La presencia viva del poder Divino de Dios se hizo tangible en el aire durante el segundo Servicio Dominical del 2020, a medida que el Coro de La SCOAN rendía cantos de adoración. Mientras iban de canción en canción, el Espíritu Santo cubrió con Su sombra la Arena de la Libertad y los congregantes comenzaron a caer bajo la unción al tiempo que caminaban hacia su libertad de las enfermedades, carencias, deudas, decepciones, y otra multitud de problemas causados por el diablo y sus agentes.

La Profetisa Yinka describió el Año Nuevo como «UNA NUEVA OPORTUNIDAD», y ofreció un mensaje enfocado en la necesidad de que los Cristianos aprovechen la oportunidad de un nuevo año para enmendar sus caminos ante Dios y cambiar su comportamiento hacia los demás. Tomó su texto de referencia de Efesios 4:17-23 pero también citó Mateo 26:41, Proverbios 15:33, Santiago 4:10, 2 Crónicas 7:14, Gálatas 2:20 y Josué 24:23. La Profetisa Yinka animó fuertemente a los Cristianos a involucrarse en un serio autoexamen y a «mantener un enfoque estable en un mundo inestable».

La mujer de Dios dijo a los congregantes y espectadores que deben vivir en humildad y que no pueden seguir adorando a su viejo yo, ya que el Cristianismo genuino proviene de la conversión y no de la mera convicción. «Por consiguiente, nuestra conducta debe armonizar con nuestra confesión de fe si queremos disfrutar de las bendiciones de Dios», añadió. También advirtió que seamos cautelosos respecto a los desafíos del nuevo año y concluyó exhortando a todos a seguir el buen camino hacia la buena vida orando más, leyendo más la Biblia, y amando y ayudando más a los demás. 

Tras el mensaje, el Señor obró maravillas por medio de Sus siervos: la Profetisa Yinka, el Profeta Racine y el Profeta Chris. Nuevamente, el Espíritu del Señor se movió en la Arena de la Libertad y los espíritus contrarios fueron expulsados de las vidas de los hijos de Dios.

TESTIMONIOS

EL FIN DE SEIS AÑOS DE DOLOR EN LA PIERNA Y LA DIFICULTAD PARA CAMINAR

El señor Anthony Nwobi, de 59 años y autóctono del estado de Anambra, había estado sufriendo de dificultad para caminar debido a un problema en su columna lumbar. A pesar de haberse sometido a una operación no consiguió el alivio que los médicos le prometieron y el corsé lumbar tampoco le era de gran ayuda, así que Anthony decidió llevar su problema a Dios Todopoderoso. Dos domingos atrás en La SCOAN recibió oración en el poderoso nombre de Jesucristo. En su testimonio del domingo, Anthony contó que había ido a diferentes lugares en busca de una solución a aquellos dolores insoportables que sufría en las piernas.

En uno de los lugares a los que acudió se las arreglaron para extraerle algo metálico de su pierna izquierda, pero los dolores simplemente se trasladaron a otra parte de la pierna. «Siempre me sentía como si estuviera parado sobre un hierro caliente», dijo a la iglesia. «Jesucristo es el Sanador de nuestras heridas», le aseguró el Profeta Chris a Anthony mientras oraba por él durante el Servicio Dominical. «Ahora mismo, ¡que la raíz de ese dolor sea expuesta, en el nombre de Jesús!», decretó Chris. Tras la oración, ¡Anthony se levantó y volvió a caminar libremente y sin dolor después de seis años! Dijo a la iglesia: «No podía caminar largas distancias sin sentir dolor, pero desde el domingo pasado he recuperado la fuerza en mi cuerpo». Anthony mostró la evidencia de su sanidad al trotar por el pasillo frente a la congregación y ejercitar su cintura y sus piernas para la gloria de Dios. Aconsejó a todos que su lema sea: «¡Dios! ¡Dios! ¡Dios! y ¡Cristo! Cristo! Cristo!»

LA «MUJER DE HIERRO» YA NO ESTÁ BAJO EL YUGO DE LOS DEDOS ENTUMECIDOS

Cuando asistió al Servicio del Agua Viva de La SCOAN dos lunes atrás, la doctora Daba Boyle, del estado de Rivers, explicó que había estado sufriendo de un fuerte entumecimiento en sus dedos, condición que habría degenerado en una neuropatía bilateral. Como farmacéutica retirada que entiende la naturaleza de lo que estaba experimentando, Daba solía ejercitar sus dedos con asiduidad para mantener la sangre fluyendo hacia ellos. Su condición de salud le impedía además mantenerse de pie o moverse durante largos períodos de tiempo. Antes de pisar el Monte de Oración de La SCOAN ese lunes, Daba expresó su firme creencia en la capacidad de Dios para sanarla. Tras entrar en comunión con Dios en el Monte del Altar de La SCOAN, Daba comenzó a vomitar los depósitos diabólicos alojados en su sistema. Momentos después, procedió a beber el Agua Viva y a ministrarse un poco de la misma en sus hombros, rostro, manos y piernas. Y ese fue el final de todos sus dolores. En su testimonio del domingo, Daba dijo que se había abstenido de tomar fármacos ya que le podían provocar dependencia e incluso una reducción de vida. «Cuando subí al Monte de Oración sentí que algo se movía en mi sacro; el último hueso de mi columna vertebral», testificó. Llena de gozo y agradecida de que todo dolor y entumecimiento hubieran desaparecido de su cuerpo, Daba dio gracias a Dios por haberla salvado de una potencial enfermedad de Parkinson. «Prefiero la sanidad Divina al uso de medicamentos», dijo, y finalmente concluyó instando a todos a que pongan a Dios en primer lugar.

