en la vida de su esposa, el jefe Ambali manifestó su disposición a aceptar a Jesucristo como Su Señor y Salvador, y aconsejó a todos que busquen a Dios, ya que Él es la solución a todas las dificultades fundamentales de la vida.
ESTABA MUERTO Y AHORA ESTOY VIVO –TESTIMONIO DE UN OFICIAL DE POLICÍA
Como oficial e Inspector de Policía, Sunday Okolo tenía una gran carga de responsabilidad. Sus tareas diarias requerían que nombrara y supervisara oficiales y su armamento, entre otras tareas. Pero en un abrir y cerrar de ojos, su vida cayó en picado. Lo que le ocurrió fue mucho peor que una pesadilla. Un grave accidente de tráfico lo dejó incapaz de moverse, robándole su paz y su libertad. Ocurrió un día que estaba llevando a unos amigos a la parada de autobús más cercana. Un auto avanzaba a gran velocidad y se fue a estrellar contra el lado del conductor que él ocupaba, destrozando por completo su vehículo. A resultas del impacto, el volante le quedó pegado al pecho, se fracturó la mano derecha y el húmero del brazo izquierdo. Sunday quedó atrapado dentro del vehículo. «Fui trasladado al hospital y pasé un mes en cuidados intensivos, con suero y medicación, incapaz de hacer absolutamente nada», relató.
Después de una intervención médica en la que se le insertaron unos tornillos metálicos en el hueso fracturado, su esposa pasó a ser su cuidadora. Estando casado y teniendo hijos, a él tenían que alimentarlo como si fuera un bebé. Con el brazo escayolado, su esposa, también oficial de policía, tenía que ayudarlo a orinar y hacerle todo.
Una luz llegó para poner fin a aquel túnel oscuro el día que acudió a La SCOAN y recibió oración del Profeta T.B. Joshua, lo cual le condujo a una sanidad total en nombre de Jesucristo. Con la salud recuperada por completo por primera vez, Sunday pudo levantar la mano. «¡Ahora puedo levantar el brazo y escribir!», exclamó.
Hoy, compartiendo su testimonio acompañado por su esposa, declaró: «El demonio tenía planeado quitarme la vida. Había preparado tantas trampas para quedarse con mi alma… le doy gracias a Dios por haberme ofrecido una segunda oportunidad. Hoy serían muchos los que señalarían mi tumba con el dedo, pero el Dios del Profeta T.B. Joshua, en Su infinita clemencia, me ha mantenido con vida. ¡Estaba muerto y ahora estoy vivo!»
Su sanidad se vio acompañada por una promoción doble en el trabajo. Sunday y su esposa han sido promocionados al puesto de Asistentes del Superintendente de Policía. Sunday dijo «Ahora tengo los privilegios, el poder y la autoridad de un oficial de policía. Y el nombre de mi esposa me ha seguido de cerca».
CONFESIONES DE UNA «FALSA PROFETISA»
Cuando el Profeta T.B. Joshua se acercó, el fuego fue insoportable para María Moeketsi. El demonio que llevaba dentro empezó a gritar de pronto, exponiendo su identidad y los espantosos planes que tenía para su vida, pero ¿qué era lo que empujó a esta respetable mujer sudafricana a manifestarse de pronto ante la congregación de un modo tan salvaje, incluso antes de que el Profeta T.B. Joshua comenzase a orar?
María provenía de una familia aferrada a un culto ancestral. Su tía, que era una sangoma practicante, colocó símbolos por todo su cuerpo siendo una niña, en un ritual que continuó repitiendo anualmente. «Empecé a ejercer como asistente de mi tía y la ayudaba a bañar con sangre de animales a las personas que acudían a ella », recordó. Al crecer en un entorno como ese, un sueño extraño comenzó a repetírsele. Dos serpientes, que hablaban y se relacionaban entre ellas como si fueran amigas, se le aparecían regularmente en sueños y la animaban a que se metiera en el agua con ellas.
Al hacerse adulta, María decidió abandonar sus raíces y dejar todo lo relacionado con la brujería, pero la conexión espiritual seguía siendo fuerte, y cuando intentó buscar ayuda, lo único que consiguió fue afirmar sus lazos con la oscuridad. «Acudí a una iglesia muy conocida en Sudáfrica en busca de ayuda, y el profeta que me recibió me profetizó que llevaba en mí el espíritu de una profetisa», explicó. María pronto se alzó para ser profetisa en aquella institución –pero la fuente de sus revelaciones continuó estando tan oscura como sus orígenes.
