
Mateo 24:42 dice, «Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor».
¿Estás preparado para el regreso de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo? Como creyentes, estamos llamados a vivir constantemente predispuestos, siempre vigilantes para el momento en que Él venga de nuevo.
La predisposición no consiste sólo en anticipar un acontecimiento futuro, sino en alinear diariamente nuestros corazones y mentes con la voluntad de Dios. En un mundo lleno de tentaciones y distracciones materiales es fácil perder de vista nuestro objetivo final. Sin embargo, debemos recordar que nuestro paso por la tierra es temporal y que nuestro verdadero hogar está más allá de lo que podemos ver.
Consideremos la incertidumbre que rodea el regreso de nuestro Señor. La Biblia nos insta a vivir en vigilancia y expectación, siempre preparados para Su gloriosa venida. Apocalipsis 22:11-13, 20 nos recuerda la importancia de vivir con la eternidad en mente.
Si Jesús regresara hoy, ¿estarías preparado para recibirle?
Cada día, debemos vivir intencionalmente, asegurándonos de que nuestras acciones se alineen con la búsqueda del Reino de Dios. Reflexiona sobre tu vida y pregúntate: ¿Estoy viviendo de una manera que garantice mi lugar en la eternidad? Nuestras decisiones de hoy determinan nuestro mañana. ¿Qué te encontrará haciendo Jesús cuando regrese? La vida que vivimos ahora determinará nuestro juicio y nuestro destino eterno.
Como Cristianos, vivamos cada día con propósito, sabiendo que nuestras acciones tienen un peso eterno. Colosenses 3:2 nos exhorta, «Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra». Al fijar nuestra mirada en lo eterno, preparamos nuestro corazón para el glorioso regreso de nuestro Salvador.
Alentémonos unos a otros a permanecer fieles, a buscar la voluntad de Dios y a estar siempre preparados para el día en que nos encontremos con Él cara a cara.