¡LOS DESAFÍOS SON PRUEBAS PARA MADURARNOS!

Es imposible vivir sin desafíos. ¿Cómo se relacionan estos desafíos con nuestra vida de Cristianos? ¡Que tengas desafíos no significa que no eres Cristiano! Los desafíos determinan dónde estás espiritualmente. Revelan la verdadera condición o posición del corazón del hombre. Un verdadero Cristiano es probado por su habilidad para enfrentar circunstancias difíciles. Como hijo de Dios, tu situación no es para perjudicarte sino para hacerte más fuerte. Tu respuesta cuando eres probado y provocado determina tu futuro.

Hebreos 5:1-8, «Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia». Pasó por agonía, angustia y dolor físico, pero se sometió a la Palabra reveladora de Dios. Esto significa que el crecimiento espiritual es una función de la obediencia a la voluntad de Dios.

Jesús aprendió la obediencia por las cosas que padeció. Nosotros aprendemos obediencia por las dificultades y desafíos que enfrentamos hoy. Los desafíos son pruebas para madurarnos, así que tu respuesta al desafío de hoy determina en lo que te convertirás mañana.