
Elige el color brillante de la alabanza – Como Cristiano, si te encuentras en una situación desagradable no debes desesperar, sino creer más, tener más fe, orar más y ayunar más; porque esa situación está hecha para tu creencia, así como ves tus buenos momentos como una razón para creer.
En el caso de Pablo y Silas, el dolor físico no importó para nada. En lugar de que la golpiza y la humillación que recibieron en manos de los oficiales romanos y de la multitud les hiciera abandonar su causa, es decir su fe, les hizo tener más fe, creer más y alabar más a Dios (Hechos 16:23-25). Cuando Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos y sus espaldas estaban en carne viva por los golpes, cantaron himnos. Eligieron el color brillante de la alabanza en lugar de los colores sombríos de la depresión, la amargura, la desesperación, la autocompasión y el rechazo. No importa la aflicción o la crisis que enfrentemos, nosotros también podemos decidir cómo responder.
En el caso de Esteban, el temor a ser apedreado no le hizo abandonar su fe. Cuanto más le apedreaban, más confesaba a Cristo, más se fortalecía en su creencia, fe y convicción. A cada piedra que le arrojaban, confesaba: «¡Jesús es el Señor!». Veía su dolor como una razón para creer en Dios, al igual que lo hacía en sus buenos momentos (Hechos 7:59-60). La muerte de Esteban tan sólo parecía muerte, pero no lo era. La condición de prisión experimentada por Pablo y Silas tan sólo parecía prisión pero no lo era.