El coro animaba la atmósfera con canciones de alabanza y adoración, creando una atmósfera propicia para que el Espíritu del Dios vivo pudiera moverse con todo Su poder entre Su pueblo. La congregación estaba entusiasmada, y todos juntos expresaron su fe cantando y danzando.

Una vez hubo ministrado sanidad y liberación en nombre de Jesús, el Profeta T.B. Joshua animó a la congregación y a los espectadores de todo el mundo a ser sinceros en su comunicación con Dios. «Cuando tu confesión es verdadera, se transforma en convicción. Cuando lo dices en serio, permanece en tu corazón. Dilo en serio; “conozco a Jesús. ¡Él es mi Salvador, mi Libertador, mi Redentor!”»

Los testimonios inspiraron a la congregación cuando aquellos a los que Dios había tocado salieron a testificar cómo había obrado el Señor en sus vidas.

TESTIMONIOS

INTENTÉ SUICIDARME CIENTO CINCUENTA VECES – CONFESIONES DE UNA JOVEN QUE SE AUTOLESIONABA

Danielle Kriel padecía el espantoso problema del desorden bipolar que le provocaba constantes impulsos suicidas, depresión y deseo de autolesionarse. Desde muy joven habían venido abusado de ella, y tenía terribles pesadillas con animales salvajes tales como tigres y osos; incluso soñaba con que otras personas la atacaban de distintas maneras. A la edad de ocho años, comenzó a morderse y a hacerse cortes para intentar sentirse mejor. Pronto descubrió que ver brotar la sangre calmaba la rabia que llevaba dentro, lo mismo que beberse su propia sangre.

Después de haber intentado suicidarse muchas veces sin lograrlo, teniendo doce años se conectó a la red y escribió «Cómo suicidarse». Le sorprendió encontrar una multitud de sitios de Internet en los que había gente que animaba a otros a suicidarse. Aprendió muchos modos de hacerlo, como por ejemplo electrocutarse, y los probó todos.

Danielle confirmó que había intentado suicidarse más de ciento cincuenta veces: con pastillas, bebiendo veneno y antisépticos, ahorcándose e incluso llegando a estar a punto de dispararse con un arma. Uno de sus intentos de seccionarse una arteria la condujo al hospital inconsciente, con tan solo treinta y tres mililitros de sangre en el cuerpo.

A la edad de dieciséis años, dijo haber vivido en un infierno, ya que la tenían que mantener aislada y vigilada constantemente por su impulso de autolesionarse y ver sangre, tanto en sí misma como en otras personas. La sacaron del colegio y comenzó a estudiar en casa. La señora Kriel, su madre, explicó que tenía que vigilarla veinticuatro horas al día, siete días a la semana, trescientos sesenta y cinco días al año, y que había tenido que alejar de su alcance cualquier objeto afilado y todos los productos de limpieza.

Desesperada por encontrar el modo de poner punto final a la miseria de su hija, la señora Kriel oyó hablar de las liberaciones que Dios obraba en La SCOAN, y llegó a la conclusión de que solo Dios podía solucionar su problema. El miedo hizo mella en Danielle, y tomó la determinación de morir antes de acudir a La SCOAN. En el mes anterior a su viaje a Lagos, intentó suicidarse en más de veinte ocasiones. En su último intento, encontró una cuchilla de afeitar con la que quitarse la vida, pero cuando le dijeron que al día siguiente iba a La SCOAN, algo le hizo abandonarla en instrumento con el que planeaba acabar con su vida.

Fue en el Servicio Dominical de La SCOAN donde el demonio que se escondía detrás del problema de Danielle quedó expuesto y fue expulsado.

Mostrando las fotografías de las heridas que se había auto infligido y las cicatrices de los cortes que le cruzaban los brazos, clamó a Dios pidiendo misericordia. Al recibir un toque del profeta, dijo haber sentido una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo y los brazos comenzaron a temblarle violentamente.

