Un nuevo e intenso Servicio Dominical fue transmitido en directo a través de Emmanuel TV y atrajo la atención tanto de creyentes como de curiosos que deseaban presenciar y ver con sus propios ojos el poder omnipresente de Dios en acción.

 

Este Domingo de Ramos, el Profeta T.B. Joshua alivió a quienes cargaban con una gran ansiedad explicándoles que «el propósito de la vida nunca se cumplirá sin pasar por el calor de las pruebas… el éxito no tiene que ver con tu fracaso; el éxito no tiene que ver con tu retroceso. Tiene que ver con lo que Jesús hizo por ti en la cruz. Te hizo apto para Dios. Murió en la cruz para liberarte».

 

El profeta habló explicando que muchos de nosotros dibujamos una imagen de nuestra situación teniendo en cuenta nuestra apariencia y su aspecto. «¿Cómo puede ser tu situación la que dicte tu dirección y tus normas? El hombre pobre es aquel que no tiene visión. Puedes saber si un hombre es verdaderamente hijo de Dios porque el movimiento verdadero aporta excitación, y la promesa de Dios aporta esperanza y expectativas». Por lo tanto, como un verdadero hijo de Dios, tanto si hay comida en la mesa como si no, tanto si hay dinero en la mesa como si no… ¡estarás feliz y emocionado!

Evangelista Anne

La Evangelista Anne también habló para insuflar ánimos en un mensaje titulado APRENDIENDO A VIVIR EN EL MUNDO NATURAL. Haciendo una demostración humorística, nos recordó cómo intentamos pelear en nuestras batallas espirituales empleando el mundo carnal. «Cuando nos dejamos guiar por el intelecto, los sentimientos o las emociones, renunciamos a nuestra fe en la Palabra y la negamos con nuestros hechos». Habló de los tres espíritus —el Espíritu de Dios, el espíritu del hombre y el espíritu del mal, y nos recordó que somos agentes morales libres que tenemos el derecho de elegir plegarnos al Espíritu de Dios o al espíritu del mal. Citando al Profeta T.B. Joshua, añadió: «Esta Pascua, la clave no está en sujetar la carne sino en rendirnos al Espíritu».

La Semana Santa sirve como recordatorio de lo que Jesús hizo por nosotros, que fue pagar el precio último en la cruz para liberarnos de nuestros pecados. Nosotros, como creyentes, debemos proponernos mantenernos alejados de todo aquello que vaya contra Dios, y aportó una verdad clave para todos: «El mejor antídoto contra el veneno del pecado es caminar de la mano del Espíritu».

 

Tras sus palabras, los testimonios de todo tipo fueron produciéndose con el fin de que el mundo sepa que Jesús vive y que nunca nos dijo adiós.

A continuación, un resumen:

 

¡SIGUE EL LIDERAZGO DE DIOS Y SERÁS SANADO!

 

Señor Ozoemena Pepple

Mecánico de profesión, Ozoemena Pepple no podía trabajar por una espondilosis lumbar que le provocaba dolores en el pecho, el cuello y la espalda, lo que le impedía doblarse, permanecer de pie y moverse libremente. Después de haber probado múltiples soluciones, Ozoemena hubo de ponerse un collarín que restringiera sus movimientos y redujera aquel dolor insoportable.

En un momento determinado, comenzó a orar con el Profeta T.B. Joshua en Emmanuel TV y tras encontrarse con el hombre de Dios en sueños, decidió acudir a la Arena de La Libertad para recibir sanidad. Tal y como había soñado, el Profeta T.B. Joshua oró por él y cuando le impuso las manos, el dolor desapareció.

Ozoemena hizo una demostración ante la congregación de cómo ahora podía moverse libremente y sin sentir dolor tras ser sanado en nombre de Jesús. Aconsejó a los espectadores que «crean en Dios y en aquellos que han sido enviados por Él, y todo les irá bien en nombre de Jesús».

 

 

 

DE ESTAR ESCONDIDA PASÓ A LA LUZ

 

Señora Ibidapo Temidazo

«Esto empezó hace cuatro años», explicó Ididapo. Estando embarazada, soñó con que la disparaban y perdió al bebé. «Fue entonces cuando comencé a sangrar». Había acudido a muchos sitios en busca de solución, pero sin resultados cuando el domingo pasado, estando escondida en las filas de atrás en La SCOAN, intentando ocultar el sangrado al que ya se había acostumbrado, oyó estas palabras: «He visto a una mujer escondida… está sangrando. Sal, no ocultes tu testimonio». Esas fueron las palabras de profecía que pronunció el Profeta T.B. Joshua y que hicieron que Ibidapo Temidazo saliera de su escondite para dar gloria a Dios.

