En un mensaje acerca de la necesidad de dejar que la fe domine nuestros pensamientos en tiempos de adversidad, la Profetisa Anne se refirió al rol de la Biblia como la clave para las promesas de Dios para sanidad, liberación y salvación. Haciendo referencia a la calma de Moisés ante la conmoción que lo rodeaba, como se registra en Éxodo 14: 3, tomó su texto de referencia de Hebreos 10: 22-23. En el mensaje, titulado «La calidad de nuestra fe», la mujer de Dios explicó el vínculo entre actuar en la Palabra de Dios y su impacto en el carácter de un Cristiano. Ella dijo: «Cada vez que actuamos en la Palabra de Dios, algo entra en nuestro espíritu y aumenta nuestra seguridad de esperanza». Al señalar que esa esperanza era para sanidad, liberación y salvación, instó a los espectadores a ir más allá del asentimiento mental y actuar en la Palabra de Dios. A ese respecto, agregó: «Es por eso que un hombre puede entrar al Cristianismo mediante razonamiento. Si el Espíritu de Dios no está allí para iluminar esa Palabra en su corazón, algún día, en algún lugar, de alguna manera, algún hombre sabio puede también sacarlo mediante razonamiento».

Por lo tanto, La Profetisa Anne alentó a los espectadores a rechazar la ansiedad y desarrollar su fe a tal nivel en el que puedan recibir iluminación sobre la Palabra de Dios viviendo en el Espíritu. Además, dijo: «Continuar confiando en la Palabra de Dios es la única manera de prepararnos; que estemos listos para las cosas que no estamos listos, para estos tiempos difíciles e inciertos» (Hebreos 6:18). Finalmente, invitó a los espectadores a declarar junto con ella: «¡Estoy parado en las promesas de Dios! ¡Vivo estable, camino estable! ¡Elijo no caminar con temor, fracaso, enfermedad, sino caminar en la luz de Dios! ¡Elijo andar en el camino, el poder, la voluntad, la Palabra de Dios, en el nombre de Jesús! ¡Amén!»

Las Sesiones de Oración Interactiva: ¡sanidad, liberación y salvación en el nombre de Jesús!

Después del mensaje de la Profetisa Anne, los televidentes de Emmanuel tuvieron nuevamente la oportunidad de ver el nombre de Jesús obrar maravillas en las vidas de aquellos que habían llamado por oración para situaciones como COVID-19, asma, dificultad para caminar, diabetes, hipertensión, fibromas , así como depresión y otras formas de opresión demoníaca. Las sesiones estuvieron fuertemente saturadas con el poder del Espíritu Santo y numerosos receptores de la oración cayeron bajo el poder de la unción, vomitando sangre y otras sustancias venenosas, mientras que los espíritus malignos se manifestaron antes de desaparecer para siempre en el poderoso nombre de Jesucristo. 

La Profetisa Anne, al igual que todos los demás ministros después de ella, oró por perdón con los receptores de la oración antes de comenzar la sesión de sanidad y liberación. 

Cuando el Espíritu Santo tomó el control, la personas comenzaron a reaccionar de diferentes maneras; algunos cayeron al suelo y vibraron bajo el poder de Dios. Ayuk, un misionero nigeriano radicado en Filipinas, se quitó las rodilleras, las tobilleras y el soporte para las piernas, y demostró su perfecta sanidad de la ciática. Después de 25 años de malestar, Oscar, de Colombia, recibió su sanidad del dolor de espalda y dejó a un lado su corsé lumbar y sus constantes inyecciones. Una mujer de Zambia comenzó a saltar y bailar después de ser sanada de inflamación de la rodilla y ya no necesitaba sus rodilleras. También fue sano Anthony, de la India, quien era positivo para COVID-19 con síntomas como dificultad para respirar y pérdida de los sentidos del gusto y el olfato que desaparecieron. Peace, de Sudáfrica, se sanó igualmente de COVID-19. Entre muchos otros casos, se encuentran: una pareja de Nueva Zelanda, que vomitó todas las sustancias venenosas que causaban enfermedades en sus cuerpos; el futbolista profesional venezolano, Luis, quien recibió sanidad de una fractura de muñeca; Asunción de Filipinas que padecía neuropatía en todo el cuerpo; y las hermanas gemelas, Tracy y Tryphine, que recibieron liberación de fuerzas demoníacas..

