Fueron palabras que conmovieron los corazones de quienes las escuchaban y todos aquellos dispuestos a recibirlas se sintieron transformados. En su mensaje ¿CÓMO PUEDE LA SARTÉN CULPAR AL CAZO?, el hombre de Dios abrió nuestros ojos al punto de vista de Dios al hacernos reflexionar sobre el caso de la mujer adúltera narrado en Juan 8:3-8: «Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella».
La Biblia dice que Se enderezó y dijo: ¿Quién hay de entre vosotros que no sienta celos, orgullo, envidia, que no lleve la cuenta de las ofendas recibidas o culpe a su vecino por una ofensa? Jesús nos advierte diciendo «¿Cómo puedes ver la paja en el ojo ajeno?» Es decir: ¿Cómo puedes culparle cuando los dos son pájaros del mismo plumaje usados los dos para cocinar? Cuando nos ofenden, sentimos dolor, y culpamos al ofensor. Siempre defendemos nuestra amargura, nuestra ira, para justificar nuestra razón y nuestra incapacidad para perdonar.
El Profeta se refirió también a Lucas 23:34 «Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen». Y repara en la palabra, “perdónalos”, porque incluye tanto al ofensor como al ofendido, al errado y al acertado. Este debe ser el estándar de vida de un Cristiano. En otras palabras: ¿quién hay entre vosotros que no siente envidia, celos, amargura, orgullo o lleve cuenta de las ofensas? El mismo Dios que dice «no debes sentir envidia», también dice «no te dejes llevar por el orgullo». Si ves a alguien que te parece arrogante, tú, cuando te dejas llevar por la envidia, también estás siendo arrogante. No hay un fuego del infierno diferente para el orgullo y la envidia. Si has mentido, has matado. Entonces, ¿por qué te das por ofendido? Sentirse ofendido es como cometer un delito porque la falta de perdón nos encarcela, nos mete en una celda. La falta de perdón es demasiado peligrosa para el futuro, y si sigues culpando a los demás, nunca te arrepentirás.
¿Qué ofensas llevas grabadas en ti como ser humano? Sólo cuando el calor de las pruebas nos golpea, nuestro verdadero yo emerge. Armoniza tu acción con tus palabras. No finjas perdonar o amar. El modo en que ames es el modo en que serás amado. Todo lo que hagas debe proceder del corazón. Dios es Quien da las recompensas.
Este intenso mensaje fue seguido por una demostración del poder de Dios cuando el hombre de Dios comenzó a ministrar oración, profecía, sanidad y liberación en nombre de Jesús.
Con anterioridad al mensaje del Profeta T.B. Joshua, la Evangelista Yetunde en su mensaje UNA ADVERTENCIA CONSCIENTE, enfatizó la necesidad de prestar atención a las advertencias de Dios: «Dios nos da avisos de modos diferentes, pero por nuestra naturaleza rebelde, decidimos ignorarlos. El hombre del estanque de Betesda en Juan 5:1-14 vio muchos milagros sucederles a otros, pero él creía en una cosa; en el tiempo de Dios. Este hombre veía una razón más allá de su sanidad. La razón que vio fue la salvación de su alma, dijo. “Ve y no peques más”.
Jesús consideró necesario dar este aviso porque sabía que es normal que cuando la gente se pone enferma, pasa por un problema o está necesitada, prometa muchas cosas pero una vez recibida su sanidad, su avance o su milagro no se acuerdan».
Mientras se mostraban imágenes del evento del Nuevo Agua de La Mañana en París, Francia, que tuvo lugar el 24 de febrero de 2018, fueron muchos los que testificaron haber recibido su sanidad y su liberación gracias a este poderoso medio ungido enviado por el Profeta T.B. Joshua.
En La SCOAN también hubo milagros en abundancia y muchos se prestaron a testificar acerca del sobrecogedor poder de Dios que ha tocado sus vidas a través de palabras de profecía, sanidad, bendición, progreso y liberación la semana anterior. A continuación recogemos algunos de entre los muchos testimonios:
PALABRAS PROFÉTICAS SALVAN LITERALMENTE LA CABEZA DE UN HOMBRE
Con aspecto desliñado y gran ansiedad, Dike Emmanuel se adelantó para confirmar la terrible situación en que se hallaba. «Hay una mujer aquí cuyo marido ha sido secuestrado». Esas fueron las palabras pronunciadas aquel domingo por el Profeta T.B. Joshua durante el Servicio Dominical de La SCOAN. Y, desgraciadamente, así era.
