¡HAZ QUE SUCEDA!

¿Eres alguien que observa cómo suceden las cosas, alguien que se pregunta qué ha pasado o alguien que hace que las cosas sucedan? Tenemos una meta que alcanzar que necesita toda nuestra energía. Pero, por desgracia, hoy en día gastamos mucho tiempo, esfuerzo y energía luchando en la batalla equivocada, persiguiendo sombras, lamentándonos por los fracasos del pasado y curando las heridas que nos ha causado la ofensa. ¿Cómo hacer que las cosas sucedan? Para hacer que las cosas sucedan hace falta enfocarse en la acción, disciplina personal y mucha energía cada día. Recuerda que el éxito empieza en tu interior.

Cuando lo consigues en tu interior, en tu relación con Dios, ese éxito se trasladará al exterior. Cuando te ocupes de la profundidad de tu relación con Dios, Dios se ocupará de la amplitud de tu éxito. Orar como Dios quiere que oremos es el mayor logro sobre la tierra, porque oyes a Dios y Él te oye a ti. Una vida de orar así cuesta; necesita sacrificio. ¿Cuánto tiempo pasas preparando tu corazón para orar? ¿Cuánto tiempo dedicas a orar con salmos, himnos y cánticos espirituales, creando melodías en tu corazón para Dios?

ORACIÓN: «Ayúdanos a emplear bien nuestro tiempo, ¡oh Espíritu Santo!».