Haber sido liberada en nombre de Jesús acabó con el espíritu suicida y ahora, sonriente y en paz, refirió que ya puede mirar un cristal o un cuchillo si sentir la necesidad de utilizarlos contra ella misma. Duerme sin pesadillas y la rabia y la necesidad de sangre la han abandonado.

Hablando de la misericordia de Dios, dijo: «Ahora sé que el Cielo está al corriente de mi situación. Dar mi testimonio es el primer paso hacia mi destino en Cristo Jesús».

Su madre dio las gracias a Dios por el increíble cambio que se ha obrado en la vida de su hija; ahora puede dormir toda la noche tranquilamente y ha podido desprenderse del miedo de perderla.

Intentando contener las lágrimas de felicidad, declaró: «No desesperes. Jesús dio Su sangre por nosotros. Solo Dios puede dar paz».

 

EL YUGO DE LA ENURESIS Y EL ALCOHOLISMO SOLTÓ A LA FUERZA SU GARRA

Comenzó a mojar la cama cuando era una niña, y la enuresis pasó a ser un estigma cuando llegó al instituto. El problema se disculpaba cuando era niña, pero al continuar en la edad adulta reveló que no se trataba de algo ordinario. Cursando ya educación superior, Auguste Da-Costa seguía mojando la cama hasta el punto de que la orina calaba el colchón de la litera superior en la que ella dormía y caía sobre la inferior, ocupada por una compañera de habitación. La noticia de que se orinaba en la cama corrió como un reguero de pólvora, lo que fue para ella una inmensa carga psicológica que la empujó a evitar a las personas, y acabó convirtiéndose en una especie de reclusa.

Esta desgracia la afectaba de modo aplastante. Aparte del efecto psicológico que tenía en ella, le era muy difícil mantener relaciones con el sexo opuesto, y por lo tanto iba a ser tremendamente complicado que llegase a formar una familia. Por culpa de los sentimientos de inadecuación que la enuresis le había dejado, Auguste se lanzó al consumo de alcohol a la edad de quince años como una vía de escape al estigma psico-social que tenía ante sí. A veces bebía tanto que se olvidaba de que estaba cocinando y dejaba que la comida se le quemase. La gente comenzó a perderle el respeto y ella aparentaba envejecida.

Esta sucesión de problemas la condujo a tener un hijo fuera del matrimonio, y su niño compartió la cama con ella hasta que tuvo trece años y ya fue consciente de que su madre mojaba la cama. Esto no le hizo ningún bien, ya que seguía buscando el modo de hallar una solución para aquella desgracia que le parecía eterna. Su problema con la bebida seguía presente, lo que le impedía que su relación con distintos hombres cuajara por la cantidad de dinero que gastaba en estar permanentemente intoxicada. Bebía a diario antes de ir a trabajar, y había ocasiones en las que se emborrachaba y se quedaba toda un semana encerrada en casa intentando sobreponerse a su estado.

La mejoría le llegó más adelante, cuando esta oriunda de Namibia visitó La SCOAN y recibió el Agua de La Mañana. Augusta refirió cómo se la ministró un día pidiéndole a Dios que pusiera fin a sus padecimientos. Y así fue: Aquel día vio el fin de sus problemas. Tanto el alcoholismo como la enuresis cesaron. En la actualidad, la señorita Da-Costa parece mucho más joven y llena de vida, y recordó cómo los problemas, en particular el de mojar la cama, la habían atormentado casi durante cuatro décadas.

Dio las gracias a Dios y añadió que, desde que fue liberada, la vida le sonríe. Augusta trabaja para los Tribunales de su país, y el gobierno le pagó un curso de alemán. Hubo una competición de conocimientos de esta lengua, y ella la ganó, de modo que fue enviada a Alemania para ampliar sus estudios. Regocijándose en la gloria de lo que Dios ha hecho en su vida, Augusta Da-Costa aconsejó a quienes la escuchaban que hiciesen de la Palabra de Dios el estándar de su vida.