A principios de este mes, yendo por la autopista de camino a Gabón, el señor y la señora Emmanuel se tropezaron con una partida de hombres fuertemente armados. La situación resultó angustiosa. Comenzaron a oírse disparos sueltos, y los viajeros del autobús quedaron aterrados y confusos. El conductor estaba inerme. Los asaltantes ordenaron a todos los pasajeros que bajaran del autobús y se tumbaran boca abajo en la tierra, los registraron y les ordenaron que se internaran en el bosque más cercano.
El señor Emmanuel llevaba en brazos a su bebé, y le ordenaron que se lo entregase a la madre. Acto seguido, la abofetearon y le ordenaron que se alejase, mientras a su esposo y a otros siete hombres los empujaron a internarse más en el bosque.
Cuando les pareció que estaban ya lo suficientemente alejados de la carretera, volvieron a ordenar que se tiraran al suelo y comenzaron a interrogarlos sobre quiénes eran y adónde se dirigían.
Uno tras otro fueron torturados lo que quedaba de día y toda la noche. Al día siguiente, continuaron caminando dos horas más entre la maleza. Los asaltantes les advirtieron que, si alguno de ellos intentaba rezar, recibiría un balazo al instante. En ese momento, volvieron a registrarlos y encontraron el Agua de la Mañana que portaba el señor Emmanuel. Quisieron saber para qué servía y él les dijo que era para la boca; que cuando la tomaba, se encontraba mejor. ¡Y se la devolvieron!
Los asaltantes discutían entre ellos sobre el encargo que les habían hecho en Abuja… ¡que era cortarles la cabeza! ¡Les habían encargado decapitarlos! Y recibirían veinte millones de nairas cada uno por hacerlo. El señor Emmanuel oyó su conversación y quedó paralizado de terror al cobrar conciencia de que pedir un rescate por su liberación no entraba en sus planes.
Unos días más tarde y para alivio del señor Emmanuel, pudo hablar con su esposa y ella le dijo que el Profeta T.B. Joshua había profetizado sobre su secuestro en el Servicio Dominical de La SCOAN y que todo iba a salir bien. El miedo que había sentido hasta entonces dio paso al valor.
Ya no temía por lo que pudiera ocurrirle en el bosque, a pesar de la tortura a que los sometían diariamente. «Supe que saldría victorioso».
El señor Emmanuel compartió el mensaje con el resto de cautivos y les dijo que aquella noche orarían todos juntos. Todos estuvieron de acuerdo. Esa misma noche, oraron todos unidos y él les ministró el Agua de la Mañana. Al día siguiente, los secuestradores anunciaron que habían reducido el rescate que habían pedido inicialmente de cincuenta a cinco millones de nairas para que pudieran salir de allí.
Seguían insistiendo en que no se permitían oraciones, y que dispararían a quien pillasen haciéndolo, con lo cual cada uno oraba en silencio en lo más hondo de su corazón. Pero la profecía del Profeta T.B. Joshua sobre su liberación había transformado el miedo en alegría y fue precisamente ese gozo el que hizo que comenzase a orar en voz alta sin darse cuenta, con lo que uno de los secuestradores se le abalanzó y comenzó a pegarle por orar al Señor.
El líder de los secuestradores se acercó a él y visiblemente confuso le preguntó qué era lo que tenía de especial, ya que nunca habían secuestrado a nadie y lo habían retenido durante más de cinco días sin matarlo.
La confusión comenzó a reinar entre los delincuentes e incluso cuando estaban golpeando a los cautivos, discutían entre ellos.
Al final llegaron a la conclusión de que estaban perdiendo el tiempo con aquellos hombres porque debían estar bendecidos, así que llamaron a la esposa del señor Emmanuel para disponer su liberación y que vinieran a recogerlos. Y no solo lo liberaron a él, sino a todos los que habían orado juntos tras recibir la profecía del Profeta T.B. Joshua.
