CAMINA POR FE

¿Cómo caminamos por la fe? Muchos de nosotros hoy en día, cuando ponemos nuestra mente en lograr ciertas cosas y aparece un obstáculo, pensamos que el fin ha llegado; mientras que Dios aún está diciendo algo que tal vez no entendamos debido a nuestra incapacidad de ver más allá de dicho obstáculo. Como Cristianos, caminamos por fe y no por vista (2 Corintios 5:7). Por tanto, no cambies de dirección debido a lo que veas o por lo que aparente ser tu situación. No importan las circunstancias, puedes confesar con audacia: «Me niego a aceptar la derrota frente a la evidencia negativa de los sentidos porque estoy caminando con Dios. Lo que se ve no puede dictar mi dirección. Dependo sólo de Dios; pongo mi esperanza en Él. Únicamente Él me protege y me salva. Él es mi Refugio y no seré derrotado (Salmo 62). Tú obstáculo, no dejaré que cambies mi dirección. Sé que Dios aún está diciendo algo a través de ti. Quizás Él quiera que me detenga un momento para perfeccionar Su plan para mi viaje».

Cuando estés caminando con el Señor, tu objetivo, tu enfoque y tu deseo estarán puestos en tu destino. Sabrás que tu situación sólo es temporal. Las lágrimas pueden brotar en la noche, pero la alegría llega en la mañana. «Estoy caminando con el Señor; no temeré el fracaso, la derrota o la duda. Sé que hay fuerza en mi debilidad porque Dios está apoyando mi posición y Se deleita en manifestar Su fortaleza en mi debilidad».