LO QUE ESTÁ ARRAIGADO EN DIOS ES PERMANENTE

Hebreos 13:8 dice: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos».

Para que nuestra fe sea consistente, debe basarse en algo más estable que los sentimientos, y eso es la Palabra de Dios, que es la misma ayer, hoy y siempre. Hacer de Cristo Jesús tu Señor y Salvador personal es la decisión más importante que puedes tomar, sabiendo que Él es incomparablemente más fiable, más confiable y mucho más fuerte. Cuando recibas al Señor Jesucristo, podrás acceder a Sus ideas, ver la vida como Él la ve, y verte a ti mismo como Él te ve. A José se le mostró la fotografía de su futuro (Génesis 37:5,9-11). Esa increíble fotografía del mañana es plantada dentro de nuestros corazones por el Espíritu Santo. Al igual que José, tenemos un papel que desempeñar; debemos estar arraigados en la Palabra de Dios para que este glorioso futuro se haga realidad.

El hombre no puede descubrir nuevos océanos si no pierde de vista la orilla. Sigue meditando en la Palabra de Dios y pronto te convertirás en un hombre de visión. Para un hombre de visión, no importa lo que pase, no importa lo que venga, siempre hay un futuro. Cuando José se encontró en el pozo seco, no se preocupó sino que siguió aferrándose a lo que Dios le dijo. Estaba concentrado y decidido. En lugar de sucumbir a la presión y tensión que estás enfrentando, déjaselo a Jesús porque Él no te dejará sin solución.

Oración: «Señor Jesús, ayúdame a vivir mi vida sólo para Ti, ¡en el nombre de Jesucristo! Amén».

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