El domingo pasado, de pie en el auditorio, fuerte, ante la congregación reunida en La SCOAN, el señor Emmanuel declaró: «Es maravilloso ser Cristiano, porque sabes qué hacer y cuándo. En cuanto oí la profecía, el miedo me abandonó y el único pensamiento que llenaba mi cabeza era el del día que escaparía a aquella situación, cuando antes el pensamiento que me asediaba era el de cuál sería el momento de mi muerte». Y añadió: «Yo sabía que el hombre de Dios no habla en vano, así que en cuanto conocí la profecía, me sentí convencido de que mi situación se había terminado en el nombre de Jesús». Gloria a Dios.
SE ACABÓ MOJAR LA CAMA
Patricia Isaac, como cualquier mujer, se sentía dichosa de haberse casado con el hombre de sus sueños, pero su gozo acabó pronto cuando inesperadamente comenzó a sufrir incontinencia urinaria en la cama. Había hecho cuanto se le había ocurrido por detener semejante aflicción, pero todo empeoró, llegando incluso a mojar la cama prácticamente todas las noches.
Patricia había sido siempre una mujer vivaracha y alegre, pero no tardó en ser apenas una sombra de sí misma por la depresión en que le hizo caer el estigma y la vergüenza que se asociaban con su problema. Temiendo ser rechazada y acosada, decidió ocultarle el problema a su esposo.
Mantenerlo en secreto se reveló como una tarea muy complicada, ya que siempre debía tener un plan para cubrirse cada vez que su problema asomaba la cabeza. Cuando mojaba la cama, se levantaba muy temprano y rápidamente le daba la vuelta al colchón para ocultar la orina. Cuando su esposo le preguntaba, ella siempre tenía una excusa lista para escapar de una situación tan embarazosa. Lo que más le aterraba era pensar en salir de viaje con él, de modo que ella se inventaba mil y una excusas para no hacerlo.
Pero Patricia se hallaba muy lejos de sospechar, envuelta como estaba en tantas mentiras y ocultaciones, que el señor Isaac era conocedor de su problema, aunque fingía desconocerlo por amor a su esposa, y lo soportaba en silencio. Pero cuando el problema llegó a ser ya insostenible, no pudo seguir guardando silencio y abiertamente le pidió que le dijera la verdad, de modo que a Patricia no le quedó más remedio que confesar el largo tiempo que llevaba luchando contra la incontinencia.
El señor Isaac, espectador asiduo de Emmanuel TV, recomendó a su esposa que buscara el rostro de Dios en La SCOAN para así poder ser liberada. Por la gracia a Dios, decidieron acudir a La SCOAN y, durante la Oración Masiva del Servicio Dominical, el Espíritu de Dios reveló su caso mediante una profecía del Profeta T.B. Joshua. Jesús detectó la raíz del problema y fue liberada.
De pie a su lado, el esposo testificó:«Desde aquel día, se acabó la incontinencia. Es libre». Es verdad: cuando Dios habla, los cambios comienzan. La Palabra de Dios es Espíritu y vida, capaz de revertir tu situación por completo.
AHORA SOY CONTADOR PÚBLICO…
Como Socios de Emmanuel TV, el señor Agwaza y su esposa, además de muchos otros, recibieron el Nuevo Agua de la Mañana, tal y como el Profeta T.B. Joshua les había prometido. «El Agua de la Mañana anterior era un muchacho; este Nuevo Agua de La Mañana es todo un hombre».
Estas fueron las palabras del hombre de Dios al hacer entrega del Nuevo Agua de La Mañana a los socios, y la transformación que se obró en las vidas del señor y la señora Agwaza fue mayúscula.
El señor Agwaza, cuya vida se había caracterizado por el estancamiento, recibió una llamada: había sido localizado a través de una búsqueda de altos directivos y se le ofrecía el codiciado puesto de Contador Público General para el Estado de Benue. Desbordado de alegría, explicó a la congregación en qué consistía su nuevo trabajo y los beneficios que lo acompañaban.
Atónito por la merced, la gracia y el favor tan increíble que había llegado a sus vidas a través del medio ungido del Nuevo Agua de la Mañana, comprendió que no podía guardársela solo para sí y decidió acudir a prestar testimonio en la SCOAN. Expresaron ante la congregación su gran alegría por el nuevo estatus que Jesucristo le había hecho llegar y animaron a los allí presentes diciendo que Dios es más que capaz de asistirlos en momentos de necesidad.