
La fe es nuestro acercamiento hacia Dios. La fe nos permite ver lo invisible y así resisitir cuando el mundo visible no nos ofrece ninguna esperanza o aliento. Fue la fe la que permitió al ciego Bartimeo clamar a gritos a Jesús contra la oposición de la multitud y recibir Su atención. Fue la fe la que permitió a cuatro hombres llegar a Jesús a través de la multitud, bajando al paralítico por el techo. Luego él tomó su esterilla y caminó. Fue la fe la que permitió a la mujer con el flujo de sangre luchar a través de la multitud para tocar el borde del manto de Jesús y recibir sanidad instantánea. Como se ve en los ejemplos anteriores, demostramos lo que creemos mediante lo que hacemos. ¡La fe actúa ahora, cree ahora y recibe ahora!
En la Palabra de Dios hay esperanza, perdón, dirección, instrucción, revelación y todo lo que necesitamos para vivir para Dios aquí y ahora. A causa de Cristo, todo esto se ha puesto a disposición tuya y mía. Así que, en lugar de ser simplemente un espectador, sé un copartícipe de la herencia de los santos activamente al alcanzar y tomar Dios en Su Palabra. Alcanza y toma la sanidad que está disponible para ti, alcanza y toma la liberación que está disponible para ti, alcanza y toma la bendición que está disponible para ti, ¡al actuar tu fe ahora!