Comenzando con la canción de adoración compuesta por el Profeta T.B. Joshua, «Con todo mi corazón», el Coro de Emmanuel TV entró en la presencia de Dios para animar a los espectadores a dejar sus cargas a los pies del Señor. También interpretaron otras canciones del hombre de Dios, como «Espíritu del Dios vivo», Libre acceso», «Aleluya» y «¡Quién como mi Jesús!».

El último día de mayo del 2020, los ministros Yinka, Ann, Angela, Chris y Racine tuvieron otra impactante sesión durante la transmisión en vivo del domingo de La SCOAN. Comenzaron con unas palabras de exhortación de T.B. Joshua, quien había respondido a la pregunta recibida por correo electrónico de un espectador de Emmanuel TV sobre la desobediencia general a las directivas del gobierno respecto al mantenimiento de la distancia social y el uso de mascarillas durante la pandemia de coronavirus. Al proporcionar pruebas en vídeo que mostraban que algunas personas de Europa y los Estados Unidos se habían amontonado en las playas después de aliviarse ciertas restricciones en cuanto a las salidas, es decir, el confinamiento, el espectador se preguntaba por qué ahora se había vuelto fácil para la gente desobedecer la ley. Preocupado por lo que podría haber ocurrido con las personas habitualmente respetuosas con la ley. «¿Cómo recuperamos lo que nos ha costado el COVID-19?», preguntó.

En nombre del Profeta T.B. Joshua, Angela comenzó a abordar el asunto preguntando: «Ahora que ya no confiamos el uno en el otro, ¿cómo podemos trabajar juntos». A continuación, citó Mateo 18:20, «Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos». Dijo que la reacción de las personas era una clara señal de desconfianza y recelo, ya que el COVID-19 parecía haber engendrado deslealtad y anarquía en ellos. Sin la confianza y la creencia en los demás, explicó Angela, las personas no pueden cooperar y la sociedad estará peor como resultado de esto. Para recuperarnos de los efectos sociales y económicos negativos del coronavirus, añadió, tendremos que regresar a una actitud y mentalidad de cooperación mutua entre los diferentes grupos de la sociedad. Según sus palabras: «Se necesita una educación humilde para poner las cosas en orden: la relación entre la gente y los científicos, la relación entre el gobierno y los líderes religiosos, la relación entre la gente y los médicos, la relación entre la gente y los gobiernos». Por lo tanto, Angela animó tanto a las autoridades como a las personas a desempeñar su papel en la reconstrucción de la confianza y la lealtad para el bien colectivo. «Las personas son la economía y la economía es las personas, y una actitud negativa puede llevar al pecado si te aleja de Dios después de causar escepticismo, cinismo y dureza de corazón».

Después, Yinka consideró la necesidad de romper el límite de la duda y mirar más allá de las afirmaciones sobre el origen y la naturaleza del virus. Instó a los espectadores a enfocarse menos en el tema divisorio de las teorías de conspiración y unirse en la lucha contra la pandemia. Una casa dividida, dijo, no puede soportar enfrentar la economía (Lucas 11:17). 

En su mensaje para los socios, Racine citó Mateo 25-40, y urgió a los espectadores a que adopten el principio de dar sólo por amor a Dios y no con la esperanza de recibir algo a cambio, «porque no hay recompensa del hombre suficiente para un regalo que viene del corazón». Hablando de la necesidad de servir a Dios en las áreas donde está su fortaleza, Racine dijo: «Es un privilegio estar en la posición de dar, ser un padre para los huérfanos, un compañero para los que están solos y un benefactor para los que están en necesidad».

TESTIMONIOS

Como de costumbre, los ministros leyeron algunos de los testimonios recibidos por correo electrónico de los espectadores de todo el mundo. Comenzaron con el testimonio en vídeo de un colombiano que había luchado con el asma toda su vida. Negándose a depender para siempre de los inhaladores, el testigo decidió edificar su fe viendo Emmanuel TV. Según su propia confesión, solía dudar de la unción de Dios sobre el siervo de Dios en La SCOAN, hasta que el Señor tocó su corazón. Y así sucedió que el Señor manifestó su poder mientras el colombiano oraba junto con el Profeta T.B. Joshua durante el su tiempo en la montaña en los comienzos del confinamiento mundial del coronavirus. Durante semanas desde ese acto de fe, ya no ha tenido necesidad de sus inhaladores y ahora puede caminar largas distancias sin quedarse sin aliento. Además, Dios también lo sanó de los síntomas del COVID-19. «Ahora mis pulmones son como los de un niño», dijo. «No duden de su fe; duden de sus dudas», aconsejó Chris a los espectadores. «Las oraciones del Profeta T.B. Joshua no tienen límite temporal», les recordó Chris.