 

 

MEDULA ESPINAL COMPRIMIDA ES DESCOMPRIMIDA POR EL ESPÍRITU DE DIOS

 

Había acudido a La SCOAN caminando con mucha dificultad debido a una compresión en la médula espinal, un problema que afectaba enormemente a su vida social, hasta el punto de que le resultaba muy difícil hacer muchas cosas, entre ellas sus tareas domésticas. Esta nigeriana residente en el Reino Unido pensaba que tener acceso a una institución sanitaria de calidad sería de gran ayuda, pero los hospitales que visitó no lograron ayudarla de un modo eficaz. En su mayoría recomendaban una intervención quirúrgica, aunque sin darle certeza alguna de que lograra recuperarse al cien por cien.

Para Augustina Ebohon la vida estaba llena de dolor. Llegó un momento en el que estuvo seis semanas sin poder andar, y después de semejante periodo de inmovilidad tuvo que recurrir a la ayuda de una muleta. Había probado suerte en los mejores hospitales del Reino Unido, sin que en ninguno de ellos le aseguraran una solución, de modo que se decidió a volver a su país natal e ir a ver al hombre de Dios en la Arena de La Libertad.

La señora Ebohon ocupó su lugar en la Línea de Oración durante el Servicio Dominical de hace dos semanas. El hombre de Dios le impuso las manos y no fue necesario nada más. Según esta nigeriana del estado de Edo, cuando el hombre de Dios la tocó, sintió como si un ladrillo le hubiera caído encima. Incapaz de recordar lo ocurrido, lo único que tiene en la memoria es que se levantó del suelo gritando «¡Gracias, Jesús!».

Desde aquel momento, los dolores y la incapacidad desaparecieron, y cuando compartió su testimonio con la congregación el pasado domingo, hizo gala de su recuperado bienestar, insistiendo en que los dolores son ya cosa del pasado y que puede caminar libremente.

 

 

EL EMBARGO ESPIRITUAL EN MI PROMOCIÓN FUE LEVANTADO

 

Llevaba más de nueve años estancada en el mismo puesto del Cuerpo Nacional de Policía de Nigeria, y no era normal que una oficial de carrera no ascendiera durante tanto tiempo. Consciente de que había algo en su situación que iba más allá de lo que se podía percibir a simple vista, Oluwatoyin Agbaminoja, que era entonces Comisario de Policía, decidió acudir a La SCOAN convencida de que el misterio tras el estancamiento de su carrera sería desvelado y resuelto por el Dios Todopoderoso.

Unos meses antes, en 2017, había visitado la Arena de La Libertad y recibido oración y el Agua de La Mañana de manos del hombre de Dios. Al volver a su casa, Oluwatoyin siguió ministrándose el Agua de La Mañana, orando a Dios pidiéndole que cambiase la historia de su carrera. Apenas un mes más tarde, recibió un mensaje del las Oficinas Centrales, ubicadas en Abuja, en el que se le requería que enviase los documentos relativos a su retribución. En mayo de 2017, recibió otro mensaje en el que se le informaba de que su promoción de Comisario de Policía a Asistente al Comisario General de Policía.

El domingo pasado la señora Agbaminoja compartió su testimonio y se lamentó de lo frustrada que había llegado a estar por no alcanzar su promoción: «El toque del hombre de Dios favoreció mi carrera y todas las áreas de mi vida. Aférrate a Dios y no dejes de ver Emmanuel TV».