 

Esta semana, Ibidapo testificó valientemente ante la congregación diciendo que «Inmediatamente después de recibir la profecía, ¡todo cesó!» Una profecía que estuvo llena del Espíritu y que puso fin al flujo de sangre que los medios humanos no habían sido capaces de detener. ¡Dios sea loado!

 

 

RESCATADO DE LAS GARRAS DE LA MUERTE

 

«Satanás me dio un certificado de defunción, pero Jesús lo hizo pedazos y me dio de nuevo la vida». Esas fueron las palabras que Omobunde Elisha Omobule dirigió entusiasmado a la congregación. Este comandante de las fuerzas aéreas ya retirado fue trasladado a La SCOAN en un vehículo, ya que tenía todo el cuerpo hinchado, además de padecer hipertensión. La inflamación era tan grave que ni siquiera podía andar. El área más afectada era el escroto, que había alcanzado un tamaño alarmante, llegándole casi a la rodilla. Cuando la familia se temía ya su muerte, supieron que una intervención celestial era necesaria.

Señor Omobunde Elisha Omobule y familia

Viendo su situación, digna de compasión, el Profeta T.B. Joshua envió a varios evangelistas a que le ministraran en Nuevo Agua de la Mañana, y ocurrió lo increíble: apenas habían terminado, ¡se levantó y comenzó a andar! Poco después, toda la inflamación comenzó a reducirse de un modo muy llamativo, hasta el punto de que todo su cuerpo volvió a la normalidad. «Dios me ha dado la oportunidad de volver a vivir. Estaré por siempre agradecido al Señor y a Su siervo, el Profeta T.B. Joshua».

 

 

 

LA PROFECÍA SEÑALA SU LIBERACIÓN DE LA GUARIDA DE LOS SECUESTRADORES

 

Cuando el Profeta T.B. Joshua ministraba a la congregación durante un Servicio Dominical, hizo una profecía dirigida a un hombre mayor: «Han secuestrado a su hijo, pero lo liberarán». Esas palabras del Cielo señalaron la puesta en libertad del hijo del Jefe Chukwuemaka Ezeogwum.

Jefe Chukwuemaka Ezeogwum y su hijo tras la liberación del secuestro

Relató lo ocurrido en su testimonio. Un fatídico día su hijo, Kingsley, no volvió a casa del trabajo a la hora habitual, y cuando el señor Ezeogwum se dirigía a la comisaría a poner una denuncia por su desaparición, vio el vehículo de su hijo aparcado allí. Fue entonces cuando recibió la devastadora noticia: el conductor de aquel automóvil había sido secuestrado.

Consciente de que era necesaria la intervención de Dios, decidió acudir a La SCOAN y el Señor lo localizó con palabras de profecía, y según relató en su testimonio, apenas había recibido la profecía de labios del hombre de Dios cuando recibió una llamada de su hijo Kingsley, la primera desde que había sido secuestrado.

El joven prestó testimonio ante la congregación una vez fue liberado, y explicó que había sido secuestrado por un grupo de hombres que lo obligaron a subir a un coche, le taparon los ojos con una venda y se lo llevaron a su guarida. Una vez allí, le propinaron varias palizas, lo dejaron sin comer y fue torturado durante dos semanas hasta que, de pronto, uno de los secuestradores se acercó a él y le dijo que debía continuar sirviendo al Dios que servía. Fue un cambio de actitud inesperado: dejaron de pegarle y comenzaron a alimentarlo. Lavaron su ropa, le devolvieron todo lo que le habían quitado y llegaron incluso a darle algo de dinero para que pudiera volver a su casa. Cuando llegó a su domicilio, se llevó una tremenda sorpresa al descubrir que el periodo de tiempo en que el hombre de Dios profetizó a su padre sobre su situación y fue a orar por él, fue el mismo periodo en que la actitud de los secuestradores cambió hasta el punto de que acabó siendo liberado.

 

¡HE VUELTO A RESPIRAR!

 

Señora Gift Duwii e hijo

Gift Duwii, una nigeriana residente en Estados Unidos, acudió a La SCOAN en un estado crítico. Dependía por completo de una máquina de oxígeno para respirar a resultas de una acumulación de líquido en los pulmones. Estaba esperando que le dieran fecha para una intervención quirúrgica como única vía médica posible cuando decidió antes visitar La Sinagoga Iglesia de Todas las Naciones (SCOAN) en Lagos, Nigeria, para pedir la intervención divina.

