DESEO GENUINO

Deseo genuino – Tu actitud y conducta no puede cambiar hasta que el Espíritu Santo dé a luz en ti una imagen de lo que Él ve cuando te mira. Esto significa que debes posicionarte para que el Espíritu Santo te vea. ¿Cómo nos posicionamos? Lo hacemos mostrando un deseo genuino hacia las cosas de Dios, hacia Su Palabra.

Así como no todo depende de Dios, ciertamente, no todo depende de nosotros. Se requiere tanto la habilidad de Dios como nuestra voluntad genuina para producir el nuevo nacimiento. Esto debes hacerlo tú mismo. Él no hará por ti lo que tú mismo debes hacer. ¿Qué está Él mirando? Recuerda, en Su mente Él nos ha creado exitosos. Cuando nos mira, ve en nosotros el éxito que ha creado en nosotros. Depende de nosotros que ese éxito se transfiera a nuestras vidas al meditarlo, confesarlo y actuarlo.

Recuerda, cuando uno es pobre y está pensando como un hombre pobre, hablando como un hombre pobre, actuando como un hombre pobre y también moviéndose con personas pobres; la pobreza nunca lo dejará, porque siempre está meditando, confesando y actuando en la pobreza. También cuando uno está enfermo y está meditando en la enfermedad, confesando y actuando la enfermedad; la enfermedad nunca lo dejará.