
Dios quiere que oremos, caminemos, corramos y hagamos las cosas, pero no como las personas de este mundo. Esto es así porque estamos en este mundo pero no somos parte de él. El Cielo es el destino final de todo hijo de Dios. El plan del éxito que Dios todopoderoso quiere que sigamos se encuentra resumido en el Libro de Josué 1:8.
Como Cristianos, sabemos que satanás también puede dar lo que Dios da, pero son imitaciones. Cuando Dios te da dinero y buena salud, viene con paz de corazón, pero cuando satanás te da aquello que parece darte aparente paz, con su mano izquierda te quita aquello de lo que tu vida depende. El Profeta T.B. Joshua nos dio tres pasos para tener buen éxito:
1) Mantén la Palabra en tu boca. Si la Palabra domina tu corazón, dominará tu boca y cuando la Palabra domina tu boca, influirá en tu conducta y carácter y todo lo que hagas será permanente y tendrá buen éxito.
2) Medita en la Palabra de Dios de día y de noche. La meditación en la Palabra de Dios es una visita con Dios. La meditación es el proceso de pensar profundamente en lo que has escuchado y leído en la Biblia. Sin meditación, la Palabra de Dios no puede convertirse en parte de ti. La meditación trae revelación. Una vez que tus manos y tu boca están en un mismo acuerdo, comienzas a acceder a las bendiciones de Dios.
3) Haz lo que la Palabra dice. Recuerda que nuestra obediencia a la Palabra de Dios es la única prueba de nuestra fe en Él. No olvides que nuestra fe en la Palabra de Dios debe ser probada ante hechos y experiencias, antes de que se pueda decir que es genuina.