NO DES UN PASO ATRÁS

¿Alguna vez sientes que no estás llegando a ninguna parte, que cada vez que avanzas, te encuentras yendo hacia atrás otra vez? Esto se debe a que sigues dando pasos atrás cuando te enfrentas a obstáculos, impedimentos y problemas, en lugar de permitir que te hagan avanzar. Timoteo experimentó la misma tentación, pero el Apóstol Pablo le advirtió que no diera un paso atrás cuando estuviera enfermo, fuera atacado, perseguido o desalentado.

«Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos» (1 Timoteo 18-19).

Das un paso atrás cuando ante tu situación, te desanimas y empiezas a quejarte: «¿Por qué a mi?» Mientras que esta es la belleza de nuestro viaje a la vida eterna; nuestros desafíos. El propio Apóstol Pablo sabía lo que era sentir ganas de rendirse mientras se enfrentaba a los desafíos, pero siguió corriendo la carrera recta con Dios.

¿A qué situación te enfrentas que te hace dar un paso atrás? No olvides que tus desafíos son amigos para hacerte avanzar si producen un sentido de dependencia de Dios.