LA ESENCIA DE LOS DESAFÍOS

Job 2:9-10 dice, «Su esposa le reprochó: Todavía mantienes firme tu integridad? ¡Maldice a Dios y muérete! Job respondió: Mujer, hablas como una necia. Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no sabremos recibir también lo malo? A pesar de todo esto, Job no pecó ni de palabra».

La respuesta de Job a su situación en medio de sus desafíos muestra la condición de su corazón. Es decir, su respuesta muestra el verdadero contenido de su corazón. Como Cristianos, nuestros desafíos no son para destruirnos sino para prepararnos para un nuevo nivel en la vida. Los desafíos revelan la verdadera naturaleza del corazón del hombre. Si la relación de Job con Dios se hubiera basado sólo en las cosas materiales que poseía, habría maldecido a Dios cuando se las quitó. En cambio, Job alabó a Dios en medio de sus desafíos.

Job dio una respuesta en fe (Job 1:21). Al igual que Job, nuestra respuesta a los desafíos debería ser: «Alabado sea el nombre del Señor». Job comprendió la esencia de los desafíos. Job sabía que los desafíos están hechos para mejorarnos, para fortalecer nuestra relación con Dios. Los desafíos son para acercarnos a Dios, no para alejarnos de Él. Los desafíos son para aumentar nuestro deseo por Dios. Como Cristianos, mientras más desafíos enfrentemos, mejor equipados estaremos para el futuro. Por lo tanto, no importa el desafío que estés enfrentando, mantente fiel a Dios y acércate a Él.

Oración: «Señor Jesús, dame la gracia de honrarte en mis desafíos. Dame la gracia de acercarme a Ti, en el nombre de Jesús. Amén».

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