El Profeta Chris oró por personas como Blanca, de Argentina, que sufría de problemas de tiroides y columna así como artrosis, artritis, gastritis y osteoporosis; el futbolista profesional zambiano, Prince, cuyo rendimiento en la selección nacional y en clubes se vio obstaculizado por una lesión en el tobillo; Eric, ciudadano togolés residente en Estados Unidos, que padecía de hipertiroidismo y enfermedad de Graves; Raphael, de Kenia, que tenía el cuello rígido debido a problemas de la columna lumbar y cervical; Amarachi, de Nigeria, que tenía un bulto que le causaba dolor en la rodilla izquierda después de una caída; Lita, de Tonga, que buscaba el fruto del útero y la liberación de la adicción al tabaquismo; y Tumelo, de Sudáfrica, que tenía COVID-19, entre varias otras personas de todos los continentes, que fueron tumbados por la unción allí mismo en sus hogares. Después de las oraciones, Raphael derramó lágrimas de alegría al recuperar su libertad del dolor, justo cuando una familia peruana informó haber sentido el poder del Espíritu Santo caer sobre ellos durante las oraciones. Por su parte, Stefanía, una venezolana residente en Ecuador, vomitó y orinó durante las oraciones señalando el fin de la aflicción. En Zambia, una mujer recibió su sanidad de hemorroides crónicas después de manifestarse vigorosamente durante la sesión de oración.

Al igual que la mujer zambiana, Francisco, de México, también se manifestó fuertemente cuando recibió su sanidad de una infección renal y del tracto urinario.

Una mujer mayor, de Ghana, también se separó de su corsé lumbar y su muleta mientras demostraba su recuperación de la dificultad para caminar. Blanca, Prince y Amarachi también compartieron testimonios de su sanidad, haciendo cosas que no habían podido hacer antes de las oraciones.

La Profetisa Yinka oró por Vidya, en la India, que tenía dificultad para caminar, diabetes, hemorroides y un coágulo de sangre en las venas; Willard, de Zambia, que tenía COVID-19 y una infección renal; Yolisa, de Sudáfrica, adicta desde los cinco años a comer papel higiénico, que para ella «sabía a bocadillo»; Amalia, una filipina residente en Estados Unidos,

que padecía dolores en las articulaciones; Bonisile, que estaba depresivo, tenía dificultad para caminar y usaba un corsé lumbar debido a un problema de columna; Nikilita, el hijo de Bonisile, de 16 años, que tenía diabetes tipo 1 y asma; Naomi, en los Estados Unidos, que tenía dificultades para retener la comida en el estómago; Lidia en Kenia, que quería la restauración de su matrimonio, así como su hijo Justine que tenía neumonía aguda y anemia de células falciformes; Joycelyn, en Filipinas, que tenía agua en los pulmones; Lornia, en Sudáfrica, que tenía dificultad para caminar debido a la osteoartritis; 

Yuliia, residente en Canadá, de Ucrania, que tenía esclerosis múltiple y problemas de visión; Johnny, en Vanuatu, un teniente que había sido atormentado por espíritus malignos durante 23 años; y Fadilat, en Nigeria, que había quedado postrado en cama debido a la espondilosis y la enfermedad degenerativa del disco, entre muchos otros. Durante las oraciones, el espíritu maligno de Yolisa, ¡quien comía papel higiénico, también confesó ser responsable de su esterilidad, poniendo así fin a sus 28 años de adicción a comer papel higiénico!

también confesó ser responsable de su esterilidad, poniendo así fin a sus 28 años de adicción a comer papel higiénico. En Nicaragua, una mujer vomitó las sustancias venenosas en su organismo, mientras Fadilat se puso de pie nuevamente y ejercitó su cuerpo sin dolor. Vidya también dejó caer su corsé lumbar, habiendo recibido susanidad del dolor debido al prolapso de disco. Como Precious en Botswana, Keynia en Cuba, Liliam en los EE. UU., Osmar, Rafaella y Oswaldo en Alemania, así como Ramiro y su familia en Colombia y José y Ana en Ecuador, todos dieron testimonio de su sanidad en el nombre de Jesús.

La Profetisa Angela también oró por personas de todos los rincones del mundo. Al final de la sesión, Yaraslava, en Ucrania, vomitó las sustancias venenosas en su sistema mientras recibía su sanidad de COVID-19 junto con su hermana; Gabriel,de Ghana, se quitó el corsé corporal y el corsé lumbar, y comenzó a caminar sin dolor después de ser libre de los efectos de sueños en los cuales le dispararon; y Ngozi, en Sudáfrica, recibió su sanidad del síndrome del túnel carpiano junto con su esposo Samuel, quien cayó bajo la unción cuando recibió su sanidad de quistes conjuntivales. 