 

CÓMO LA APNEA DEL SUEÑO DESAPARECIÓ DE MI VIDA

 

Ronald Hairbottle llevaba tiempo enfrentándose al problema de una severa apnea del sueño, una condición que le hacía extremadamente difícil respirar mientras dormía. Según este sudafricano, cuando esta condición se apoderaba de él, podía dejar de respirar al menos doscientas veces a lo largo de una noche. La severidad de su condición le había obligado a utilizar una máquina de respirar durante diez años tras dos operaciones quirúrgicas que no habían logrado solucionar nada. Había recurrido al uso de una CPAP, una máquina que mantiene siempre presión positiva en el aire, para evitar que pudiese llegar a desarrollar otros problemas de salud imputables a la falta de sueño. Aparte de la apnea, el señor Hairbottle también tenía que enfrentarse a otras condiciones como dolores articulares, bursitis en un codo y problemas de visión.

Ronald y su esposa comenzaron a ver Emmanuel TV a través de una conocida red de televisión, y a medida que iban escuchando la emisión, el Espíritu Santo fue ministrando su corazón y le abrió los ojos a muchas cosas a las que, en el pasado, no había prestado atención. Se dio cuenta de que ocurrían grandes cosas en la Arena de La Libertad, en particular con la multitud de personas cuya sanidad y liberación se difundía en Emmanuel TV. A pesar de ser antes un hombre que había cuestionado la racionalidad de tener que hacer un largo viaje para lograr la sanidad, había llegado el momento de tener un encuentro con Dios. Y aquella vez, nada en la tierra le detendría.

El penúltimo domingo, el señor Hairbottle estaba en la Arena de La Libertad y recibió su liberación. Después, compartiendo lo vivido con la congregación, refirió cómo Dios utilizaba al Profeta T.B. Joshua para poner fin a una condición que había rodeado su vida como una cadena de calamidades. Según él, la experiencia había sido casi surrealista: «Sentí una especie de descarga eléctrica cuando el hombre de Dios me tocó. Nunca me había caído al suelo durante la oración, pero en aquel momento me llevé una sorpresa al ver que me estaba levantando del suelo. En aquel momento, supe que algo había ocurrido. Llevo ya siete días durmiendo con toda facilidad».

 

 

También dio las gracias a Dios por su liberación de otras muchas aflicciones, aparte de la apnea del sueño. «¡Estoy completamente sanado! ¡Gracias, Jesús! Quédate siempre muy cerca de Dios en cada simple acto de cada día. Mantén limpio tu corazón y llénalo con Su Palabra», aconsejó.

 

 

EL IMPULSO DE DORMIR CON PERROS HA DESAPARECIDO

Tammy Mlimi, nacido en Sudáfrica y adicto a las drogas, tenía otra adicción que mantenía en secreto y que solo él conocía; un impulso incontrolable por animales, particularmente perros. Pero durante la Oración Masiva de La SCOAN en el Servicio Dominical, el Profeta T.B. Joshua lo localizó y expuso su adicción secreta mediante una palabra de profecía: «Hay un hermano aquí que siente un serio impulso por animales». El profeta especificó el tipo de animal por el que sentía afecto; los perros. Y como en la profecía también dijo cómo iba vestido, Tammy no tuvo más remedio que dar un paso al frente y confirmar la profecía.

Compartiendo su testimonio de cómo había sido liberado gracias a la profecía, explicó: «Tengo cinco perros en casa, y solo me daban problemas cuando estaban en celo. Siempre me encontraba a mi mismo estando con perros».  Incluso cuando iba caminando por la calle, perros desconocidos se acercaban a él. «Prefería moverme con perros que con amigos». Esta adicción hizo que se quedara muy aislado. Tammy explicó que, siendo adicto a las drogas se “colocaba” con frecuencia y el noventa y cinco por ciento del tiempo no sabía lo que hacía. Sus adicciones le habían dejado muy aislado en la vida. Hablando de la vida después de la liberación, refirió que «tras mi liberación, sentí una sensación de alivio dentro de mi cuerpo, y mi mente descansó de inmediato». Dice que ya no siente impulso hacia los animales o las drogas, y aconsejó a los jóvenes como él que respetasen a sus padres y encomendaran su corazón y todo su ser a la Palabra de Dios.