«Dios conoce a todos los hombres», cantó el Coro de Emanuel TV en un ritmo rápido y enérgico de Gospel. La letra de la canción, compuesta por el Profeta T.B. Joshua, recuerda a los creyentes que «No puedes engañar a Dios con el movimiento de tus manos o con tu ayuno y tu oración» ya que el verdadero Cristianismo está en el corazón.

Otra canción interpretada durante la transmisión virtual del domingo 21 de junio de 2020 fue la icónica «Espíritu ora en mi».

El servicio fue una demostración de las maravillas de Dios a través de la distancia. Tal como se registra en el Nuevo Testamento, hubo una serie de casos en los que Jesucristo demostró que la distancia no es una barrera para que el poder de la Palabra sane a los enfermos, libere a los cautivos y salve a los condenados.

Por ejemplo, en Mateo 8:5-17, el centurión demostró una gran fe cuando le dijo a Jesús que todo lo que se necesitaba era la declaración de Jesús sobre la sanidad del siervo enfermo del centurión en Cafarnaún, y se sanó al instante a pesar de estar en su casa. En Mateo 15:21-28, la mujer cananea se empeñó en pedir la ayuda de Jesús sobre la vida de su hija poseída por el demonio. Y mientras Jesús hablaba la Palabra, la liberación se transmitió hacia un alma atribulada que estaba lejos. En Juan 4:46-54, cuando el noble se encontró con Jesús en Caná de Galilea, mostró su fe en la capacidad de Jesús para sanar a su hijo que estaba en Capernaum.

De hecho, como fue en la época de Jesús, así es hoy, porque Cristo no dijo que no habría más sanidad, liberación o salvación después de su regreso al Cielo. Como reflejo de esta creencia incondicional en la potencia del Espíritu Santo, que activa la Palabra, La SCOAN, a través de la plataforma de Emmanuel TV, inició el programa de las Sesiones de Oración Interactiva «La distancia no es una barrera» como un medio virtual para conectarse con los hijos de Dios. Y así, los ministros se turnaron para orar por los espectadores de Emmanuel TV de todo el mundo.

Ysmael Figueredo, paraguayo, se había conectado desde América del Sur. Al interactuar con los estudios de Emmanuel TV, le contó a la Profetisa Ángela sobre los desafíos que le presentaba su salud. Dijo que en el último año, había tenido grave dificultad para sentarse debido a problemas musculares, hemorroides e hinchazón. Antes de orar con Ysmael, Angela le instó a examinar el estado de su corazón para que pudiera conectarse con la frecuencia celestial. «Queremos que sepas que la distancia no es una barrera para el mover de Dios», le dijo. Y mientras extendía su mano hacia la pantalla, el asombroso poder de Dios fluyó a través de Ysmael. Después de las oraciones, Ysmael derramó lágrimas de alegría al declarar que ya no necesitaba los cojines especiales que había estado usando para apoyar su espalda mientras estaba sentado. «Gracias, Jesús. Soy libre!», exclamó.

Angela también oró por el Dr. Teodoro Bopa, de Guinea Ecuatorial. Especialista en Cardiología, el cuerpo de Teodoro había sido golpeado por la hipertensión, la diabetes, la enfermedad del hígado graso, la gastritis crónica, la disfunción eréctil y la ectasia vascular durante los últimos diez años. También se enfrentaba a problemas maritales con su esposa. Después de recibir oraciones que cubrieron cada aspecto de sus problemas, Teodoro proclamó su sanidad en el poderoso nombre de Jesucristo. Su esposa también recibió oración y la pareja glorificó a Dios por devolver la alegría a su unión.  

Allí mismo, en su hogar sudafricano, la familia Toona recibió oración en el poderoso nombre de Jesucristo. Se había confirmado que la señora Toona tenía COVID-19. Tenía picazón en la garganta y tos seca, así como dolores en el pecho y un persistente dolor de cabeza. En poco tiempo, su marido también se enfermó y desarrolló los mismos síntomas. Mientras la profetisa Yinka ofrecía oración por sanidad a la familia, todos ellos, incluyendo los niños, comenzaron a vomitar sustancias venenosas cuando la mano sanadora de Dios cayó sobre ellos. La señora Toona testificó instantáneamente: «Siento que mis pulmones se han abierto… ¡ahora puedo respirar libremente!» Eufórica, la familia glorificó a Dios mientras la profetisa Yinka declaraba el hogar libre de todo virus mortal.