También hubo más manifestaciones del poder de Dios cuando Kwesi, en Ghana, recibió su sanidad de la espondilosis cervical y lumbar y ya no necesitaba su collarín cervical ni su corsé ortopédico; Clarah, en Sudáfrica, se liberó de la artritis y ya no necesitaba una rodillera; miembros de una familia guatemalteca en los Estados Unidos recibieron su sanidad de diferentes dolencias como asma congénita y dolor de espalda; Mamai, en Francia, se quitó el corsé lumbar y ejercitó su cuerpo para demostrar su sanidad del dolor de espalda; una mujer, en Costa Rica, comenzó a respirar normalmente nuevamente después de vomitar la causa principal de su problema pulmonar; Adam, en los EE. UU., recibió sanidad de las hernias en la ingle y el estómago e hizo cosas que no había podido hacer antes, mientras que Carlos, paciente de COVID-19, en Portugal, no pudo ocultar su emoción después de que desaparecieron sus síntomas. Para la gloria de Dios, varios otros receptores de oración testificaron acerca de su sanidad en el poderoso nombre de Jesucristo.

«Sentí el poder de Dios tan fuerte sobre mí», testificó Roger en Canadá después de recibir su sanidad de degeneración de la columna vertebral que le provocó dificultad para caminar durante la sesión dirigida por el Profeta Racine. Después de vomitar el veneno en su sistema, Roger descartó su corsé lumbar y glorificó el nombre de Dios. En Sudáfrica, un padre y sus dos hijos también recibieron su sanidad; el padre se quitó el corsé lumbar mientras los niños glorificaban a Dios por quitarles el asma. En Perú, Lindsay y Roberta recibieron su sanidad de COVID-19, mientras que Abigail, de cuatro años, recibió su sanidad de deformación del fémur, que fue responsable de su incapacidad para caminar sin aparatos ortopédicos para las piernas. 

En Ghana, Valeria recibió su liberación de 26 años de adicción a comer jabón. En Sudáfrica, Jefferson fue sano de un tobillo torcido y se separó con sus muletas; al igual que el futbolista ghanés profesional con sede en Turquía, Mahatma, fue sanode las lesiones que amenazaron su carrera. También hubo testimonios de sanidaden Ucrania, Colombia, Kenia y los Estados Unidos, donde el joven Anthony se emocionó frente a sus padres al darse cuenta de que había sido sanado de la enfermedad de Crohn. En Malawi, la profesora titular, Meya, también recibió su sanidad de hipertensión crónica y hemorroides, así como de fibromas. Samuel, en Sudáfrica, recibió igualmente su sanidad de COVID-19. Además, May, en Sudáfrica, recibió su sanidad de espondilosis cervical, problemas de tiroides, diabetes, hipertensión y síndrome del intestino irritable; también fue liberada de los espíritus de la depresión y el temor. También en Sudáfrica, el pequeño Tedro fue sanado de asma y ya no necesitará un nebulizador; al igual que Quinter en Kenia, quien fue sanado tanto de asma como de H. Pylori; El hijo de Quinter también recibió oraciones por su problema testicular y la anemia de células falciformes.

El Profeta Racine también oró por personas de todos los rincones del mundo.

Ciertamente, lo que estos testimonios prueban, una vez más, es que la evidencia del poder de Dios es vidas cambiadas.

AFILIACIÓN: HACEMOS UNA VIDA CON LO QUE DAMOS

Agradeciendo a los socios por ser un canal de esperanza donde hay desesperanza en la vida, el Profeta Racine comenzó su mensaje sobre afiliación asegurando a los espectadores que las incertidumbres y las dificultades de la vida de hoy no son una razón para dejar de cuidar a los meas vulnerables «Dios», dijo, «ama a los forasteros, a las viudas, a los huérfanos y al necesitado». En esa medida, señaló, toda persona que ama a Dios debería interesarse en el trato justo de los demás. Citó Lucas 10: 25-37 la historia del Buen Samaritano; mientras habló acerca del lugar de «una decisión del corazón»: «Tú eres lo que hay en tu corazón; yo soy lo que hay en mi corazón». Racine dijo que tener un corazón para las personas es tener un corazón para Dios.

En palabras que vale la pena citar en toda su extensión, Racine pensó de esta manera: «El amor de Dios se expresa y revela a través de nuestra compasión hacia los necesitados. Entonces, hagamos coincidir nuestras acciones con nuestras palabras porque una confesión de fe, si no va seguida de acciones apropiadas, es una forma de palabras sin vida, sin ninguna realidad interior».También dijo que es el Espíritu Santo el que impulsa a los hacedores de la Palabra de Dios a amar, cuidar, ayudar y dar sin esperar nada a cambio. Refiriéndose a Romanos 14:23, Racine instó a los espectadores a buscar la ayuda de Dios para identificar a aquellos a quienes dar. Por lo tanto, recordó a los espectadores que «nos ganamos la vida con lo que obtenemos y hacemos una vida con lo que damos», asegurando así nuestra salvación.

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