La Transmisión Dominical de La SCOAN del 3 de mayo del 2020, emitida en vivo desde los estudios de Emmanuel TV, comenzó con una nota de gozo mediante la cautivadora actuación del Coro de La SCOAN mientras simbólicamente introducía a los espectadores en una nueva dispensación de amor, paz y libertad tal y como sugería la letra de una de sus interpretaciones.

Good morning

Buenos días,

Es un nuevo amanecer,

Buenos días,

¡y vence hoy!

El «nuevo amanecer», que resonaba en su canción fue también profundamente representado por la oración del Profeta T.B. Joshua en la montaña, lugar desde el que intercedió por las naciones del mundo, los ministros del Evangelio, el personal sanitario y los espectadores de todo el mundo. El hombre de Dios contempló un «nuevo amanecer» de sanidad, bendición, unidad, amor, buena salud, prosperidad y el fin de la pandemia de coronavirus. El contenido de su clamor expresaba la urgencia de su esperanza en el Dios Todopoderoso.

En un mundo asolado actualmente por la pandemia de coronavirus, el temor y la incertidumbre han construido sus nidos en la mente de muchos. Las relaciones sociales se han fracturado en gran medida por el temor al virus, llevando al desplome de la economía de la mayoría de las naciones. Frente a estas aterradoras realidades, el Profeta T.B. Joshua oró por las naciones del mundo: «En el nombre de Jesús, Te presentamos las naciones el mundo entero a Ti, Señor. Perdona sus iniquidades, perdona sus errores. Perdona sus pecados, Señor Jesús. Hay cura en la sangre de Jesús. Hay poderosa cura; hay poderosa sanidad. ¡Sana nuestra tierra! ¡Sana el mundo! ¡Sánalos del temor al covid-19! ¡Tú eres el gran Ayudador, la verdadera ayuda en tiempos atribulados! ¡Ayuda y rescata al mundo entero, en el nombre de Jesucristo!».

A la vez que muchos ministros se están cansando de hacer la obra de Dios debido a las restricciones sociales ocasionadas por COVID-19 junto a la falta de unidad que ha caracterizado a la Cristiandad, el Profeta T.B. Joshua prefirió pedir la intervención de Dios. Pidió a Dios más unción y habilitación para los ministros del Evangelio de todo el mundo: «Permíteme pedir una fresca unción. Padre, pedimos una fresca unción para los ministros del Evangelio de todo el mundo. Señor, modifícanos, llénanos con Tu poderosa y fresca unción, ¡una unción que rompa el yugo! Sin Tu unción; no hay ministros, no hay sanidad, no hay liberación. A todos los ministros del Evangelio; ¡llénalos Señor, en el nombre de Jesucristo!».

El hombre de Dios encomendó a los enfermos en las manos de Dios, sabiendo que no hay nada demasiado difícil para Dios. Y con el coronavirus enviando a muchos a la tumba, el Profeta T.B. Joshua consideró que Dios sigue siendo la solución a la situación actual del hombre: «Que el enfermo diga “¡soy sano!”.  Aquellos que están enfermos; cualquiera que sea tu enfermedad o aflicción, ¡sé sanado, en el nombre de Jesucristo! ¡Sé liberado, en el nombre de Jesucristo! ¡Ordeno que seas liberado! ¡Sé liberado, en nombre de Jesucristo! ¡En el nombre de Jesucristo! ¡En la sangre de Jesucristo! Cualquiera que sea la enfermedad, en tu sangre, fluidos, tendones, tejidos, dondequiera que se encuentre en tus órganos, sistema, facultades; ¡sea expulsada, en el nombre de Jesucristo! Esa enfermedad en tus riñones, hígado, huesos, sangre; ¡ordeno que se vaya, en el nombre de Jesucristo! Le ordeno a esa enfermedad que te deje, ¡en el nombre de Jesucristo!».