«Las serpientes se me aparecían en sueños el sábado, y me decían qué profecías debía hacer el domingo», reveló. Todas esas revelaciones eran siempre negativas –predicciones que tenían que ver con la muerte y la destrucción. «Las profecías que yo hacía no aportaban soluciones. Solo creaban miedo», admitió. Y estando como estaba dedicada a las profecías, su matrimonio y su vida estaban llenos de ira, falta de perdón y luchas.
El momento del cambio llegó cuando una familia amiga le habló al esposo de María de Emmanuel TV. «Cuando vi Emmanuel TV, vi al Profeta T.B. Joshua profetizando a las personas y ofreciéndoles soluciones, personas que luego volvían y prestaban testimonio». Conmovida por lo que había visto, la pareja decidió visitar La SCOAN.
La semana pasada, cuando el Profeta T.B. Joshua estaba a punto de empezar a ministrar a la congregación, el espíritu malvado que había en María comenzó a manifestarse de modo salvaje. «En aquel momento, no era capaz de controlarme», recordó. «Cuando recuperé el sentido, me sentí avergonzada e intenté esconderme porque todo el mundo me estaba mirando».
Desde aquel toque de Jesucristo, su vida ha cambiado radicalmente. «Tengo tanta paz en el corazón ahora, y aquellas terribles pesadillas han cesado por completo», testificó llena de alegría. Su esposo confirmó la transformación que se había obrado, añadiendo que la intensa ira que caracterizaba a su esposa ha desaparecido, y ha sido reemplazada por un amor renovado, afecto y unión. «Si quieres ser Cristiano, sé Cristiano», aconsejó María a la congregación, «pero no juegues con el cristianismo, o puede que acabes siendo engañado».
LA ORACIÓN CURA EL CÁNCER DE PRÓSTATA
Iheke Okorie, de cincuenta y seis años de edad, se acostó una noche y al despertar descubrió que no podía orinar. Lo trasladaron de inmediato al hospital para que pudiera ser tratado, y allí fue diagnosticado de cáncer de próstata, que era lo que le provocaba el desorden del tracto urinario. Le dijeron que iban a tener que introducirle un catéter para que fuera capaz de orinar y, una vez instalado, le dieron el alta.
Con los movimientos limitados a causa del dolor, no podía ir a trabajar y consecuentemente no podía ocuparse de las necesidades económicas de su familia, ni podía mantener relaciones con su esposa debido a aquella angustiosa enfermedad. Aparte del dolor, se veía obligado a portar la bolsa con su propia orina donde quiera que fuese, dado que estaba conectada al catéter que le habían colocado. Le aconsejaron someterse a una intervención quirúrgica, pero él decidió acudir a La SCOAN para recibir oración.
Con tan solo un toque del siervo de Dios, sintió la libertad de todo su organismo en aquella hermosa mañana de domingo, y lleno de felicidad, volvió a casa. Pidió que le retirasen el catéter que le habían insertado y comenzó a orinar libremente para sorpresa de los médicos que le habían tratado. Le realizaron un examen minucioso y declararon entusiasmados que no quedaba ni rastro del cáncer de próstata ni del desorden del tracto urinario que antes padecía. Su vida pudo volver a la normalidad y ahora se encuentra perfectamentey es libre, en nombre de Jesús.
Su esposa, Chinyere Iheke explicó cómo había tenido que ser ella quien se ocupara de vaciar la bolsa de la orina de su esposo y ayudarlo con los tratamientos, y dio las gracias a Dios por la recuperación de su esposo y por la alegría que había podido volver a su hogar.
ESPÍRITU DE PERRO EXPULSADO
Juliet Ikeh, natural de Imo, Nigeria, creció muy deprisa. Sus padres, que la habían enviado a estudiar en un internado para evitar cualquier clase de abuso a una edad temprana, jamás se habrían podido imaginar que un espíritu de mujer poseería a su hija en aquella institución.