Cuando el Profeta T.B. Joshua oraba por ella, la señora Duwii cayó de pronto al suelo bajo la influencia del Espíritu Santo. Al volver a levantarse, se quitó el oxígeno y comenzó a respirar con normalidad.

«Desde que el Profeta T.B. Joshua oró por mí, no he vuelto a necesitar usar el oxígeno» testificó con alegría delante de la congregación, acompañada por su hijo, que pudo agradecerle a Dios la maravillosa sanidad que su madre había recibido.

 

 

«USÁBAMOS MENSAJES DE TEXTO PARA COMUNICARNOS MI ESPOSA Y YO»

 

Señores Nhalpo

Su matrimonio se había ido degradando y había alcanzado un extremo tal que el señor y la señora Nhalpo habían dejado de comunicarse verbalmente en su propia casa. «Mi esposa me enviaba mensajes de texto estando los dos en la misma habitación», relató el señor Nhalpo, explicando cómo el afecto que antes existía entre ellos había muerto, y el que fuera un hogar feliz se había transformado casi en un infierno.

La raíz de esa crisis era un espíritu de mujer que había entrado en la señora Nhlapo mientras cursaba sus estudios universitarios. Un encuentro sexual con otra mujer despejó el camino para que satanás ensartara su corazón y lo apartara de su esposo. Cuando el divorcio amenazaba ya con poner punto final a su relación, decidieron visitar la Sinagoga Iglesia de Todas las Naciones (SCOAN) para pedir la intervención de Dios y, una vez allí, unas palabras proféticas pronunciadas por el Profeta T.B. Joshua cambiaron el relato de la historia de su matrimonio.

«Están atravesando por una grave crisis en su matrimonio. El afecto que sentía por su esposo está muerto por culpa de un espíritu de mujer», fueron las palabras del hombre de Dios. ¡Y ese preciso instante, señaló el fin de la crisis! La amarga experiencia en que se había convertido su convivencia dejó paso a la dulzura, ya que el odio se vio reemplazado por el amor y la falta de comprensión por el entendimiento.

El señor Nhlapo dijo, mientras ambos prestaban testimonio: «Ahora he recuperado mi soberanía a los ojos de mi esposa». Ciertamente, lo viejo ha caducado y todo es ahora nuevo para esta pareja sudafricana.

 

 

EL DAÑO CEREBRAL DEL BEBÉ MILAGROSAMENTE REVERTIDO

 

Señora Enobong Akpan junto a su hermana e hija.

Una noticia que inspiraría alegría y celebración en cualquier hogar fue de pronto la causa del dolor y de las lágrimas. Aquella mañana de noviembre de 2017, Enobong Akpan se puso de parto. Su familia la llevó inmediatamente al hospital, deseosos de dar la bienvenida al miembro más joven de la casa, pero la alegría se tornó en amargura cuando les dieron la noticia de que era necesario practicarle una cirugía de urgencia para asegurar que el bebé pudiera nacer sin peligro.

La anticipación transformada ya en angustia esperó a los médicos, que al salir para informar a la familia, se vieron en la obligación de decirles que el bebé había nacido, pero que los forceps utilizados habían roto el cráneo de la niña, dejando expuesto su cerebro. Un gran agujero se había hecho en la nuca del bebé, lo que había dejado al aire una gran porción de su diminuto cerebro. Desesperada por encontrar una solución, la hermana de Enobong corrió a La SCOAN para recibir oración por la niña y una botella del Nuevo Agua de La Mañana.

De vuelta en el hospital, derramó el líquido en nombre de Jesús sobre el vientre de la niña. Aquella noche, la señora Udo soñó que el Profeta T.B. Joshua le pedía que le mostrase al bebé. Así lo hizo, y el Profeta T.B. Joshua impuso su mano sobre la herida y oró, declarándola sanada en el nombre de Jesús. ¡Cuatro días después de aquel sueño, el único rastro de aquel enorme agujero era un punto rojo en la nuca del bebé!

Mostrando a su preciosa niña, Destiny Akpan, la señora Akpan refirió a la congregación que bastó con poner su problema en manos de Dios para que Él asumiera el control total y restaurase la vida y el destino de su niñita, en nombre de Jesús.

 

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