Susana Díaz, de Costa Rica, también recibió oración por su dolor de cadera y el bulto del brazo. Ella no podía caminar por largas distancias ni hacer ningún tipo de ejercicio físico. De hecho, cada vez que levantaba la pierna, sus huesos hacían un sonido de chasquido. Además, el dolor en su brazo siempre la privaba de dormir. Después de la oración de la profetisa Yinka, Susana recibió su perfecta sanidad y comenzó a cantar una canción de gratitud..

Desde México, Adrián Gómez y su esposa Mariana expusieron sus problemas. Ambos sufrían de una infección en sus partes privadas que les causaba fatiga, debilidad y sarpullidos por todo el cuerpo. También tenían problemas en su matrimonio y pensaban en divorciarse. Mientras la profetisa Anne se preparaba para orar por la pareja, les pidió que hicieran las paces con Dios dejando atrás todo tipo de rencores. Después de la sesión de oración, el señor Gómez dijo que sintió calor desde la cabeza hasta los dedos de los pies y una sensación de ardor en el estómago. Cuando le preguntaron si todavía sentía picazón, el señor Gómez respondió: «No, ya no». Después de sentir el poder de Dios moverse, la pareja proclamó su sanidad y declaró su matrimonio restaurado, en el poderoso nombre de Jesucristo.

El belga Amon Evans había vivido los últimos ocho años de su vida discapacitado. Blandiendo su insignia oficial de discapacidad emitida por el gobierno, Amon explicó que tenía graves dificultades para caminar debido a la compresión de la columna vertebral y a la artritis en su rodilla izquierda. Para facilitar su movilidad, los médicos le dieron una rodillera; sin embargo, la rodillera no cambió mucho su estado de movilidad. En fe, Amon se conectó con el programa La distancia no es una barrera» y recibió oración en el nombre de Jesús, lo que le proporcionó un alivio instantáneo. Al revisarse, quedó claro que la carga de su grave condición se había levantado y ahora podía moverse libremente. ¡A Dios sea la gloria!

Para Sharon de Zambia, la vida mientras crecía apenas era divertida. Como persona asmática, siempre estaba en riesgo de tener un ataque de asma, por lo que tenía que evitar muchas cosas que otros niños disfrutaban. Muchas veces dejaba de ir a la escuela, situación que afectó gravemente su rendimiento académico. Debido a que su respiración podía fallar en cualquier momento, Sharon siempre llevaba un inhalador. Después de narrar sus problemas al Profeta Chris, Sharon experimentó lo increíble del poder de Dios recorriendo su cuerpo, cayó al suelo y empezó a retorcerse. El espíritu maligno que estaba detrás de la enfermedad en su vida habló y fue expulsado para siempre. Cuando volvió a ponerse en pie, confirmó que ya podía respirar libremente, después de que la maldición familiar del asma se rompiera de una vez por todas en el nombre de Jesucristo.

El profeta Chris también oró por Inga, una mujer rusa que había estado experimentando dolor debido a un bulto en la garganta. Inga no podía beber agua fría o comer helado sin sentir una terrible incomodidad. Desde el 2009, había desarrollado alergias después de su segunda cesárea. Para los doctores, el problema de Inga era incurable, así que le aconsejaron que tomara inyecciones hormonales para prevenir que su garganta se bloqueara por completo. Sin embargo, Chris le informó a Inga, «No hay una enfermedad que Jesús no pueda sanar», justo antes de orar por ella. Después de la sesión de oración, Inga demostró su sanidad tomando una taza de agua fría y comiendo un poco de pan. Llorando lágrimas de alegría, le dijo al mundo: «Ya no siento dolor. Me siento muy bien».