Y para todos los trabajadores de la salud y cuidadores en primera fila que arriesgan sus vidas para administrar el tratamiento a los enfermos, especialmente frente al altamente contagioso COVID-19, el hombre de Dios ordenó que la presencia de Dios estuviera con ellos: «Oro para que los médicos, los profesionales de la medicina, cuidadores, nuestras enfermeras; ¡que sientan la presencia de Dios! ¡Que sientan la presencia de Dios! ¡Que sientan la presencia de Jesucristo! Úsalos Señor, a los médicos; úsalos Señor. A los cuidadores; úsalos Señor. A nuestras hermanas y hermanos enfermeros; úsalos Señor para restaurar la salud de los enfermos, ¡en el nombre de Jesucristo!».

Durante la sesión interactiva con los Profetas Racine y Chris, así como también con las profetisas Yinka, Anne y Angela, ellos leyeron algunos de los miles de correos electrónicos enviados por personas de diferentes partes del mundo. La mayoría de ellos eran testimonios de personas que recibieron sanidad instantánea del COVID-19 tras orar junto con el Profeta T.B. Joshua mientras clamaba a Dios en la montaña. Muchos de ellos que habían sido diagnosticados con el coronavirus han dado negativo tras orar junto con el hombre de Dios. Uno de los correos electrónicos decía así: «Soy de Canadá y por razones personales, me gustaría no decir mi nombre. Mi hija y yo tuvimos los síntomas del coronavirus. Me sentí muy débil y mi hija también sufrió mucha fiebre y tos. Mientras el hombre de Dios ofrecía oración en el Montaña de Oración, yo me uní a esa oración junto con mi hija. Después de esa oración, ¡todos los síntomas desaparecieron! Ya no hay más dolor de garganta, fiebre, escalofríos ni pérdida de apetito. Más tarde regresé a hacerme la prueba del COVID-19; ¡y dio negativa! ¡Gracias, Señor Jesús! ¡Gracias, Emmanuel TV! ¡Gracias, T.B. Joshua! ¡Gracias, guerreros de oración! Sólo un milagro de Jesús podría haberme sanado tan rápidamente. Declaro que, así como salió de mi casa, jamás volverá, ¡en el nombre de Jesús!».

Respondiendo a otro correo electrónico cuyo remitente buscaba conocer la postura del Profeta T.B. Joshua sobre los diezmos y las ofrendas, el Profeta Chris explicó que los diezmos y las ofrendas deben venir del corazón del dador y no como una coacción de la iglesia. Respaldó su declaración con la lectura de Éxodo 25:2, «…que tomen una ofrenda para mí. La tomarán de todo aquel que de voluntad y de corazón quiera darla». Aclaró además que la fuerza tras la ofrenda importa más que la ofrenda misma. De ahí la necesidad de que las iglesias sean muy cautelosas al aceptar o pedir diezmos y ofrendas de las personas. Añadió que aquellos que dan genuinamente en servicio a Dios son aquellos cuya ofrenda es bendecida por Dios.

Todavía en el dar, la profetisa Angela observó que «no hay dar sin recibir y no hay recibir sin dar. Aquellos que entienden este principio dan por la salvación de su alma». Elogió la actitud de aquellos que dan incluso cuando no se les ha pedido, afirmando que tales personas normalmente son impulsadas por su espíritu a dar. «Dios mismo habla a sus corazones para que den; es una inspiración del Espíritu», dijo. Concluyó con oraciones contra la COVID-19, el suicidio, la enfermedad y todas las formas de adicción, en nombre de Jesús.

El Profeta Racine agradeció a todos los socios de Emmanuel TV que han estado alcanzado a los necesitados y menos privilegiados en todo el mundo. Les recordó la poderosa naturaleza del amor y el cuidado que han estado expresando y los instó a continuar con la buena obra. «Socios de todo el mundo, un millón de gracias no son suficientes para agradecer su esfuerzo. Dios no tiene más manos que las tuyas para hacer Su obra. Dios no tiene otra ayuda que la tuya para llevar a los hombres a Su Reino. Dios no tiene casa sino tu cuerpo que es Su templo», dijo.

En respuesta a la pregunta de la profetisa Anne sobre otras maneras en que un Cristiano puede mostrar amor aparte de dar apoyo financiero, el Profeta Racine declaró que el amor puede expresarse a través de palabras de aliento, cumplidos y también brindando consuelo y compañía a los solitarios. «A aquellos que están solos; consuélalos. A aquellos que están desanimados; anímalos. A aquellos que no saben que son hermosos, díles que son hermosos», concluyó.

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