Siendo todavía pequeña, veía en sueños a un hombre que le hacía el amor, y Juliet se despertaba con una acuciante necesidad que solo se satisfacía cuando veía y tocaba a otras chicas desnudas en la ducha. Juliet siguió con esta espiral perniciosa viendo pornografía y descargándosela en el teléfono móvil. El espíritu de mujer siguió molestándola hasta que un día se encontró con un grupo online de chicas que compartían pornografía y luego se acostaban unas con otras.
Aunque se sentía más cómoda con mujeres que con hombres, al final accedió a casarse con un hombre que la pidió en matrimonio y lo acompañó a visitar a un brujo. Estaba sometiéndose a un ritual de dinero cuando el espíritu de perro entró en ella y a partir de ese momento se sintió consumida por una lujuria incontrolable. Tan mal se encontraba que ni siquiera podría decir con cuántos hombres se acostó, dado el elevado número de ellos. Este espíritu le provocó una incontinencia urinaria aun estando en el colegio, y a punto estuvo de volverse loca.
Fue entonces cuando su primo la vio en un sueño, atada como un perro y acostándose con distintos hombres. Inmediatamente intentó localizarla, y cuando por fin estableció contacto con ella, le narró su sueño. Juliet rompió a llorar, y le confesó que lo que él había soñado era la esencia misma de su vida. Fue entonces cuando su primo decidió acompañarla a La SCOAN para que pudiera ser librada por Jesucristo.
Estaban entre la congregación cuando Juliet comenzó a temblar y, en el momento en que el Profeta T.B. Joshua la tocó en oración en la cabeza, sintió una descarga eléctrica en todo el cuerpo. Fue una transformación radical. No solo la abandonó de inmediato el espíritu de perro y de mujer, sino que dejó de mojar la cama y comenzó a razonar con toda lucidez.
Juliet aconsejó a los jóvenes que utilicen el teléfono para la función para la que fue creado, es decir, para llamar, en lugar de permitir que se transforme en un instrumento de satanás. Hablando del espíritu engañoso que la había poseído, dijo «este espíritu de mujer ha destruido muchos hogares. Necesitamos a Dios. Él es el único que puede liberarnos».
ERECCIÓN PERMANENTE BORRADA A TRAVÉS DE LA ORACIÓN
Los padres de Jude Alobo lo habían llevado a La SCOAN desde Benue, Nigeria, porque sufría un terrible problema de erección permanente, y el joven refirió con tristeza ante la congregación cómo había llegado a estar en semejante situación.
Estaba estudiando en la universidad ingeniería civil y fue allí donde comenzó a desarrollar varios malos hábitos, entre los que se encontraban fumar marihuana y acostarse con prostitutas. Estas nefandas actividades afectaban a su salud mental y un día lo llevaron de urgencias a un hospital.
Después de un concienzudo examen, fue diagnosticado de depresión y esquizofrenia, para lo que se le pautó un estricto régimen de medicación que, en lugar de ayudarlo a mejorar, le hizo emporar. Tras varios tratamientos, desarrolló una erección permanente. Dejó de tomar esa medicación y volvió al hospital. Los médicos sugirieron entonces una intervención quirúrgica que solo ofrecía un cincuenta por ciento de posibilidades de salir bien, y fue entonces cuando Jude decidió acudir a La SCOAN.
Incapaz de permanecer de pie, sentarse, caminar u orinar debido al dolor, Jude estaba tumbado delante del auditorio de la iglesia cuando el Profeta T.B. Joshua salió a orar por él. Bastó una palabra de oración en el nombre de Jesús, para que Jude pudiera levantarse y caminar, y declaró que el dolor había desaparecido. Un momento después fue al baño y pudo orinar libremente por primera vez desde que empezase su problema.
Jude volvió caminando por su propio pie para compartir este maravilloso testimonio: una oración y la erección desapareció, permitiendo que su vida recuperase la normalidad.
El señor y la señora Arubi Alobo dieron las gracias a Dios, expresando el dolor que habían padecido al ver a su hijo sufriendo semejante odisea, y el gozo que experimentaron cuando Jesucristo secó sus lágrimas. Su consejo para todos los espectadores fue que pongan a sus hijos en las manos de Dios y que se vuelvan a Él cuando se encuentren en alguna situación desesperada.