El segundo testimonio tenía que ver con el éxito en la agricultura, y lo compartió Sithole desde Sudáfrica. Sithole y su familia habían plantado maíz dulce y otros cultivos meses atrás, de acuerdo al consejo del Profeta T.B. Joshua de que las naciones invirtieran en la agricultura. En abril, los cultivos ya estaban cosechados pero no había compradores a la vista debido al confinamiento. Algo preocupada por la situación, Sithole recordó que tenía el Agua de la Mañana. Dos días después de ministrar el agua en su granja y en los productos, los clientes comenzaron a acudir a la granja de Sithole y dos semanas más tarde, ¡todo estaba vendido! A medida que la demanda aumentaba, empezó a remitir a los compradores a otros granjeros de su comunidad y, para la gloria de Dios, ¡ninguno de estos granjeros sufrió pérdidas! «¡Gloria al Dios, que es, que era y que ha de venir!», declaró Sithole.

El domingo 11 de enero del 2020 una mujer testificó en La SCOAN y asistió al Servicio del Agua Viva del día siguiente. En ese momento, la mujer en cuestión había estado experimentando un cese de su menstruación durante seis meses. Al regresar a casa, comenzó a ver su menstruación de nuevo. Aún más gratificante es la noticia de que, ¡ahora está embarazada de gemelos! Agradeció a Dios por usar al Profeta T.B. Joshua por dar a su familia un maravilloso testimonio.

En cuanto al COVID-19, Rose escribió desde Sudáfrica para glorificar a Dios por haberla curado tras orar junto con el Profeta T.B. Joshua. Ya no está en cuarentena, y con el resultado final de su prueba adjunto al correo, Rose escribió: «Me gustaría dar toda la gloria y el honor a Dios». Desde Argentina, Sofía escribió en nombre de un amigo de Chile que había contraído una forma grave de COVID-19. Usando como punto de contacto una foto de su amigo que tenía en su teléfono y que fue tomada antes de su hospitalización, Sofía oró junto con el Profeta T.B. Joshua durante la sesión de la Montaña de Oración. «Con mi poca fe, mi amigo se recuperó pronto, para asombro de los médicos», declaró Sofía. «Creer es tu conexión», comentó Anne.

Ricardo escribió desde Sudáfrica, contando cómo su tía había sido llevada a cuidados intensivos una vez que los médicos confirmaron que el COVID-19 era responsable de su incapacidad para respirar normalmente. Desde el 17 de mayo, la familia siguió orando junto con el Profeta T.B. Joshua, explicó Ricardo. Hoy, la mujer ha vuelto a casa perfectamente sanada. «¿Quién puede hacer esto?», preguntó Racine. «¡Únicamente Jesús!», corearon los otros ministros.  

Cyprian también escribió desde Sudáfrica en relación con una amiga de la familia, Monica, que vive en los Estados Unidos. Monica había ido a cuidados intensivos un día después de sufrir graves síntomas del COVID-19. En fe, Cyprian había enviado una petición de oración a Emmanuel TV. Dos días después, Cyprian se alegró de recibir noticias de Mónica sobre su completa recuperación. Reveló en el correo: «Ahora ha reanudado sus actividades normales». También desde Sudáfrica, otra Mónica testificó sobre su hermana, Margaret, una trabajadora de la salud en Ciudad del Cabo que se había desmayado en el trabajo la semana anterior. Tras enviar una petición de oración a Emmanuel TV, Monica se alegró de ver a su hermana recuperarse del virus. Agradeció al siervo de Dios por orar no sólo por los trabajadores de la salud sino también por su propia familia.

Y desde Londres, Elilita escribió sobre su sanidad del COVID-19, que había contraído en algún momento de marzo. Durante dos semanas todo su sistema fue devastado por el virus y quedó incapacitada, hasta que empezó a orar junto con el Profeta T.B. Joshua. Durante una de las sesiones de oración, vomitó sangre y sustancias mucosas como signo de su sanidad. Dios también mantuvo a su esposo libre del virus.

Como muestran estos testimonios, la distancia no es una barrera para el mover del Espíritu Santo y la fe es nuestra conexión con el infalible poder de Dios. ¡Tú también darás testimonio pronto, en el nombre de Jesús!

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