También de América del Sur, Rebeca Cruz, boliviana, se conectó con la frecuencia Celestial cuando el Profeta Racine oró por ella en el poderoso nombre de Jesucristo. Blandiendo una radiografía de su rodilla derecha, Rebeca dijo que el problema de su rodilla le había afectado a su espalda y que durante los últimos dos años no había podido caminar normalmente. No podía caminar hasta diez minutos sin sentir un dolor insoportable. También tenía problemas con su vista. El Profeta Racine la animó a no guardar ofensa en su corazón. Después de las oración, Rebeca confirmó su sanidad flexionando sus rodillas sin dificultad.

  El profeta Racine levantó su voz en intercesión por el caso de Marie Amalaman, de Costa de Marfil, que había estado usando un corsé lumbar desde que sufrió una hernia de disco tras el parto de su hijo en el 2014. Los médicos le habían dicho a Marie que la cirugía no podía garantizarle la liberación del dolor de su columna. Como tal, Marie apenas podía manejarse en casa o en el trabajo. Antes de orar por ella, Racine le aseguró a Marie: «Señora, para Dios nada es imposible. Dios es más poderoso a distancia pero todo depende del estado de su corazón». Luego invocó el nombre de Jesucristo para eliminar el dolor del cuerpo de Marie. Con júbilo, Marie ejercitó su cuerpo enérgicamente para demostrar la perfecta sanidad que había recibido inmediatamente después de las oraciones.  

Como continuación de la Sesión de Oración Interactiva, los profetas y profetisas oraron individualmente por los espectadores y les recordaron que las oraciones no tienen límite temporal.

El profeta Racine fue el primero en orar, declarando a todos los oyentes: «Dios es más poderoso a distancia. ¡Sólo cree y conéctate! Es Su voluntad sanarte. ¡Ordeno que seas sano, en el nombre de Jesucristo! Esa enfermedad, te lo ordeno, sus cuerpos no son tu templo. ¡Deja sus cuerpos, órganos, facultades, en el nombre de Jesucristo!».

La profetisa Ángela, como portavoz, anunció: «Ya no estás en una posición de enfermedad. Recupera tu gozo y camina!» después de implorar a los espectadores que consideraran el estado de su corazón antes de orar. Continuó con una serie de oraciones ordenando que todo espíritu de adicción, depresión y soledad se rompiera, en nombre de Jesús.

Durante la oración ofrecida por la profetisa Yinka, señaló: «Todos debemos reconocer el hecho de que somos recipientes vacíos que necesitan ser llenados. Si haces o dices esto con todo tu corazón, el trabajo ya está medio hecho. Jesucristo está dispuesto a llenarte con su sanidad, con su liberación, en el nombre de Jesús».

Luego, el Profeta Chris recordó a los espectadores lo que habían presenciado: «Has visto el poder en el nombre de Jesucristo y creo que todo lo que has visto te ha preparado para la oración. ¡Estás incluido en la sanidad, la bendición y la liberación, en el poderoso nombre de Jesucristo!» Además, dio la buena noticia de que «Jesucristo, el Hijo de Dios, te ha liberado. ¡Sé libre, en el nombre de Jesucristo! ¡Jesucristo, el Hijo de Dios, te ha restaurado! ¡Sé restaurado, en el nombre de Jesucristo!» y terminó declarando a los espectadores libres de cualquier prisión de fracaso, retroceso, enfermedad y aflicción, en el nombre de Jesús.

Finalmente, como mensajera de Cristo, la Profetisa Ana proclamó el mensaje de buenas noticias de que Dios Todopoderoso puede llegar a los lugares inalcanzables porque el tiempo, el espacio, la distancia, incluso los elementos del mar y el aire pueden ser utilizados como medios para que el poder de Dios alcance a quien Él quiera. Enfatizó la importancia de que nuestros corazones estén preparados cuando comenzó a ordenar toda actividad demoníaca operando a través de las mentes, cuerpos y espíritus de las personas, ¡fuera en el nombre de Jesús!

Por consiguiente, te animamos a que aproveches la unción que está disponible mientras sigues las Sesiones de Oración Interactiva «La distancia no es una barrera» en Emmanuel TV. Verdaderamente, bueno no es suficiente, ¡lo mejor está por venir!

Dejar un comentario