¡TE AMO, JESÚS!

Te amo Jesús – Dios mide nuestra vida por nuestro amor a Él y a nuestro prójimo. Quien no ama a su prójimo, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Este es Su mandamiento: quien ame a Dios debe amar también a su prójimo.

Si tenemos todo el conocimiento y la habilidad pero no tenemos amor, no tenemos nada. Si hacemos todo tipo de sacrificios pero no tenemos un verdadero amor ardiente por Dios y por nuestro prójimo, no tenemos nada.

El amor al prójimo rompe toda barrera y derrite todo obstáculo. El amor tiene oídos para escuchar al corazón. Disuelve los prejuicios, los malentendidos y las sospechas. El amor triunfa sobre el maltrato, la corrupción y la persecución.

¿Cómo evalúas tu amor por Dios? Por las cosas prácticas de nuestra vida. Evaluamos nuestro amor por Dios por el número de veces que pensamos amorosamente en Él a diario, por el grado de hambre que tenemos por leer Su Palabra. Quiero decir, la cantidad de tiempo que apartamos para leer Su Palabra. Cuanto más Le amemos, más preciosa se volverá Su Palabra para nosotros. Si amamos a Jesús lo suficiente, tomaremos el hábito de decir «Te amo, Jesús».

Cuando camines hacia otra habitación, di «Te amo, Jesús». Cuando te sientes en el automóvil para conducir, di «Te amo, Jesús». Cuando te detengas en un semáforo, di «Te amo, Jesús». Cuando inclines la cabeza antes de comer, di «Te amo, Jesús». La primera persona en la que pienses por la mañana y la última en la que pienses por la noche debería ser Jesús.