
2 Corintios 5:7 dice: «Porque por fe andamos, no por vista».
Hoy en día es común que las personas crean que el caminar de fe es arriesgado porque muchos basan su experiencia Cristiana en lo que ven y sienten. El caminar de fe no es un riesgo, sino un acto seguro y práctico. Si una persona no ha recibido la enseñanza de las Escrituras, si no ha sido establecido en la Palabra de Dios o en la promesa del Espíritu Santo, forzarse a realizar un acto determinado es verdaderamente un riesgo porque la fe viene cuando la Palabra de Dios prevalece sobre el proceso del pensamiento.
Cada vez que Dios nos da fe, nos da la evidencia de la fe; una confianza absoluta en Él, en que Él está trabajando en la respuesta. Los actos de fe no son más que actos de abnegación; ponerle un alto absoluto a tu forma de trabajar, caminar y razonar, reposando en el amor, la sabiduría y el poder de Dios. El hecho de que Jesucristo muriera en la Cruz del Calvario hace innecesario que nos quejemos, suframos o lamentemos. El fundamento mismo para recibir respuesta a nuestra oración es basar nuestra fe en el hecho de que Cristo Jesús murió por nosotros. La sanidad, la liberación, la salvación y todas las bendiciones de Dios han sido pagadas y dadas gratuitamente al precio de un gran sufrimiento. ¡Recíbelas por fe! Son tuyas si las pides.
Oración: «Señor Jesús, ayúdame a conocerte más para que pueda confiar en Ti, ¡en el nombre de Jesús! ¡Amén!».