CAMINAR EN LA LUZ

1 Juan 1:7 dice: «Pero si andamos en la luz como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado».

Nuestro Padre es el Padre de la Luz. Él es la Luz y en Él está la Luz. Puesto que en Él está la Luz, se nos manda caminar en la Luz. La Palabra de Dios es Luz; por tanto, un creyente es uno que camina en la Luz. ¿Caminas en la Luz de la Palabra de Dios? ¿Caminas en gozo, amor, paz y consuelo? Cuando camines en la Luz, no caminarás en dificultad, enfermedad o pobreza. Cuando caminamos en la Luz, no nos quejamos más, no nos preocupamos más, y no tememos más.

No se puede caminar en la Luz cuando la Palabra no prevalece en la vida de uno. ¿Ha prevalecido la Palabra de Dios sobre el sentido común y los procesos del pensamiento en tu vida? ¿O sigues tratando de entender a Dios con tu mente natural? Mientras camines en tu situación, estarás caminando en tinieblas. Muchos creyentes viven como personas corrientes. Empiezas a vivir como un hombre corriente cuando tu testimonio es de dificultad y carencia. Jesús no tiene lugar en una vida que no está dominada por la Palabra. La Palabra dominándote es el Señorío de Cristo en ti. Seamos conscientes de la presencia de Cristo en todo lo que hacemos, y por fe, pongamos al Señor delante de nosotros. Debemos ver a Aquel que es invisible y tenerlo presente en nuestras mentes mientras libramos la batalla contra los sentidos, sabiendo que cuando caminamos en la Luz, Dios nos mira como si nunca hubiéramos pecado.

Oración: «Oh Espíritu Santo, ayúdame a caminar en la Luz, ¡en el nombre de Jesús! Amén».