PARTO DIVINO DEL BEBÉ MUNACHIMUSO Y CURA CELESTIAL PARA LOS FIBROMAS

Debido a los múltiples fibromas, la señora Okoye, del estado de Anambra, experimentó diversas complicaciones durante su embarazo. Ella y su esposo corrieron de un lugar a otro en busca de una solución, hasta que la hermana de la señora Okoye, quien reside en Sudáfrica, los remitió a La SCOAN. Durante un Servicio Dominical al que acudieron tiempo atrás, el demonio en la difícilmente embarazada señora Okoye se había manifestado cuando el Profeta Chris le impuso su mano ungida. Durante el Servicio del Agua Viva del día siguiente, la señora Okoye también recibió un toque Divino al pisar el Monte de Oración de La  SCOAN. Sus médicos le dijeron que sólo mediante una operación podría tener su bebé y deshacerse de los fibromas pero, incluso así, le dejaron claro que sólo tenía un 50% de posibilidades de éxito. Sin inmutarse, la pareja eligió continuar orando con el Profeta T.B. Joshua en Emmanuel TV. «Durante una de esas sesiones de oración salió un humo oscuro de mí», recordó Okoye. Después, se sintió ligera y comenzó a sentir dolores de parto. A la mañana siguiente, ya en el hospital, los médicos afirmaron que no podían ver ni el útero ni el bebé. Sin embargo, la señora Okoye rechazó el informe, al igual que su esposo. Inmediatamente, el señor Okoye llamó a una de las líneas de oración de La SCOAN y mientras se oraba en el poderoso nombre de Jesucristo, el bebé empezó a salir y la presión sanguínea de la señora Okoye se normalizó. Para la gloria de Dios, el bebé salió sin prácticamente ningún empuje, dejando a todo personal médico sorprendido. Además, un examen más profundo mostró que ya no había fibromas en el útero de la señora Okoye. El señor Okoye dijo que su esposa empezó a temblar mientras la oración tenía lugar por teléfono. Aconsejó a los hombres que se mantengan cerca de sus esposas durante el embarazo, mientras que ella aconsejó a las mujeres que tengan una absoluta fe en Dios.

OÍDO ENFERMO SANADO EN EL SERVICIO DEL AGUA VIVA  

Deborah Benedict, residente en Abuja, afirmó durante el Servicio del Agua Viva celebrado dos lunes atrás: «Lo que me trajo a la Sinagoga, Iglesia de Todas Las Naciones, fue mi oído izquierdo; solía tener un serio dolor. Cuando el dolor llegaba, si yo presionaba mi cabeza oía un ruido retumbando dentro. El dolor se volvió muy severo. Cuando subí al Monte de Oración, fui a tomar el Agua Viva y después decidí verterla dentro del oído que me perturbaba». Inmediatamente, Deborah sintió una sensación de escozor en el oído que la obligó a gritar. Después presionó su cabeza con unos golpecitos y observó que aquel «ruido de camión» de más de un año ya no existía, y el dolor también había desaparecido. En su testimonio del pasado domingo, Deborah y su esposo Gabriel, glorificaron a Dios después de compartir detalles sobre cómo el problema de audición había puesto a prueba su fe. El domingo previo a su sanidad Deborah llegó a plantearse abandonar la esperanza de que Dios la sanara pero su marido la animó a seguir creyendo. Así que, durante su tiempo en el Monte de Oración, Débora pidió la misericordia y el favor de Dios, declarando: «Hoy es mi día». Después de orar, fue a buscar el agua y se ministró «sólo una gota» en su oído izquierdo. «Sentí como si se me estuviera realizando una operación», recordó. Ahora puede atender llamadas telefónicas por el oído izquierdo y ya no siente ningún dolor. Como contribución al testimonio, Gabriel declaró acerca de la Arena de la Libertad: «¡En verdad, Dios está aquí! Verdaderamente, ¡Dios está obrando en este lugar! ¡Dios existe en este lugar». «Tan sólo cree, y recibe», aconsejó Deborah.

SANIDAD INSTANTÁNEA DEL CÁNCER DE OVARIOS SUFRIDO OCHO AÑOS

Fue una sanidad instantánea la de Vera Okwudibia, de 47 años, quien sufrió durante ocho años de un cáncer de ovarios que le provocaba tal hinchazón en su estómago que le hacía parecer enormemente embarazada. El cáncer la dejó prácticamente indefensa ya que llegó a afectar su respiración y la tenía perpetuamente débil. Por ello, Vera dependía de su esposo e hijos para que la ayudaran a hacerlo casi todo. Mientras la sierva de Dios, la Profetisa Yinka, oraba para que la raíz del problema de Vera estallara, la enfermiza mujer sintió que algo verdaderamente estallaba dentro de ella. Inmediatamente, fue a revisarse al baño y descubrió que sangre así como otras sustancias venenosas habían salido de ella. Vera presionó su estómago y estiró su cuerpo al tiempo que testificaba con gozo a la iglesia que ya no siente ningún dolor. «Ahora, la gente ya no me deseará un parto seguro», declaró alegremente. «¡Gracias, Jesús!», exclamó.   

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