Cuando aprendemos el propósito para el cual Dios nos ha hecho y cómo Él aprecia nuestra compañía, la vida se vuelve extremadamente relevante y completamente agradable. ¿Con qué claridad ves realmente tu vida? ¿Qué ve Jesús? Dios ve claramente tu verdadero yo, tu yo saludable, tu yo próspero, tu yo de tus sueños. Sin embargo, lo que muchos experimentan hoy no es su valor real. El costo de la obediencia no es nada comparado con el costo de la desobediencia, pero no es demasiado tarde para que comiences a creer y obedecer la Palabra de Dios.

.Hebreos 5:8-9 nos dice que Jesucristo aprendió obediencia a través de las cosas que sufrió. Pasó por una temporada de dolor para crear una temporada de ganancia. Debido a que Cristo decidió aprender obediencia por medio de las cosas que sufrió, Dios Le refinó a través de Sus aflicciones. La manera en que el carácter de un Cristiano crece a través de la obediencia es enfrentando dificultades y lidiando con problemas. Para que el oro sea probado, debe pasar por el fuego. Cuanto más fuego recibe el oro, mejor o más valioso se vuelve. Tú eres el oro de Cristo. Como oro de Cristo, debes ser fundido, moldeado y llenado antes de que puedas ser usado para todos los propósitos de Dios. ¿En qué etapa de refinamiento te encuentras? Si has sido fundido, todavía necesitas ser remodelado. Si has sido remodelado, todavía debes ser llenado antes de que puedas ser usado. Es un constructor, un refinador del carácter.

Está destinado a tu obediencia si sabes que eres oro de Cristo, haz de esto tu declaración de fe: «Mi situación es un refinador de carácter. Está eliminando la impureza del odio de la infidelidad, del enfado, para el carácter de Dios en mi vida. He aprendido obediencia, amor, paz, paciencia, humildad, perdón y dominio propio a través de las cosas que he sufrido. Mi carácter está creciendo porque estoy siendo refinado».