
Recuerda tus sueños – Mirar la vida, sus tormentas o adversidades desde el punto de vista carnal o humano trae preocupaciones, ansiedad, temor y muerte. Un buen ejemplo es el encuentro de David con Goliat (1 Samuel 17:45-50). Mientras Goliat estaba ocupado mirando a David desde el punto de vista humano, es decir, considerando la apariencia física de David, David estaba ocupado mirando a Goliat desde el punto de vista de Dios. Si David hubiera mirado a Goliat desde el punto de vista humano, se habría atemorizado o se habría asustado hasta la sumisión.
David era un niño pequeño comparado con Goliat en términos de edad, tamaño y experiencia de guerra, pero tenía un sueño que sólo él conocía. El sueño de Goliat, por otro lado, se basaba en su tamaño, armas, experiencia en la guerra y palabras de humillación. La diferencia entre sus sueños es que, mientras que el sueño de David únicamente él lo conocía, el de Goliat era conocido por todos, visto por todos y entendido por todos. Recuerda; la Biblia dice que no vivimos por lo que se ve, sino por lo que no se ve. Porque lo que se ve es temporal mientras que lo que no se ve es eterno (2 Corintios 4:18).
Muchos miran su situación actual por fuera. Mirar tu situación por fuera te dará preocupaciones, desánimo, temor y ansiedad. Tu situación por fuera ahora puede ser de pobreza, dolorosa, atemorizante y desalentadora. Pero recuerda tu sueño, ese sueño debe ser tu foco de atención y no tu situación actual. Tu sueño te dará fuerzas para soportar las pruebas y dificultades actuales. Si está lloviendo ahora y sabes que la lluvia es sólo pasajera, lo soportarás. Los problemas se vuelven más fáciles de manejar cuando sabes que no durarán mucho. Ten en cuenta que tu futuro tiene que entrar en ti antes de que tú puedas entrar en ese futuro. Para que camines hacia tu futuro, tu futuro primero tiene que entrar en ti.